Capítulo 10

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Luego de que el capitán de los piratas heart abandonará el cuarto de cocina, la puerta del mismo lugar abriéndose se alcanza a oír.

-¡Espera!-gritó algo exaltado Kuroashi. A lo que el pelinegro que se encontraba de espaldas dirigió su fría mirada a los ojos del anteriormente nombrado , abriendo sus labios para soltar un "¿mmm?".Sanji al verlo, posó su mirada en el suelo mientras agachaba su cabeza y seriamente se animaba a hablar -¿Cómo te diste cuenta de eso?-preguntó, y a su vez aquel ojeroso lo miraba con confusión, pero sin que pasará más de tres segundos logró captar aquella pregunta.

-Pues veras, no es que actuarás de alguna manera obvia. Simplemente lo presentí.-respondió sin emoción alguna como usualmente hacía. Miró el rostro del rubio, el cual se veía deprimido, pero a su vez ,pensativo.-Acaso sabes que no diré nada, ¿no?.

-Si. Eso lo sé.-suspiro-No me preocupo por eso ya que no cruzas palabras con literalmente casi nadie del barco, apenas con Robin-chan o Luffy. Además se me es raro imaginarte diciéndole a los otros "Oigan, kuroashi-ya esta enamorado de Roronoa-ya"-dijo en tono bajo mientras soltaba una pequeña risita-Es raro pensarte como una vieja chismosa-negaba su cabeza unas cuantas veces y el pelinegro lo miraba con una gotita en la sien.

Antes de que Trafalgar se girara de nuevo para alejarse, el cocinero lo llamó de nuevo.-Oye.

-¿Qué quieres?-preguntó volviendo a su tono de pocos amigos.

-Sonará estúpido lo que te pediré pero... necesito tu ayuda.-dijo firme ,mientras seguía fumando aquel cigarro, a lo que el otro asintió. Antes de hablar nuevamente, miró por todos lados de el lugar en donde estaba por si había otra presencia aparte del aliado, sin encontrar a nadie dio un suspiro , pero uno de alivio.-No creo que tengas mucha experiencia en esto, pero me gustaría que me des al menos una mini sugerencia para que me pueda acercar a esa inútil alga. Detesto aceptarlo pero en verdad me gustaría ser más cercano a él -cerró fuerte el puño de una mano, se sentía patético al requerir la ayuda de aquel hombre pero no sabía a quien más pedírselo.

-De acuerdo.-dijo aquel ojeroso sin gana alguna mientras pensaba en algo-Ya que estas preparando los dulces para mañana, ¿Por qué no le haces un chocolate especial a Roronoa-ya?

-¿Un chocolate especial?-preguntó confundido-Pero hice algo así para todos, ¿no sería lo mismo?, además no le veo el porqué funcionaria hacerle uno en particular a él.

-Los chocolates contienen sustancias que estimulan las endorfinas-vio al pelirrubio que se encontraba aún sin entender, lo que hizo que el pelinegro posará una de sus manos en su frente algo frustrado.-La endorfina, es la hormona que nos hace sentir felices y enamorados. Tal vez si le haces uno con mucha dedicación sirva para algo, probablemente lo ponga de buen humor, no lo sé, solo aprovecha ese momento en que se lo des para llevarte bien con él.

-¡Gracias!-dijo con una sonrisa, la verdad estaba muy agradecido con el ojeroso, además de haberle dicho algo que fue de mucha ayuda , en ningún momento le dijo algo al respecto de que porque le gustaba un "marimo". Antes de que Law se diera la vuelta para volver a irse, el pelirrubio le habló de nuevo.-Oye.

[...]

A unos metros de distancia, entre unos arbustos que quién sabe qué hacían ahí, se encontraban escondidos una pelinaranja que sujetaba del cuello al espadachín de los Mugiwaras, que estaba bastante dormido.

-¿Eh?-preguntó con una mueca de confusión el peliverde mientras abría con claridad sus ojos, no estaba enterado de el lugar en donde se encontraba ni mucho menos cómo llegó allí-¿Qué hago aquí?

