Poliamor sobrenatural

Capitulo 17

Abrí mis ojos pero la luz que entraba por la ventana me obligó a cerrarlos nuevamente, me incorporé en la cama y abrí mis ojos nuevamente, giré mi cabeza buscando a Thomas pero ya no estaba ahí, mire hacia el frente y estaba sentado en el sofá, con un pantalón gris de chandal y sin camiseta, su cabello goteaba ligeramente y en su mano tenía la nota que habían dejado para mi sobre la cama ayer

-Que haces con eso?- dije viendo cómo el no hablaba

-¿Porque no me habías contado esto?- dijo señalando el papel en sus manos

-No saldrás de esta casa hasta que lo resuelva- dijo saliendo de la habitación de un portazo

Me levante de la cama un poco confundida y me adentré a la ducha para tomar un baño.

Salí de la ducha con la ropa ya puesta que consistía en un pantalón de chandal verde y un suéter a juego es lo que suelo usar ya que es cómodo y no es como que salga mucho (nótese el sarcasmo).

Cuando salí del baño María estaba sentada en el sofá con una gran sonrisa en su cara

-¿Quieres salir un rato a caminar?- dijo mirándome con una sonrisa

La mire un poco confundida, me parecía muy raro que ya que Thomas había dicho hace un rato que no saldría y ahora María me esté invitando a caminar, pero viéndolo por otro lado no tenia porque hacerle caso a Thomas me había sentido muy bien durmiendo a su lado pero eso no significó nada y esta era la oportunidad perfecta para mi plan de escape.

Asentí mientras caminaba tras ella por los pasillos todas las cortinas al igual que las puertas estaban cerradas algo que me pareció muy extraño ya que las veces que había salido siempre estaban las ventanas abiertas dejando entrar la luz del día por ellas.

Bajamos las escaleras y salimos por la puerta trasera María salió primero mientras que yo solo estaba parada en el marco de la puerta pensando una manera para distraerla.

Di un paso hacia adelante pero en cuanto mis pies tocaron el césped sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo abracé mi cuerpo cuando sentí el frío golpearme, cerré mis ojos dejando que el viento golpeara mi rostro.

Abrí mis ojos y María ya no estaba, todo paso tan rápido que no tuve tiempo de gritar o moverme, alguien se había abalanzado sobre mi colocando un pañuelo en mi boca y nariz, intenté moverme pero alguien se posicionó frente a mi y lo vi, esos ojos que que solían atormentarme en las noches, esos ojos por los cuales deje de acercarme a la ventana, esos ojos negros estaban aquí ahora, mirándome con diversión

-Te dije que esperaría por ti, ojos verdes- dijo con una sonrisa

Eso fue lo ultimo que escuché antes de que mi cuerpo se desvaneciera en sus brazos.