C a p i t u l o 26

37 5 12
                                    

—¡Hey! —Jason me toma por él brazo, viéndome— ¡Te puedes caer! —mira hacia él frente, luego vuelve a mirarme—no creo que quieras ver a Elizabeth con un gran moretón en tú frente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Hey! —Jason me toma por él brazo, viéndome— ¡Te puedes caer! —mira hacia él frente, luego vuelve a mirarme—no creo que quieras ver a Elizabeth con un gran moretón en tú frente. ¡Luego van a decir que te golpee!

—¿Jason él golpeador? —bromeo, él me pone su peor cara— tienes razón, no lo podría ocultar ni con maquillaje.

—¿Qué harías sin mí? —pregunta, viéndome.

Estamos a punto de entrar al avión, para ver a la pelirroja después de tanto.

—Eso me pregunto todos los días de mi vida —bromee— estaría muerta, probablemente.

—Me encanta tú buen humor —rueda los ojos.

—Y a mí me encantas tú —le doy un beso en la mejilla.

—¿te pasa algo? Estos días has estado de buenas.

Eh, vale, hora de evitar el tema.

—¿Ya te conté que me dan miedo los aviones? —cambie drásticamente de tema— las alturas me aterran.

—No tengas miedo —tomo mi mano— no mientras estés conmigo.

—No sueltes mi mano, nunca, por favor —pedí, viendo al pelirrojo a los ojos.

A veces tus momentos de cursilería no son tan malos.

—No tengo planeado soltarla.

Y ahí, en medio de un avión con destino a Londres, con cientos de desconocidos, y Jason recostado a mi izquierda, me di cuenta de algo.

No necesitas a alguien para estar completa. Solo necesitas a alguien que te acepte completamente.

Varias horas después.

Yo: ¿Ella sigue dormida? Acabamos de llegar.

Mando ese mensaje, pero la respuesta del chico no llega en ningún momento.

—Vamos, —habla él pelirrojo, tomando mi mano— las maletas ya están en él auto.

—¿Cuándo llegaron? —pregunta Adrián susurrando— creí que llegarían más tarde.

—Si, todos creímos lo mismo —murmura Abby, viéndose las manos— ¿Dónde está la cumpleañera?

—No se si lo recuerdes —Jason la ve— pero también es mi cumpleaños.

Oh. Je, je, je.

Se te olvido.

—Podrían dejarse de estupideces —él que habla ahora es Max, dando un par de pasos al frente

—¿Puedes dejar los nervios de lado? —pregunto, viéndolo, arqueando una ceja— y calmarte.

—¿Dónde está Elizabeth? —pregunta él, hacia él pelinegro.

UACEN | Amarte es poco [En Proceso]Where stories live. Discover now