C a p i t u l o 31

27 4 17
                                    

—¿Te encuentras bien? —pregunta Elizabeth, entrando a la habitación, la miro mal— uh, no, no te vez nada bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Te encuentras bien? —pregunta Elizabeth, entrando a la habitación, la miro mal— uh, no, no te vez nada bien.

—Vaya, gracias por recordarme lo mal que me veo, cuñadita —sonrió con la boca cerrada— creí que, con tener a Max recordándome que luzco fatal cada cinco minutos.

Él Estúpido que anteriormente había mencionado —siempre que él podía— que, o me miraba fatal, o me miraba muy bien. Siempre, en cualquier ocasión, él maldito me hacía llorar.

¿Qué fue el mal que yo hice para tener un primo como él?

Nacer, cariño, solo eso.

¿Sabían que tengo al más grande gilipollas como primo, que todos los días se encarga de recordarme lo mal que luzco?

—No, no digo que luces mal, ejem... luces genial, y todo eso —carraspea incomoda, le pongo mi peor cara, fingiendo estar molesta— te ves genial.

Finaliza con una pequeña sonrisa llena de inocencia.

Esa es una de las cosas que mas amaba de los hermanos Lodge —en especial de Elizabeth— que siempre, trataban de corregir las cosas, fueran malas o buenas.

Con Jason es un poco diferente que con Elizabeth, su orgullo y terquedad no se lo permitía.

Pero para suerte de todos...

O desgracia de muchos...

Se consiguió una prometida mucho mas terca y orgullosa que él.

—Parezco un cerdo muy gordo —lloriqueo, viéndola— que en cualquier momento va a explotar.

Además de terca y orgullosa, también te falto exagerada.

—No, es decir, si, pero... creo que es normal. —hace una pausa— Estás embarazada, es normal engordar y todas esas cosa, así voy a estar yo también.

Al notar que, había utilizado una mala conjugación de palabras —dando a entender otra cosa— empezó a enrojecer preocupantemente, su piel pálida empezaba a tornarse de un color escarlata, sus ojos se abrieron exageradamente, mientras empieza a negar rápidamente.

—¿Estás embarazada? —pregunto, sin poder evitar reír.

Me encanta poner a las personas nerviosas.

—¿Quién esta embarazada? —entra Abby, asomando su cabeza por la puerta.

Mirando a Elizabeth con los ojos entrecerrados. La antes mencionada, cada vez se pone mas nerviosa.

—Elizabeth —murmuró, divertida.

La pelirroja abre sus ojos —aún más— y empieza a enrojecer, ¿le está pegando un infarto?

—¿estas embarazada? ¿Cuántos meses tienes? —observa su abdomen sin ningún disimulo, frunciendo el ceño— ¿Cuándo supiste que estabas embarazada? ¿Quién es él papá? —hace una pausa, en donde ella misma, suelta una risita demasiado impropia— bueno, eso es algo mas que obvio, ¿Adrián ya lo sabe? ¿Cómo reacciono?

UACEN | Amarte es poco [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora