27| 𓇬 Luchando contra la corriente 𓇬

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Capítulo 27

☽••|𓇬|••☾

—¿Crees que este es el final?

Realmente deseaba que lo fuera.

—Lo es —dije con firmeza.

Echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.

—Esto no terminará hasta que yo así lo decida.

Apreté el bisturí en mi mano. No quería tener que usarlo, pero la idea de poder verlo dar su último suspiro de vida, me tentaba enormemente. Killian se merecía todo lo malo que le podía pasar y quería ser yo la que le provocaría todo el dolor y sufrimiento.

—¿Qué más quieres de mí? —pregunté, limpiándome la cara— No queda nada en mí que puedas destruir.

Él sonrió y dio unos pasos hacia mí, yo retrocedí.

—Eres mía.

La idea me disgustó, pero me reí en su cara.

—Quiero que tengas una cosa muy clara; pudiste haberme quitado a mi padre y a mi hermana, incluso mi orgullo y mi dignidad. Pudiste haber abusado de mí física y psicológicamente, pudiste haber quebrantado mi alma y mi espíritu, pero nunca fui tuya; ni lo seré, prefiero la muerte antes que eso.

—No me desafíes, cielo. He sido muy paciente contigo. Ahora vendrás conmigo y todo seguirá igual, ¿de acuerdo?

—¡No! ¡Ya no más!

Podía ver que él se estaba conteniendo, estaba segura de que perdería el control en cualquier momento, pero tenía que ganar tiempo hasta que llegara Jefferson. No estaba segura de si él era mi salvación, lo que sí era cierto es que nadie sería peor que Killian.

—No hagas esto, Anneliese —advirtió una vez más.

Pero yo no estaba dispuesta a ceder por ningún motivo.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de asesinar a alguien? ¡Eres un monstruo!

A todo esto, me quedé preguntándome por qué nadie hacía nada en este lugar, ¿dónde estaba toda la gente? Había pasado mucho tiempo, en cualquier momento podría haber aparecido una enfermera u otro médico, que sé yo. Pero nada, parecía que a todos se los había tragado la tierra. Y eso me hizo dudar un poco si lo que estaba haciendo era lo ideal o no.

—¡Oh, es un daño colateral! Por cierto, ella no fue la única afectada. ¿O pensaste que el tipo que te ayudó a hacer la maldita llamada se quedaría así? —él se rió y se pasó una mano por el cabello— pensé que había quedado claro de lo que era capaz, cielo.

Negué con la cabeza y comencé a llorar.

—No estás hablando en serio.

Su sonrisa me confirmó que no estaba jugando.

—Yo te lo advertí.

Sin dudarlo caminé lentamente hacia la puerta, a un lado estaba el cuerpo del enfermero que me había ayudado, la culpa me carcomía por dentro. Seguía advirtiéndome de lo que era capaz de hacer para mantenerme a su lado, pero ya no escuchaba nada, no podía pensar en nada en absoluto, solo quería alejarme de este tipo. Le miré por encima del hombro y parecía orgulloso de lo que había hecho. No dejaría que nadie más saliera lastimado por mi culpa, miré a ambos lados del pasillo y sin pensar en las consecuencias corrí sin mirar atrás.

El Precio De Una Obsesión © | Completa ✅  Where stories live. Discover now