-Shhhh-le cubrió la boca aquella mujer que olía a mandarinas-Mirá.-ordenó mientras apuntaba un dedo índice a Sanji y Trafalgar.-Están charlando hace un largo rato-habló en tono muy bajo.

-Tsk-dijo molesto y aún sin entender el porqué estaba detrás de unas plantas observando una conversación ajena, lo peor era que no se escuchaba absolutamente nada ya que a las personas que veían se encontraban a una distancia bastante grande-¿Y a mi qué me importa?

-Shhhhhhhhhhh, calla idiota, que nos van a ver.-suspiró -¿No sientes nada al verlo conversar tan íntimamente con alguien?-preguntó algo enojada mientras esperaba una respuesta.

-¿Ehh?, ¿Por qué debería sentir algo?-respondió con una pregunta bastante confundido, mientras que una aura negra rodeaba a la navegante.

-No puedes ser tan idiota.-se contenía las ganas de gritarle y quizás pegarle.-¿No sientes celos, furia, ni ganas de pegar a Torao y alejarlo de Sanji?

-¿Qué?¿por qué?, y además, ¿qué demonios estoy haciendo aquí?

-Ufff vaya, eres un semejante lerdo-habló estresada-Te arrastre hasta aquí mientras dormías, sin que nadie nos vea, pero el porque estas acá no importa.-replicó -Ay, olvídalo, esto no va a funcionar-soltó el agarre del cuello dejándolo en el suelo completamente confundido y desapareció del lugar sin ser vista. El peliverde sin darle muchas vueltas al asunto no se movió del suelo y siguió con su anterior sueño que había sido interrumpido por aquella mujer.

[...]

Volviendo con Kuroashi y el cirujano de la muerte...

-Dime.

-Hace un rato me habías dicho que estabas enamorado de un idiota que aparte es 7 años menor que tú -asintió-Tengo un extraño presentimiento de que es alguien de esta tripulación.-comentó serio ,ya que aquel sujeto sabía sobre sus sentimientos hacía el peliverde , a él le intrigaba saber quien volvía loco a Law.

-Ah-dijo fríamente-Me gusta Mugiwara-ya.-soltó como si nada mientras que la boca del rubio estaba a punto de tocar el piso.

- ...

- ...

-¡¿Qué?!¡¿Queeeeeé?!-casi levanta el tono de voz pero cubrió con una de sus manos sus labios, estaba atónito, puede que cuando aquel pelinegro le había dicho que le gustaba un idiota menor que el haya pensando en Luffy ,pero se le hacía tan difícil creer que un tipo tan serio como Trafalgar tuviera ese tipo de sentimientos hacía su capitán. Mientras este seguía el shock por lo que había escuchado, el ojeroso que hace un rato estaba con él se había ido, dejando nuevamente solo y sin palabras.

Ya estaba atardeciendo, y el cocinero estaba a punto de terminar el chocolate especial de Zoro, sin duda alguna era uno de los dulces más ricos que habían creado sus manos, cuando llegará la media noche se lo iba a dar ya que en ese horario empezaba el día de los enamorados. Mientras esperaba, iba a ver si una de sus señoritas necesitaba ayuda en algo o si necesitaban algo.

Cuando sale de la cocina, se fue caminando hacia el patio, se dirigía hacía el acuario. Mientras iba dando paso por paso, alcanzó escuchar ciertos ronquidos de un arbusto, sin pensarlo dos veces se dirigió hacía donde provenía aquellos ruidos ya con una idea en mente de quién se trataba.

Y ahí estaba, un peliverde que estaba profundamente dormido, traía al igual que siempre sus tres espadas al costado de su cintura y la luz del atardecer iluminaba sus cabellos color verde volviéndolos en un tono esmeralda, dormía como un niño, sin preocupación alguna, prácticamente como siempre habituaba pero era la primera la primera vez que Sanji lo contemplaba durmiendo. Lo miro por unos segundos con una pequeña sonrisa boba en su rostro, y luego se dio media vuelta dirigiéndose al lugar en donde antes iba.

 Lo miro por unos segundos con una pequeña sonrisa boba en su rostro, y luego se dio media vuelta dirigiéndose al lugar en donde antes iba

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