Capítulo 20

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La suave música del auto no lograba calmarlo, la escena que había visto no salía de su mente, las imágenes permanecían en su cabeza ¿Cómo fue que todo tomó tal rumbo? Aún no lo comprendía bien.

Hacía unas semanas se había abalanzado hacia él, como era que los sentimientos cambiaban tan rápido. Y es que no era para menos que Tay pensara de tal manera, el ver a Gun con Off no podía ponerlo más furioso. Tomándose de la mano ¡¿y si ya habían estado juntos?! Su cabeza parecía un volcán.

Sus puños apretaban fuertemente el volante.

Llevaba varias horas allí, fuera de la mansión de los Atthaphan estaba sospesado la idea con una clara determinación. Él no podía permitir que Gun arruinara su futuro de tal manera, era obvio que aquel jardinero sólo se había acercado a Gun por interés y no es que el pequeño no fuera atractivo, sin embargo el conocía a esa clase de tipejo.

No podía permitir aquello, no lo concebía.

Más él sabía que Gun no tendría reparo en alejarlo una vez más de su vida, por lo que no tenía opción, tenía que recurrir aquella persona, la única a la que Gun haría caso. La una persona que quería demasiado y a la que siempre obedecía.

Joss.

Si era sincero consigo mismo la idea no le agradaba mucho pues habían terminado en muy malos términos su amistad, empero tenía la certeza que si le decía todo al mayor de los Atthaphan, el que alguna vez fue su gran amigo, haría entrar en razón a Gun.

Tenía que intentarlo por el menor. No podría perdonarse jamás el que Gun se desviará de su camino y menos por un tipo como el jardinero. Muy en el fondo se sentía culpable por haberlo rechazado la primera vez. La culpa le pesaba.

Más adelante se daría cuenta que su plan de acción no había sido tan inteligente.

Muchas veces los impulsos nos llevan a tomar decisiones equivocadas.

Se bajó rápidamente del auto y toco la puerta, el personal de servicio ya lo conocía por lo que con sólo decir que venía a ver a Gun lo dejaron pasar. Sin embargo él no se dirigió a la habitación del menor, no, fue directamente al ala que se encontraba un poco lejos de la parte principal de la mansión.

Los aposentos del mayor de los Atthaphan.

Él realmente nunca había estado allí, y a nadie le gustaba ir tampoco, la habitación en sí era un poco macabra y no por la decoración, no, más bien por la historia.

Pero en fin, se llenó de valor y caminó a paso lento por el pasillo hasta llegar a la habitación de Joss. Le asombró un poco ver la puerta abierta, con un poco de recelo ingresó.

Las luces estaban apagadas, todo se veía muy oscuro, no estaba seguro de por qué pero entro sin hacer ruido, rodeo la no tan pequeña sala de star hasta llegar a la puerta de la habitación de Joss; sin embargo algo llamó su atención. La única luz encendida era la del estudio y lo notó porque la puerta estaba apenas entreabierta dejando salir pequeños rayos de luz.

Sin notarlo sus pies se movieron hacia el lugar.

Ingresó sigiloso, tenía esa sensación de que debería salir de aquel lugar de inmediato, pero la hizo a un lado. Se fijó entonces que la pequeña luz venia de la lámpara del escritorio que alumbraba un sobre amarillento.

Se fue acercando poco a poco, por alguna razón desconocida su corazón empezó a latir a un ritmo impresionante.

Cuando por fin llegó hasta el escritorio, se quedó helado.

Latidos -OffGunOù les histoires vivent. Découvrez maintenant