Problemas Clandestinos

Capítulo 15

—Odio los mosquitos

Tiffany mueve sus piernas desesperadamente, el resplandor del sol me da en mi mismo rostro y no puedo evitarlo. Estamos recogiendo toda las basuras del bosque y entonces momentos, detesto tener pantalones cortos.

—¿Qué esperabas Tiffany? ¿Que los mosquitos te hablaran sobre como estuvieron sus días merodeando por el bosque?

Ella rueda los ojos y seguimos en lo que estábamos.

Los grupos lo han dividido, cada una en una área diferente. Ya vamos por mas de la mitad del área, siete personas limpian el lado derecho y siete personas el lado izquierdo. A mi mala suerte tuvieron que poner a Dylan de nuestra lado y no ha parado de mirarme.

Lo he mirado de reojo sin que se de cuenta pero es un grave error porque cada vez que lo miro me lo encuentro mirándome relamiéndose los labios.

Cada vez que lo hace me vuela las hormonas.

Tranquila Amber, solo un pedazo más y dejarás de tenerlo cerca.

Bueno, no realmente.

Luego de un rato de ya tener nuestra área limpia, aprovechamos la vista para tirar fotos sobre el supuesto trabajo que tendremos. Saco fotos del resplandor del sol, de lo cerca que esta el atardecer, una vista increíble. Aprovecho el momento  en el que mis ojos se desvían a un punto donde se ve el sol y los arboles, algunas pajaritos pasando y el cielo totalmente despejado, sin una nube.

Capturo la foto y entro a galería contemplando las fotos he tirado.

—Psss.

Alzo la cabeza y lo veo sosteniendo el celular apuntando a mi dirección.

—¿No pensarás tirarme una foto cierto? Salgo horrible siempre —le digo a Dylan guardando mi celular en mis pantalones.

—No sales horribles, te he tirado como diez y haz salido bonita en todas —pero si no me he dado cuenta.

—Pues bórralas —le digo.

—No lo hare —agarra su celular.

—Pues te lo quitare yo —alzo una de mis manos poniéndome en puntillas pero ese estúpido alza su brazo mas arriba de su cabeza. Me agarro de su brazo pero tiene tanta fuerza que el brazo ni se mueve y puedo hasta balancearme en el.

No me he dado cuenta de que todos a nuestro alrededor se han ido, veo por detrás del poste de luz y mi mirada se centra en Tiffany quien esta al final del bosque con la funda negra en la mano.

¿Acaba de guiñarme el ojo?

¿Eso que significa?

Ella se va y dejo mi esfuerzo por tomar su celular, es imposible con su estatura de poste de luz.

—Me rindo —alzo mis manos en modo rendición y lo miro a los ojos. Lo cierto es que con todo y todo, sus ojos me siguen mirando con la misma profundidad y con la misma oscuridad de ayer en la noche.

Aun con su celular arriba abre la galería y me muestra una foto donde salí hermosa.

La foto es en el momento que me llamó, cuando voltee mi cara hacia donde me llamaban miro directo a la cámara.

—Estoy sexy en esa foto —le digo y guarda su celular en sus bolsillos volviendo a mirarme.

No me mires así que me derrito.

—Siempre estas sexy —me guiña un ojo y se va por donde los demás se fueron. Me quedo pensando un momento en lo que me ha dicho y de la nada sonrío.

Hasta que...

—¿Que haces por aquí esta niña tan preciosa y sola? —Joshua viene caminando hacia mi con ropa deportiva y las manos dentro de los bolsillos.