𝑇𝐻𝐸 𝐹𝐴𝐿𝐶𝑂𝑁 𝐴𝑁𝐷 𝑇𝐻𝐸 𝑊𝐼𝑁𝑇𝐸𝑅 𝑆𝑂𝐿𝐷𝐼𝐸𝑅 ||BL||

𝑂𝑙𝑜𝑟.

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[𝐵𝑢𝑐𝑘𝑦 𝑥 𝑍𝑒𝑚𝑜.]
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Todo empezó en esa celda.

Esa celda que estaba Helmut Zemo, uno de los hombres más peligrosos del mundo, que hizo lo que nadie pudo hacer con solo usar su mente aunque se lo que más les sorprenden al leer su historial es su segundo género: Omega.

No encajaba en nada, su físico, ni su olor pero es último fue ayuda de los surpresores por eso los vengadores no se dieron cuenta en su momento. Zemo de preocupaba al principio estar en una prisión donde algún alfa pueda aprovechar, algún guardia o compañero de cuarto, al final estaría solo en su celda y los guardias solo le darían la comida desde afuera, eso lo alivió mucho.

Siempre creyó que saldría de ahí, no importaba el tiempo o las circunstancias pero siendo sinceros en ningún momento pasó por la mente que dos vengadores necesitarían su ayuda y terminaría siendo un "equipo".

Ahora Bucky se encontraba en la pequeña barra de la sala del cuarto donde se hospedan mientras buscaban señales de Karli. No tomaba nada, solo apoyaba sus brazos sobre la mesa, mirando fijamente hacia el cuerpo del Sokoviano, este esta inconsciente por el golpe del escudo, lo hubiera dejado tirado pero Sam no lo permitía.

Sam se fue hacer unas cosas que no le tomó atención su compañero, dejándolos solos. El ex soldado, volvía a respirar hondo, disfrutando el olor frutal que está en el aire. No entendía como ese peligroso villano puede ser un Omega, en sus tiempos, esa raza se dedicaba estar en casas, haciendo los deberes del hogar y educar a los cachorros, y ahora tienen derechos, terminar sus estudios, trabajar, no tener una marca si no querían, tenían voz y más derechos que antes.

A veces le sorprendía lo mucho que cambió el mundo.

Un sonido por parte de Zemo saco los pensamiento del contrario, este último se acerca con un vaso con agua y un trapo mojado. Se miran a los ojos, uno adolorido y confundido, el otro con seriedad mientras extendía las cosas.

Zemo: ¿Qué me pasó?

Bucky: eso debería preguntar yo.-el ruso agarra el vaso y el trapo para colocarlo en la frente. El ex soldado se sienta sobre la mesita del centro y junta sus manos.-¿No crees que fue estúpido lo que hiciste?

Zemo: ¿Y arriesgarme a que haya otros super soldados por ahí? No gracias.-hace una mueca, tomando un sorbo de su bebida, se sentía algo incómodo por la mirada del Alfa hacia su persona, también su olor que de cierta forma se hace un poco más fuerte.-¿Responderás a mi pregunta?

Bucky: solo vi que Walker estaba contigo.-el Sokoviano solo mira en un punto fijo, parecía estar en su mundo y eso le intriga al alfa.-¿Qué pasa?

Zemo: presiento que no destruí todo el suero.-susurra, apenas llegaba en los oídos del contrario, se sienta en el sofá para mirarlo mejor.-¿Y Sam?

Bucky: eso no te importa y trata de controlar tu maldito feromonas, está por todo el lugar.

El Sokoviano no entendía el enojo de ese hombre, no es la primera vez que su olor se volvía intenso, ya debería estar acostumbrado. Bucky se levanta, acercándose a la ventana para abrir y hace lo mismo con la otra ventana, no quiere admitir que le empezaba a gustar y no quería que nadie más lo disfrutará.

