Capítulo 5

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  Llegar tarde a la escuela es algo que odio, pero pasa. Nadie me ha podido llevar hoy, mis padres se fueron temprano al trabajo, Conor se fue a la universidad, Jason como siempre nunca le apetece salir a menos que no sea a la universidad o algo importante y no hay chofer porque esta despedido.

Así que lo único que tengo son mis piernas, que funcionen de una manera rápida porque si no me harán quedarme afuera y no quiero ver a mamá apunto de volarme la cabeza.

Apresuro el paso cuando veo que estoy llegando al patio enorme de la escuela, muevo rápido mis piernas y veo si ni hay ningún carro cerca. No vaya a como un papel de aplastada.

Sin embargo, el fuerte sonido de un motor me alerta y giro la cabeza en busca del sonido mientras me hago a un lado, es una moto grande, el parqueo de motos esta en este mismo patio así que me imagino que se parqueara ahí.

¿Amanecimos muy inteligentes eh?

Sigo avanzando ignorando la moto y solo rezo porque las puertas no estén cerradas. Echo un vistazo a la puerta principal desde donde estoy y si, está abierta. No hay personas en el patio, deben de estar en los pasillos.

Escucho una voz diciéndome algo y lo reconozco, pero a la vez no, lo he escuchado, pero no sé de dónde.

—¿Llegando tarde? —su voz seductora me detiene y giro la cabeza para ver quien es. Enarco una ceja.

—No tengo de otra —respondo—, ¿y tu llegando tarde? —me giro sobre mis pies y vuelvo a caminar.

—Es algo típico de mí, ni me molesto —va a paso lento como si no le importara que lo devolvieran a su casa de nuevo.

Lleva una sudadera negra y unos pantalones del mismo color, su cabello luce desordenado, al parecer se levantó así, movió su cabeza y listo. De reojo lo veo remojarse los labios, todo en él es negro, lo único que destaca es su piel blanca, todo lo demás es negro.

Creo que si color favorito es el azul.

—No es por nada, pero se te va a torcer el cuello de tanto admirarme —ruedo los ojos por su comentario.

—Ni que fueras un Dios —mascullo, a unos cuantos pasos estoy para cruzar la puerta principal, el sigue atrás, caminando como tortuga.

—Es que lo soy chica casi atropellada —no debería enojarme con ese comentario, pero yo siempre hago lo contrario.

—Tengo un nombre —me freno y doy media vuelta—, y no es chica casi atropellada —pongo voz gruesa, él se echa a reír por lo bajo.

— ¿Puedes recordármelo chica casi atropellada? —se va a hacer, le dije mi nombre aquel dia de la pelea en la escuela.

—Amber —digo sin rodeos esperando que lo capte.

—Amber... —repite con voz baja

Entro a la escuela y veo a muchas personas con celulares en mano y susurrando.

El boomerang de ayer.

Busco entre la gente a Tiffany sin ver rastros de ella, de repente veo una chica chocando conmigo haciendo que todos los papeles que tenía en sus manos echen a volar.

—¿Qué mierda te pasa? —dice en tono furioso, alza la cabeza y es Barbara, la chica odiosa.

Enarco una ceja por su horrible reacción y me bajo para ayudarla a recoger los papeles. No quiero ser mala onda, así que la ayudo ya que por una parte ella choco conmigo.

Aunque si por mi fuera la tirara a la basura.

Le entrego los papeles, sin embargo, ella me los arrebata, me levanto del suelo, ella hace lo mismo y cuando alza su mirada a mí se pone como tomate de furiosa.

Problemas Clandestinos Where stories live. Discover now