Latidos -OffGun

Capítulo 12

Joss no había visto a Gun en todo el día, a pesar de que su hermano no se diera cuenta él lo observaba, pendiente de cada paso que daba, sus penetrantes ojos eran su sombra. No obstante no había aparecido ni en el desayuno, ni en la cena; no podía preguntarle a su gemela porque aún estaba molesta con él por cómo le había gritado aquella noche en las escaleras. No la culpaba, también estaba molesto consigo mismo por haberla tratado mal, la amaba, no tanto como a Gun pero lo hacía.

Después de encontrar la habitación vacía y de llamar un sin número de veces al móvil del menor, se rindió y fue a buscarlo él mismo. Sabía que se trataba de uno de los berrinches de Gun, y aunque nunca había ido tan lejos, le daría una zurra por preocuparlo de esa manera. Si sus padres se enteraban los colgarían a ambos.

Gun no tenía amigos, así que no podría estar tan lejos.

Sin embargo había algo que lo molestaba y que estaba tratando de ignorar. Y es que no sólo no había visto a su hermano en todo el día...Off tampoco estaba en la mansión.

Respiró profundo.

*****

—¡Ten cuidado! ¡Off, ten cuidado, me duele! Sé más gentil, no seas brusco.

—Lo estoy poniendo con cuidado, deja de quejarte tanto.

—Pero duele, animal. Creo que está apretado...

—Sólo prométeme que no vas a gritar cuando lleguemos ahí.

—Será inevitable...O-Off

—Aquí vamos, respira profundo.

—¡¡AGHHHHHH!!

—¡¡AGHHHHHH!!

Ambos salieron totalmente exhaustos, sudados y mareados.

—Jamás en tu vida me vuelvas a traer a un parque de diversiones. —protestó el menor.

—No te escucho, has destrozado mis tímpanos. ¿Cómo puede ser que grites peor que una chica? —le soltó Off.

—¡Es tu culpa! Te dije que me daban miedo las alturas. —dijo haciendo un puchero.

Off alzo las manos en señal de rendición.

—Pero te divertiste ¿no?

Gun le sonrió en afirmación.

Vio cómo Off observó su reloj y ambos se tensaron, había pasado más de un día desde que se habían fugado de casa.

Al salir la noche anterior de la mansión, discutieron por largas horas en el vehículo, la mayoría eran sinsentidos, hasta que llegaron a las orillas del rio y observaron el amanecer. Sólo fue quietud y paz para ellos. El jardinero había tomado su mano y ambos se quedaron dormidos con la luz del alba iluminando sus rostros.

Despertaron casi al mediodía.

Habían ido por algo de comer y luego la genial idea de ir al parque de diversiones, pasaron toda la tarde allí. A Gun realmente no le gustaban, en serio le temía a las alturas, sin embargo el tener al jardinero cerca, le había dado algo de valor. Por unos segundos fue capaz de abrir los ojos cuando la montaña rusa iba en descenso.

Eso era para celebrar.

—Creo que tenemos que regresar. — le escuchó decir a Off.

Hizo una mueca de disgusto.

—No quiero. —expresó melancólico.

—Estoy seguro que tu hermanito ya debe estar buscándote hasta con la policía y si se entera que estoy contigo, me acusará de haberte secuestrado. —Le dijo serio.