Sam: oh dios.-exclama al ingresar a la sala, sentía varios olores golpeándolo como bofetadas, uno le atraía mucho pero lo otro dice que se alejara si no quería terminar muerto. Se tapa la nariz y frunce el ceño.-¿Por qué mierda en este cuarto hay muchos feromonas?, ¿No se puede aguantar par de calenturientos?

Bucky: Sam.-lo miro como casi suplicando por lo que dirá en lo siguiente.-cállate.

Falcon se acerca hacia su compañero de trabajo, mirando de reojo al criminal quien avergonzado se recuesta en el sofá.

Sam: ¿Qué hacían?-susurra, ya se estaba sintiendo algo mareado por tanto olores juntos.-¿Bucky?

Bucky: ese idiota.-gruñe, pasando su mano en el rostro, su frustración a aumentado.-deja salir su aroma como si necesitará un alfa.

Sam: acuérdate que vivía con pastillas para esas cosas y caras por que se consiguen en el mercado negro.-el ex soldado levantan una ceja por la dicha información que desconocía hasta ahora.-¿Qué?, ¿Creíste que no sabría sobre lo que hacía?

Zemo: ¿Podrían dejar de hablar como si no estuviera aquí?

Sam: no hables.-ordena mientras se aleja y levanta una mano como forma de despedida.-voy a buscar la cena, estás a cargo Bucky.

El ex soldado iba a quejarse pero el de color ya se fue, suspira hondo, mirando al criminal quien hace su típica sonrisa, gruñe mientras se sienta en un sillón individual y cruza los brazos sin dejar de mirar mal al Omega.

Bucky: falta poco para que te vengan a buscar.

Zemo: ¿Qué?-deja el trapo húmedo a un lado y se levanta con suavidad.-¿Te preocupas por mí?-era como un animal, analizando su presa. Bucky se tensó un poco cuando el Sokoviano se sienta en sus piernas pero no hace nada, no podía, su alfa lo estaba disfrutando.-si que eres tierno.

Bucky: ¿Zemo?

El nombrado solo se coloca en la piernas del contrario sin dejar de sonreír, no entendía que le pasaba por la mente al Omega pero debería tener cuidado. Zemo se inclina un poco, rozando sus labios con los suyos, sus respiraciones chocan y no se apartaban la mirada del otro.

Zemo: ¿Sabes?-susurra, acariciando la mejilla del ex soldado, este último solo mantiene su mirada serio.-no sé si el destino quería que ambos termináramos así pero no crees que de tanta tormenta de hace años, nos merecemos tener unas vacaciones ¿No?

Sam: ¡¿Qué mierda está pasando aquí?!

Ambos miran a Falcon quien soltó la bolsa, literalmente se fue por cinco minutos ya que el tipo lo esperaba abajo con la orden, pensó que no iba a pasar nada, son profesionales y aunque sea Omega, nada cambiaría pero al ver su compañero debajo de Zemo, hizo cambiar su expectativa.

El Sokoviano solo se limitó a soltar una leve risa antes de alejarse de Bucky e ir al cuarto para dejarlos solos. El ex soldado solo escoge los hombros, restando importancia al asunto pero para Sam es lo contrario, se agacha para agarrar la bolsa donde contiene la comida y rezaba que no se haya arruinado por el golpe contra el suelo.

Sam: ¿Algo que decir?

Bucky: ¿Qué te digo?-se recuesta, poniendo los brazos sobre el respaldo y cruza las piernas, sonriendo de lado.-atraigo a cualquier Omega.

El de color solo niega con la cabeza, caminando hacia la cocina, no pensaba hablar mas del tema por que terminaría más traumado de lo que estaba. Bucky al ver que no le presta atención, borra su sonrisa y mira en un punto fijo, no podía creer que cayera así, no iba a negar que le gustó pero es el enemigo, uno peligroso.

Aunque tenga ese olor que lo hace enloquecer,

tiene una misión que cumplir.