Capitulo 16

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Perdí la estabilidad de mis piernas sentándome en la cama, ¿quien estaba esperando por mi? Y porque?
Solté el papel dejándolo caer al suelo, me levante y me acerqué a la ventana y las abrí tratando de ver algo que estuviera relacionado a quien pudo dejar este papel, definitivamente no había sido alguien de la casa, no había escuchado la puerta abrirse y María no solía venir en las noches más que a traer mi cena y aquí no hay comida así que quien había sido?

Me senté en la cama tratando de aclarar mis pensamientos estaba a punto de tener un ataque de pánico

-uno... dos... tre...tres.... cua...tro...cinco- estaba contando mis dedos buscando una forma de distraerme para que mi respiración se regularizara

Repetí esa acción unas cuantas veces más hasta que mi respiración empezó a regularizarse

-Aquí está su cena mi luna- dijo

Yo enderecé mi cabeza un poco exaltada

-¿Alguien entró a mi habitación antes?- dije sería

-No mi luna, algún problema?- dijo ella con un tono de preocupación en su voz.

-No, no todo está bien, no voy a cenar puedes llevártela- dije adentrándome bajo las sábanas

-Como diga mi luna- dijo ella para luego salir de la habitación

Maria salió por puerta cerrándola tras ella mientras yo me acomodaba en la cama para tratar de dormir y despejar mi mente.
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Pasaron unas horas en los que había tratado de dormir pero mi mente no cedía, estaba dando vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño, en eso escuché como un estruendo venía de la plata baja, me paralice unos segundos, y si era el que dejo la nota?

Tan rápido como mis piernas reaccionaron me acerqué a la puerta, tomé uno de los tacones que me había mandado Thomas, por lo menos servirían para algo.

Escuché como la puerta era abierta lentamente y pude como una silueta masculina se adentraba en la habitación, todo mi cuerpo estaba paralizado hasta que volteó hacia mi y clavo sus ojos rojos yo pronto reaccioné tirándole el tacón pero él lo atrapó en el aire dándome una sonrisa de lado.

-¿Porque tan agresiva?- pregunto empezando a acercarse a mi

Yo solo guarde silencio viendo como se acercaba y enteraba su cabeza en el espacio de mi cuello, estaba oliéndome

-Aléjate de mi- dije poniendo mis manos sobre su pecho para tratar de empujarlo pero era como una roca

-Tienes idea de cómo me siento en este momento?-dijo

Podía sentir su aliento cálido chocando con mi oreja

-Tienes idea de cómo me siento yo estando aquí encerrada como una prisionera?- dije volviendo a empujarlo

Se alejó  y me permitió respirar con normalidad, su colonia varonil mezclada con el olor a alcohol me estaba volviendo loca.

-Has estado bebiendo?- pregunte viendo como se tambaleaba hasta llegar al sofá.

-No te importa- dijo

-No e dicho que lo haga, sólo pregunto por tu seguridad- dije acercándome un poco a él

-Se cuidarme solo,si?- dijo recostando su cabeza en el sofá

-Oye cual es tu problema?- dije sentándome en la orilla de la cama

-Qué cual es mi problema?- dijo abriendo los ojos y mirándome fijamente

-PASE HORAS ESPERÁNDOTE- dijo casi gritando

-Enserio te atreves a reclamar después de tenerme aquí secuestrada?- dije levantándome de la cama para la encararlo

-Yo soy la que debería estar reclamando, me tienes aquí lejos de mis amigos, me tienes encerrada en contra de mi voluntad y quieres venir a jugar a la parejita invitándome a salir, no seas hipócrita- dije rodando los ojos

El se levantó de la cama y se acercó demasiado a mi, su altura hizo que girara mi cabeza hacia arriba

-E tratado de arreglarlo, de hacer las pases contigo pero eres tan terca y egocéntrica que solo te importa tu misma

-Si quieres arreglarlo porque no solo me explicas que carajos está pasando- dije mirándolo a los ojos

Él retrocedió y volvió a tomar asiento en el sofá sus ojos se clavaron en mí y empezó a hablar

-¿Recuerdas que te dije que era un hombre lobo?- dijo serio

Yo solo asentí y tomé asiento en la esquina de la cama

-los licántropos o hombres lobos como ustedes suelen decirle tenemos almas gemelas o mates como le decimos nosotros a la mate del alpha se le dice luna y eso es todo lo que sabrás hasta ahora- dijo

Hubo un silencio incómodo en él los dos teníamos ganas de hablar pero ambos necesitábamos espacio

-¿Puedo quedarme a dormir contigo?- dijo en un susurró casi inaudible

-Yo...yo no creo que sea una buena idea- dije levantándome de la cama

El se levantó y se acercó a mi, me tomo de la cintura y hundió su cabeza en mi cuello

-Por favor...no pasará nada, mi lobo y yo solo necesitamos sentir tu olor y tu calor- dijo en un susurro cerca de mi oído.

Yo solo asentí, no sabía si sería una buena idea pero algo dentro de mi me decía que debía darle la oportunidad de intentarlo, después de todo maria no me decía luna por nada.

El se quitó la camiseta y se hundió bajo las sabanas dejando un hueco para mi, empecé a caminar y me mentí bajo las sabanas, podía sentir el calor que emanaba su cuerpo detrás del mío, sus brazos me rodearon por la cintura y me acercaron mas a él al principio me tensé pero luego me fui relajando al sentir su respiración mas lenta, se había dormido y yo también lo hice.

Poliamor sobrenaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora