Capítulo 4

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Hoy es el último día antes de que lleguen los eldianos. Ayer estuvimos toda la tarde reunidos los ministros y yo para terminar de planificar algunos detalles. Amanda se encargará personalmente de su estancia y de llevarles a las sesiones que mantengamos. Mi hermano les explicará el funcionamiento de nuestro ejército, puesto que, al final del día, la razón de nuestra reunión es unir fuerzas. Seguramente también conocerán al Escuadrón de Élite.

Ahora mismo me encuentro en mi despacho. Tengo que ir a ver a Jon para discutir cómo vamos a hacer el comunicado a la población, un punto que me tiene sumamente preocupada. Me pongo en pie, me aliso el vestido verde y abandono mi oficina, cerrándola con llave a la salida. Según avanzo por los pasillos de piedra me topo con un reducido escuadrón de soldados, que nada más verme se ponen firmes con las manos derechas estiradas pegadas a la frente, dejando tiesos sus brazos izquierdos a sus costados. Todo con los pies pegados el uno al otro.

— ¡Buenos días, Primera Ministra! —Dicen todos al unísono y yo les devuelvo el saludo con la cabeza.

Prosigo mi camino, dejándoles atrás. Serpenteo por los corredores hasta hallarme, una vez más, frente a la puerta del despacho de Jonathan Masaveu. Hay dos hombres armados a cada lado de la puerta, cosa que hace dos días no había. "Como se nota que estamos a punto de entrar en guerra", pienso. La Sede Oficial del Gobierno siempre está protegida, por lo que usualmente no suele necesitarse protección extra.

— Primera Ministra, buenos días —Me saluda uno de los guardias que conozco. Su nombre es Brat y ha sido el encargado de la protección de Jon desde hacía casi diez años. Lo mejor de todo es que estuvo en mi misma promoción.

— Brat, déjate de formalismos —Le digo—. Necesito ver a Jon, ¿está ocupado?

— Está durmiendo la siesta, Primera Ministra —Responde el segundo guarda.

— Pero si son las doce de la mañana —Protesto y tanto Brat como el otro soldado se miran—. Dejadme pasar.

— El presidente nos ha ordenado impedir que se le moleste.

— Bueno, Brat, me importa tres mierdas lo que te haya ordenado el presidente —Le espeto al hombre, provocando que se ruborice de la vergüenza—. Es importante, relacionado con "Las Vacaciones".

"Las Vacaciones" es el nombre que se le ha asignado a la operación Paradis para hablar de la misma en lugares donde la información pudiera estar comprometida. Después de volverse a mirar entre ellos durante unos segundos, ambos guardas me conceden permiso para entrar. Abro la puerta y me encuentro a Jon tirado en el sofá roncando. "Cómo te viera la oposición ahora, estarías acabado", pienso.

Me acerco hasta el hombre y le doy una torta en la frente.

— Jonathan, despierta. Hay asuntos que tratar.

El hombre se retuerce un poco, pero permanece dormido. Pongo los ojos en blanco y le empiezo a sacudir molesta. Como veo que no se despierta, le agarro con fuerza del pelo, provocando que por fin abra los ojos. Tiene la barba mojada de baba.

— ¿Tú te das cuenta de que eres el presidente de la República Hispana? —Le cuestiono y el hombre me mira confuso, claramente sigue dormido—. Jonathan, mañana vienen los eldianos y tú estás tirado en el sofá como un percebe.

— Estaba echando una cabezadita.

— La hora de la siesta es a las cuatro de la tarde, no a las doce.

Dejo que Jon se incorpore y le señalo la barbilla para que se la limpie. El hombre se estira antes de ponerse en pie y dirigirse a su silla. Yo me dirijo a donde están las botellas de alcohol situadas, cojo un vaso y me sirvo un poco de whiskey.

Hispania (Erwin Smith FanFiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora