El Precio De Una Obsesión © | Completa ✅

12| 𓇬 Insaciable deseo 𓇬 (+18)

Nada, lo mismo que en el anterior.
Este capítulo contiene escenas de sexo explícito.
Lees bajo tu responsabilidad.

Capítulo 12

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Ser deseaba por un hombre como él era halagador.

En mi adolescencia sufrí de sobrepeso, a pesar de mi corta edad. Fui expuesta a las burlas de mis compañeros. Sin embargo, nunca dejé que esos comentarios me afectaran demasiado. Solía ​​tener un pecho excesivamente grande y un trasero gordo, claro que también tenía unas lonjas y muslos enormes. Pese a eso, siempre mostré seguridad y no me deje intimidar por nadie que quisiera humillarme o menospreciarme. Al final, los comentarios desagradables terminan teniendo mucha influencia en ti y en las decisiones que tomas, pero depende de ti hacer el cambio.

Un día me desperté y quería hacer algo con mi vida, quería cambiar y hacer algo por mí y para mí. Sabía que el peso que tenía no era saludable y comencé una dieta estricta y una rutina de ejercicios. No había sido fácil, pero un año y medio después, mi peso era el correcto. Mi padre pagó mi operación de reducción de senos y con eso completé mi proceso. Estaba tan feliz de haberlo logrado. Yo era la prueba de que todo era posible si querías y ponías empeño. Nunca se me pasó por la cabeza ser delgada para complacer a los demás, todo estaba hecho para mí. Actualmente era una mujer sana y tenía un cuerpo con curvas excesivas y eso me catalogaba ante la sociedad cómo una “gorda bonita o curvy”

No podría decir que no tenía experiencia en el sexo, porque experimenté mucho con Khalid. Pero para llegar a ese punto pasé por mucho, tuve que ir a terapia porque tenía terror solo por el hecho de que me tocaran sin malicia. Después del incidente que tuve a los dieciséis años, fue muy difícil para mí. Khalid fue paciente, me hizo sentir segura en sus brazos y fue dulce conmigo. Nunca tuvimos una vida sexual loca o intensa, fue más bien tranquila y monótona.

Con Jefferson era todo lo contrario, era una pasión abrasadora, un deseo incontrolable.

Era salvaje y primitivo.

No podía creer que todo este tiempo estuve siendo cortejada por el soltero más deseado de Nueva York. –Porque sí, había leído sobre él en las revistas y blogs de prensas amarillistas–. Saber que otras tenían que suplicar por su atención y que yo podía tenerlo como a un perro leal detrás de mí era un hecho que me excitaba y no iba a fingir que no era así. Deseaba que este hombre del que no conocía casi nada y que lo único que sabía de él es que era un perfecto mentiroso, me satisfaciera y me llenara completamente.

Jadeé por la sorpresa sobre el hombro de Jefferson cuando lo sentí hundirse en mí muy lentamente, me estaba estirando, llenándome. Era una sensación nueva, y aunque había una pizca de dolor, se sentía realmente bien. Había pasado un poco más de un año desde que tuve sexo y ahora que estaba sucediendo estaba completamente nerviosa y con ganas de más.

—Jefferson —gemí. No se movió para nada, creo que se había dado cuenta de que no había tenido cuidado y se tomó su tiempo— Por favor...

Estaba muy tenso. Una fina capa de sudor cubría su frente y jadeó.

—Joder —siseó.

Ninguno de los dos sabía exactamente qué hacer. Fuimos descuidados, él más que yo. Descuidado… «¡Mierda, el condón!» Me moví desesperadamente, olvidándome de todo. Jefferson silbó y yo jadeé. Era tan impresionantemente grande que estaba empezando a sentirme intimidada. No sabía si podría con todo y tan solo acababa de insertar la punta de su miembro.