Capítulo 3

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Gun estaba demasiado molesto...

Demasiado. Sentía montones y montones de ira.

¡Qué dramático!

Todavía recordaba como lo había llamado el insolente aquel, aunque apenas habían pasado minutos, sentía que fueron horas mientras caminaba temblando dentro de su casa. Él soltó un bufido lleno de fastidio.

—¿Gun? —él inmediatamente puso su carita de gato con grandes ojos.

—¡Clo-Hermanito! —dijo con cara triste.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estas empapado?

—Fue por culpa de ese idiota —habló mientras hacía un puchero.

—¿Cuál idiota? —preguntó al borde de la risa

—¡No te burles! No es gracioso. Y-yo simplemente iba caminando y de pronto tropecé y caí al agua, casi muero lo juro-

—Gun, la alberca me da a la cintura, menos incluso.

—No me interrumpas. La cuestión aquí es que él fue brusco conmigo. —terminó, frunciendo el entrecejo y bajando la mirada.

—¿Te lastimó? ¿Qué te hizo? —preguntó revisándolo de pie a cabeza.

Gun sonrió triunfante, su hermano le daría un merecido al tipejo ese.

—En lugar de ayudarme, él lastimó mi brazo ¡mira, está rojo! —dijo mostrando su brazo a Joss, en realidad el jardinero no había sido totalmente un animal, pero su piel era muy sensible, además había cometido el grave error de llamarlo dramático ¡Ja! Él no era un maldito dramático, los hombres no eran dramáticos en absoluto.

—Ve a cambiarte y baja de inmediato. Él te pedirá disculpas. —Gun lo miró incrédulo.

—¿No lo vas a despedir? ¡Te acabó de decir que me hirió! —dijo haciendo un berrinche.

—Gun. Ve.

Y con esas dos palabras se fue refunfuñando hasta su habitación. Lo que no sabía era que Off estaba allí por un favor que Kwang le pidió a Joss, así que su hermano no podía despedirlo.

Después de unos minutos, que realmente fueron horas, Gun bajó totalmente cambiado y peinado.

Su hermano y él se dirigieron a los cuartos destinados para las personas del servicio. No entendía por qué se estaban dirigiendo hacía allí cuando pudieron pedir que el jardinero fuera hasta ellos. Sin embargo no diría nada, su hermano parecía molesto y cuando se ponía así hasta Gun le temía.

Llegaron hasta el cuarto del jardinero anterior, y donde seguramente se estaría quedando el idiota aquel. Extrañaba a Lee.

Lee había estado en ese puesto por casi 10 años, el hombre tenía 40 pero se veía de 20, había sido una lástima que se comprometiera y se fuera a vivir a Madrid. Su ahora esposa era originaria de ese país.

Su hermano lo sacó de su ensoñación cuando abrió la puerta de la habitación sin siquiera tocar.

Él se quedó paralizado ante la imagen.

—¡Pero qué demonios! —gritó el hombre dentro.

—Has sido grosero con Gun, discúlpate con él ¡ahora!

El mencionado miraba todos lados tratando de evitar posar sus ojos ante la figura frente a él. Eso se estaba volviendo incómodo y él se estaba sonrojando. ¡Qué demonios le pasaba a Joss!

—Sólo despídelo y vámonos Joss. Él está-está...prácticamente desnudo. —mencionó molesto.

—Somos hombres, tenemos lo mismo, no hay motivos para que te sonrojes. Además, me contrataron sus padres, no ustedes. —le dijo el tipo, sardónico.

—Eres hasta insolente, mi hermano está encargado de la administración de la mansión como prueba antes de dirigir la empresa.. —replicó, con la mandíbula apretada.

—¡Basta! Y tú —dijo su hermano, señalando al jardinero —más vale que empieces a disculparte ahora, antes de que me olvide del favor que me pidió tu madre para que trabajaras aquí. —terminó, con tono autoritario.

Hubo un silencio incómodo.

El tipo lo miró y a continuación soltó:

—Discúlpeme joven no volverá a pasar, la próxima vez que lo vea ahogándose en la alberca de medio metro de profundidad, no haré nada. — le habló el, muy pero muy, descarado jardinero.

—Sin ironías, y si me vuelvo a enterar que has tocado un solo cabello de Gun, te arrepentirás. —concluyó su hermano, mirando al tipo, que ahora se había cubierto con una toalla.

El realmente no había querido mirarlo, pero fue casi imposible, sobre todo cuando Joss le dijo que se disculpara. Además de que había visto a su enorme amiguito cuando irrumpieron en el cuarto.

—¿Joss? ¿Qué hacen en el cuarto de Off a estas horas? —preguntó una mujer, que probablemente era la madre del irrespetuoso.

—Kwang querida, estamos aquí debido a un inconveniente, como podrás darte cuenta....

Y en un abrir y cerrar de ojos esos dos se habían marchado de la habitación, dejándonos solos.

El tal Off, se acercaba poco a poco a Gun con una mirada para nada buena.

Gun tragó. Aquella mirada lo hacía sentir nervioso.

Off, el tipo ese, hizo un movimiento con su mano y Gun cerró los ojos instantáneamente, esperando por el golpe.

Off rio.

—Sería incapaz de tocarle un solo cabello a su majestad, no quiero ir a la cárcel. —él lo miró molesto.

—Eres un pobre e idiota. No pobre idiota, sino pobre. E. idiota.

Aquel tipo le agarró la barbilla, a pesar de las advertencias de su hermano de no tocarlo. Luego dijo:

—Vas a arrepentirte por esto. Mariquita.

Mariquita.

...Pareces una niña Gun, una mariquita...

El agarre en su mentón casi quemando.

Entonces el asestó un puñetazo en el rostro de Off, haciendo que el contrario trastabillara hacia atrás, dándole tiempo para dar vuelta, y antes de salir de la habitación mostrarle su dedo medio.

A Gun le hubiese gustado decirle un montón de insultos, pero se encontraba con un nudo en su garganta, sofocándolo y trayendo malos recuerdos consigo. 

Latidos -OffGunOnde as histórias ganham vida. Descobre agora