Capítulo 10

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Observo a Zineb, perpleja por lo que acaba de decir. Diría que se trata de una broma, pero la evidente emoción en los rostros de las dos jóvenes me hace descartar esa opción. Aitana y yo nos miramos, sin saber bien qué decir o qué hacer.

— ¿He escuchado mi nombre? —Jorge aparece en la puerta del comedor.

— ¡Sí! —Responde Gala entusiasmada—. ¡Tenemos invitados!

— No tenía constancia de este hecho —El hombre me mira confuso, puesto que normalmente le suelo alertar cuando alguien, aunque rara vez, viene a cenar a casa.

— Ni yo tampoco —Refunfuño, poniéndome en pie.

Estoy descalza, con el vestido arrugado y de muy, pero que muy, mal humor. Me dirijo enfurruñada a la puerta. Aitana va detrás de mí y no sé si lo hace para vigilar que no la lío o por mera curiosidad. Abro la puerta de golpe para toparme con Jonathan, quien tenía el puño en alto listo para llamar. Los eldianos esperan abajo de las escaleras del porche y los más jóvenes me miran sorprendidos.

— ¡Miriam! —Exclama Jon con una amplia sonrisa.

— ¿Qué cojones crees que haces, Jonathan? —Le espeto, pero su expresión de felicidad no flaquea—. ¿Qué hacéis aquí?

— Venimos a cenar.

— ¿Invitados por quién, exactamente?

— Por mí, el presidente de la República de...

— Es mi casa, no la tuya —Le corto tajantemente. Los invitados no-invitados parecen percatarse de mi evidente enfado, y a jurar por alguna de sus caras creo que acaban de darse cuenta de que han aparecido por sorpresa.

Aitana pone su mano sobre mi hombro en un intento por calmarme. De no tenerle tanto aprecio a Jon y de no tratarse de mi superior ahora mismo le estaría corriendo a patadas y cagándome en sus muertos.

— Voy a mi casa a por algunas sobras ya que creo que a Jorge no le va a dar tiempo a preparar tanta comida —Informa Aitana, abriéndose paso entre nosotros y entre los recién llegados.

Analizo la situación y respiro con profundidad, tratando de hallar cordura. Les indico que pasen, aunque sin ningún ápice de entusiasmo, haciéndome a un lado. Todos entran y para cuando Jonathan va a hacer lo mismo le agarro con fuerza del antebrazo. Zineb y Gala saludan muy emocionadas a los recién llegados y les piden que tomen asiento. Una vez les veo desaparecer por la puerta del comedor me giró para mirar al hombre.

— Explicaciones, ya.

— He considerado que después de la tensa reunión de hoy no nos vendría nada mal pasar algo de tiempo todos juntos, sin burocracia de por medio —Me responde y la calma con la que lo dice todo solo me hace enfadar aún más. Le quiero mucho, pero reconozco que posee un talento innato para sacarme de quicio.

— ¿Y no se te ha pasado por esa cabecita tuya que sería buena idea avisar a la anfitriona de que va a tener visita? —Le suelto el brazo y cruzo los míos. Suficiente tengo ya como para que encima los problemas llamen a la puerta de mi casa sin advertencia alguna.

— Te reconozco que se me ha olvidado.

— ¡No me digas! ¿Enserio? —Le refuto con sarcasmo, haciéndole sonreír, lo cual solo logra ponerme de peor humor.

Para cuando iba a decirle algo más, Zineb aparece por el pasillo.

— ¿Todo bien? —Pregunta.

— No —Respondo.

— Sí —Dice Jonathan. Le fulmino con la mirada.

El presidente me deja colgada en la puerta de mi propia casa para reunirse con el resto. Aprieto la mandíbula y escucho unos pasos, es Aitana cargada con dos bolsas. Ambas nos adentramos en la estancia y cargo yo el peso por ella, quien parece estar agradecida de descargar los brazos. Me dirijo a la cocina para encontrarme con un Jorge estresado.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2022 ⏰

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Hispania (Erwin Smith FanFiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora