Capítulo 11

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Narra Sanji


"Tic , tac, tic, tac" , sonaba una y otra vez aquel reloj ,de esos antiguos que estaba colgado en una de las paredes de madera del lugar. Me encontraba sentado ,fumando uno de esos cigarros que tanto anhelo , con una de las ventanitas medio abierta de la cocina , así el humo no se quedaba esparcido por la habitación. Esperaba que el artefacto anteriormente nombrado marcará las 12 de la noche, un nuevo día y nuevas oportunidades, también San Valentín y el momento de entregar aquel regalo al musgo.

Era uno de los pocos despiertos en el barco, la mayoría había tenido un día largo y se habían ido a descansar, yo la verdad que no había pegado un ojo hace varias horas , no me encontraba con sueño aunque mis ojos decían lo contrario. Faltaban varios minutos para que el reloj marcara la medianoche, me encontraba nervioso, no es que al entregarle aquel chocolate al marimo significaría que ese tipo iba a corresponder mis sentimientos como si fuera pura magia, pero me gustaría verlo disfrutando de algo que en verdad yo haya preparado con mucho apreció.

A los minutos, me levanto de la silla en la cual estaba sentado , y con el regalo en las manos salgo de la cocina, la hora esperada ya había llegado. Mientras me dirigía a donde estaba la alga , empezaba a rogar de que aún no estuviera dormido, la verdad el apodo del "marimo durmiente" quedaba muy bien con él, jamás había conocido a alguien con un sueño tan profundo como ese sujeto, pero aun siendo tan dormilón había logrado que yo callera a sus pies de una manera en la cual jamás lo había hecho.

Mientras iba en busca de la alga y me perdía de una manera extraordinaria en mis pensamientos, mi cuerpo chocó inconscientemente con alguien.

-Uy perdón-alcance a oír la disculpa de aquella persona, su voz era imposible no reconocerla , a lo que agacho mi cabeza y ahí estaba, el enano de goma del sombrero de paja, en pocas palabras ,mi capitán, quien al verme abrió mucho mas de lo que ya estaban sus grandes ojos negros y en el instante evitó mi mirada. No lograba entender su comportamiento pero luego me había fijado en la dirección en la que venía y en la cual se dirigía (que era obviamente a la cocina) "maldito cerdo" alcance a decir. Claramente pensaba que yo ya estaría descansando e iba a aprovechar el momento para robar todo lo que había en el refrigerador.

-Puff, ¿De donde sacas tanta hambre?-pregunté en un tono irritado, aunque ya sabía la respuesta.

-No lo sé, supongo que es porque soy de goma-dijo mientras posaba ambos brazos en su nuca y concentraba su mirada en una de mis manos.

-Oh Sanji, ¿Qué es eso?, huele espectacular-preguntó mientras babeaba por el aroma.

-Nada para ti, en un rato vuelvo y te cocino algo.-suspire y me di la media vuelta para ir por la alga.-Mientras esperas no te quiero ver en mi cocina.-dije en tono amenazante mientras el otro asintió, aunque sabía que no me iba a hacer caso, por suerte hace unos días había comprado con las berries que me sobraban un artefacto que prevenía que las bestias se acercaran a la comida, para el refrigerador. En los últimos días había funcionado con Luffy y esperaba que siempre fuera así.

Me encontraba entrando al acuario, en el momento en el que entré, logré ver al tipo de cabellos verdes que andaba buscando, estaba recostado en uno de los sillones del lugar; mientras bebía una botella de sake. En el instante que lo vi, mis manos sudaban, me sentía una especie de esas colegiadas que apenas ven a la persona que les gusta le apoderaban los nervios.

-Ma-marimo...-⁓¡Mierda, Sanji! ¡NO, NO TE TRABES!⁓me regañe a mi mismo, mientras el captaba su mirada en mi.

-¿Qué quieres?-dijo arrogantemente ⁓Ay por favor, de todas las personas en las que me pude enamorar , lo hice de este arrogante de mierda que a pesar de eso también es una lechuga con patas, y lo peor es que no me puedo enojar ya que se ve jodidamente bello⁓pensé mientras me acercaba a la estupida alga.

-Ten-estiré un brazo hacía él ,mientras le ofrecía una cajita mediana de color blanco, envuelta con una cinta de color rojo ⁓por Oda Sanji, no pudiste ser más obvio ⁓me dije mientras a su vez me daba una cachetada mental.-Para ti.

-¿Eh?-me miró con el ceño fruncido y con un rostro lleno de confusión-¿Gracias? supongo-dijo mientras dejaba la botella de sake que estaba en una de sus manos al suelo y agarraba el regalo. Luego de que tomará aquello, me observó confundido, y a su vez iba desenvolviendo el envoltorio de la cajita, se notaba extrañado y es entendible ya que no era algo muy normal que yo le llevara a algo justamente a él. Cuándo abrió mi regalo, su cara de asombro cambió a una de disgusto, lo que hizo que mi corazón se encogiera y empezara a latir bastante rápido.

-¿Q-qué-qué sucedió?-dije nervioso mientras el posaba su mirada de desagrado en mi, nuestras miradas chocaron por varios segundos, en ese tan poquito tiempo miles de emociones se apoderaron de mí.

-No me gusta...lo dulce-dijo sin cambiar su rostro, lo que en verdad me dolió. Quería golpearlo, y repetirle lo imbécil que era, pero no, el no era consciente del tiempo y trabajo que dedique en ello, no sabía los sentimientos tan extraños que provocaba en mi. Lo peor de todo era que yo sabía que él no era de ese tipo de personas que le gustaba ese tipo de comidas, lo había olvidado por completo. Había olvidado una vez de hace dos años en el cual estábamos festejando el cumpleaños de Chopper en el Going Merry , aunque en ese entonces estábamos peor económicamente que ahora, llenamos como banquete todo de dulces ,ya que al reno le gustaba eso, Zoro había dicho que no iba a probar nada, ya que le disgustaba esas comidas y principalmente el chocolate, ¿ cómo pude olvidarme de aquello?, tal vez porque en ese entonces no le había prestado mucha atención y ya que había sido hace un largo tiempo se me había borrado. Me sentía un tremendo idiota.

-Esta bien.-dije cortante y me retiré del lugar.

Llegué a la cocina, en donde aquel pelinegro del estomago que pareciera un agujero negro estaba ahí, esperaba a que yo llegase para matar su hambre nocturno. Apenas lo vi le tire aquella caja que le había quitado de las manos a Zoro.-Come eso-dije dirigiéndome al dormitorio de los hombres para poder descansar.

Cuando llegué a mi cama, me recosté. Me encontraba muy enojado con el marimo, más bien conmigo mismo por tener esos sentimientos hacía ese tipo, era tan lerdo y verde, y aún a pesar de que era hombre, me gustaba. Luego de pensarlo por varios minutos, había llegado a la conclusión de empezar a ignorarlo, y creo que al ser tan retrasado de mente jamás correspondería mis sentimientos, lo mejor seria ignorarlo y así intentar olvidar esto que siento por él. Cerré mis ojos para por fin luego de un largo día descansar, aunque la mañana, tarde y noche siguientes serían más complicadas, sin pensarlo mucho al instante me quedé dormido.

 Cerré mis ojos para por fin luego de un largo día descansar, aunque la mañana, tarde y noche siguientes serían más complicadas, sin pensarlo mucho al instante me quedé dormido

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Sinceramente me ha gustado como quedó este capítulo, espero que a

ustedes también.
¡Gracias por leer hasta aquí!

¿Mi?¿qué?¿ideal?┋zׁׅ֬ᨵׁׅ꯱ׁׅ֒ɑׁׅ֮ꪀׁׅWhere stories live. Discover now