¿Mi?¿qué?¿ideal?┋zׁׅ֬ᨵׁׅ꯱ׁׅ֒ɑׁׅ֮ꪀׁׅ

Capítulo 2

Ya era mediodía, y la tripulación del sombrero de paja se encontraba haciendo su rutina de siempre, Robin leía, Nami se encontraba recostada en su reposera tomando sol, el pequeño médico practicaba nuevas medicinas, el esqueleto cantaba con Usopp , Sanji se encontraba ofreciendo nuevos platillos a sus señoritas, el carpintero reparaba una pared que en el almuerzo el espadachín y el cocinero habían destrozado por completo en una de sus cuantas peleas diarias, Zoro se encontraba entrenando y el capitán del barco estaba sentado en su lugar favorito; en la cabeza del Sunny, observando la bella vista del mar, esa vista y ese lugar que tanto había extrañado en esos dos largos años.

—¡OI CHICOS!—el grito del supernova poseedor del cuerpo de goma se hizo resonar en todo el barco, mientras captaba la atención de cada Mugiwara presente.—¡VEO UNA ISLA!—avisó, mientras su sonrisa no paraba de transmitir emoción y alegría.

Toda la tripulación al oír lo dicho dejaron lo que hacían para ir corriendo inmediatamente al lugar de donde provenía el llamado. Al ver la isla, sonrieron grandemente. El barco no llegaba a tierra firme hace más de dos semanas , ya estaban bastante hartos de solo ver por tantos días mar, mar y solo mar; no es que no les gustará más navegar, si no que al no viajar por tanto tiempo y luego volver hacerlo cansaba más de lo que debía.

Cambiaron el rumbo del barco a una dirección recta. Parecía un ambiente sin base de marina, además desde la distancia en cual se encontraban se podía ver un gran parque de diversiones, esto hizo que Chopper, Usopp y Luffy empezaran a saltar de alegría con estrellitas brillantes en sus ojos.

Al llegar a la isla, lo primero que hizo la tripulación fue llevar a un lugar no visible al Thousand Sunny , para anclarlo y así lograr que pase desapercibido, no podían asegurar si en la isla había algún marine ,pero siempre era mejor estar preparados.

—Bueno, lo primero que tenemos que hacer es conseguir provisiones. ¿Supongo que todos ya saben lo que tienen que hacer, o no?—habló la pelinaranja.

Todos asintieron, a excepción de cierto azabache que ya no se encontraba más en ese lugar, se había esfumado en segundos, sin dejar rastro alguno.

—Ese idiota...—maldijo la navegante mientras le salía un par de venitas en su frente.

—Nunca cambiará...—comentó el renito mientras intentaba calmar a Nami.

Poco a poco cada Mugiwara iba saliendo del barco , la pelinaranja había hecho un sorteo en donde dos personas de la tripulación tendrían que hacer equipo para buscar a su capitán , mientras los demás compraban las provisiones y recorrían la isla. Vaya sorpresa para todos, ¡al espadachín y al cocinero les había tocado hacer equipo para ir a la búsqueda del joven de goma!. Caramente los dos anteriormente nombrados se negaron, ¿trabajar juntos? ¡eso jamás! , nada bueno saldría con que esos dos estuvieran emparejados por unas horas ; pero Nami calló sus quejas con un par de golpes en sus cabezas, no servía en lo absoluto negarse a ella.

[...]

En segundos ya se habían ido todos, solo quedaban la navegante y la arqueóloga.

—¿Oye, en verdad crees que esos dos estarán bien juntos?—preguntó curiosa la pelinegra, sabía exactamente que la pelinaranja tramaba algo, ella había visto los verdaderos papeles del sorteo y no les había tocado ir por Luffy a Sanji y a Zoro, aunque no comprendía porque la navegante querría que esos dos busquen al capitán juntos, si su relación era de "pésima". Capaz había ignorado algo que la menor de las dos no.

—No es por nada en especial, ¿te acuerdas que antes de ayer ,Franky había dicho que sus máquinas jamás fallaban?—asintió—Cuando dijo que esos dos tenían posibilidades de ser una pareja ideal , aposté algo con Usopp. El aposto que ellos jamás iban a tener una relación amorosa ya que Sanji es muy mujeriego y Zoro al parecer es incapaz de sentir atracción alguna por alguien, así que prácticamente sería imposible que el resultado del invento este en lo correcto.

—Entonces tú...¿apostaste que ese resultado se volvería real?—preguntó con asombro mientras veía asentir a la ojimarrón —¿Y cómo piensas hacerlo?

—Pues... , creo que solo necesitan un pequeño empujoncito, nunca perdí una apuesta con Usopp y dudo hacerlo algún día. Además siento que será fácil unirlos, a veces percibo una química extraña entre esos dos, es raro explicarlo.

—Creo que te entiendo. Es como si las vibras de su alrededor transmitieran amor y odio a la vez, aunque todos lo ven como odio puro pero siempre lo sentí como algo más—la navegante la miró sorprendida, ella también lo había notado-Pero creo que somos las únicas que lo ven así.

—Ni ellos mismos se deben haber dado cuenta del ambiente que generan—suspiró, mientras veía asentir a la pelinegra—Pero ¡esto es una buena oportunidad para ganar mi apuesta!, si esos dos la cagan juro que les cobraré hasta en el último segundo que les quede de vida.

[...]

Por otro lado, el espadachín y el cocinero iban caminando juntos mientras miraban por todos lados en busca de su capitán , Sanji se iba lamentando , podía haberle tocado ir con Nami o Robin u otro tripulante , el espadachín lo hacía sentir incomodo en ciertas situaciones, odiaba ese sentimiento y también el no saber el porqué de ese comportamiento, por eso siempre intentaba pelear o insultar al peliverde para que no se le acercara y provocase eso en él. Desde que lo conoció siempre se sintió de aquella forma a su lado, para que ese sentimiento no empeorará hizo un intento constante en no esforzarse en mantener una relación buena con él, por ende pudo lograr acostumbrarse, ya que el peliverde muchas veces lo sacaba de quicio por lo tanto fue fácil conservar una mala ¿amistad? con él.

—Tsk—se quejó el de la cicatriz izquierda en su ojo—Seguro se metió en el parque de diversiones.

—Eso es obvio marimo, ¿no viste su cara cuando vio que había un parque de atracciones aquí?, estamos yendo para allá , espera... ¿acaso no te diste cuenta a dónde íbamos?—suspiró al no recibir respuesta alguna—Aparte de ser un cabeza de alga con retraso mental y estúpido, también eres despistado.

—Al menos no ando como idiota detrás de dos brujas que jamás me amaran y solo me usan porque hago lo que a ellas se les plazca.— bufo, mientras el pelirrubio se le ponían los pelos de punta. Iba a responder ese comentario, el peliverde había insinuado algo sobre sus señoritas, eso era imperdonable pero el llamado de una voz lo detuvo.

—¡HEYY CHICOS!—desde una cierta distancia se podía ver al pequeño azabache portador del sombrero de paja levantando un brazo en señal de saludo, se encontraba sentado en la primera fila de asientos del vagón de la montaña rusa—¡ES LA OCTAVA VEZ QUÉ ME SUBO A ESTA COSA, SUBANSE TAMBIÉN!

Oe me he dado cuenta que el fic ya alcanzó las 100 vistas :0
¡Muchas gracias!