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(Editado)

Voten y comenten mucho sino ya no subiré diario 💔😔

🫀🫀🫀
—K e r e s—
(rey de Luthier)

Esa misma tarde, a cientos de kilómetros de distancia del barco pirata, se encontraba otro barco, tal vez un poco más pequeño, pero mucho más elegante, pintado de negro y adornado con oro blanco, con la bandera de Luthier chocándose contra el viento, un barco lleno de guardias uniformados, y unos cuantos esclavos, con cadenas en muñecas y el cuello, hombres y mujeres  que carecían de las ropas que al resto de tripulantes les sobraba.

El pelinegro miró fijamente al horizonte, donde el sol tocaba el agua cristalina del mar, jamás desvió su mirada de aquel punto, ni siquiera cuando Eykhe llegó a un lado suyo.

-Su majestad.-saludó la peliblanca, entregándole una copa de vino negro, originario de Eptum.

-¿Cuanto falta para que arribemos a Eptum?-preguntó, tomando la copa de plata y llevándola a sus labios.

-Cuatro días.-respondió dándole un trago a su propia copa.

-Más te vale que este viaje no haya sido en vano Eykhe, sabes lo mucho que odio viajar en barco...y tan cerca de los esclavos.-gruñó con desagrado, dando un trago largo, mientras miraba enfadado a uno de los esclavos que limpiaba la cubierta. La joven sonrió, mirando su oscura bebida.

-Le aseguro que encontraremos lo que buscamos, su majestad.-respondió segura.

-Sabes que no te permiten entrar en Eptum, ¿como planeas que encuentre las escrituras sin ti?-preguntó serio.

-Oh, Keres.-murmuró con una sonrisa divertida.-Pareciera que no conoces a tu bruja personal.-El pelinegro la miró.-Robé este anillo justo antes de huir de Eptum.-dijo, mostrándole uno de los muchos anillos sobre sus dedos.-Con esto encontrarás sin problemas las escrituras.-el joven la miró durante unos largos dos minutos en completo silencio.

-Bien.-respondió, lanzando la copa vacía detrás suyo, sin importarle la posibilidad de golpear a alguien.-¿Y tu que harás?

-Yo buscaré el mapa.-susurró, dejando su copa medio llena sobre el borde del barco.-Una vez que encuentres las escrituras, deberás deshacerte de ellas. No queremos que nadie más encuentre la manera de romper el hechizo.-Keres asintió, regresando su mirada al mar.

-Eso ya lo sé.-respondió serio.-¿Cómo es el mapa?-cuestionó el pelinegro, tomando la copa de Eykhe, la joven sonrió.

-No lo se.-susurró.-Cuando lo vea, lo sabré.

-¿Es lo que te han dicho tus sueños?-preguntó, entregándole a Eykhe su copa, después de darle un trago.

-¿Alguna vez se han equivocado?-regresó con una gran sonrisa cómplice.-Mis sueños te han traído aquí, mi rey.

Keres asintió, dándole la razón.

Después de la aparición de Eykhe en su vida casi ocho años atrás, ella le entregó la clave para ser rey, juntos habían asesinado al padre de Keres de forma que fue imposible señalarlos. Desde entonces, ella había sido su mano derecha, era la única persona en la que él confiaba, después de Orgoor.

Lo que era una pena, porque ella era igual o tal vez más cruel que él.

Eykhe era la hija de Vichiiade Seguen, uno de los magos más poderosos, sabios y justos del reino de Eptum, que también era un miembro muy importante del consejo del reino oscuro, su familia había sido una parte crucial de ese consejo durante siglos.

Pero, en una mala jugada del destino, su única hija, se convirtió en la primer bruja oscura del reino de Eptum, también, era la única en la historia que había sido exiliada.

Tras haber permitido que el deseo de poder y la avaricia se apoderaran de su ser, Eykhe robó una de las cinco piedras sagradas de luz que proveían de su magia a los ciudadanos de Eptum, la gema, que solía ser tan brillante y blanca como la luz de la luna, perdió su color en cuanto tocó las manos de Eykhe, convirtiéndose en un rojo tan oscuro que podía confundirse con el negro.

En cuanto Eykhe huyó de Eptum, tomó un largo camino hasta Luthier, en busca del príncipe que probablemente compartiría ideales con ella.

En cuanto sus ojos se cruzaron con los ojos llenos de lágrimas de Keres en aquel campo de batalla, se arrodilló frente a él, intentó limpiar la sangre de su cara mientras le juró eterna lealtad después de mostrarle un poco de su poder, él no pudo negarse.

No cuando podía ser el único rey que caminase con una bruja poderosa a su lado, la única que podía usar su magia sin la amenaza de un castigo, la única que podía asesinar a cualquier criatura que quisiera, sin la posibilidad de que su magia fuera arrebatada. No mientras la gema que colgaba de su cuello se mantuviera bajo su posesión.

Keres desvío su mirada hacia Eykhe y dejó una rápida caricia en su mejilla, mientras ella lo miraba fijamente a esos profundos ojos rojos como la sangre, con diminutas motas de color dorado como el sol y esas extrañas pupilas verticales. Era tan hermoso como despiadado.

-Cuando tenga el corazón en mis manos, tu y yo, reinaremos el mundo entero.-murmuró, el pelinegro. Mintiendo sin que ella lo notase.

Eykhe le sonrió ladinamente.

Bien, la verdad fue en busca de Keres después de robar la gema solamente porque estaba terriblemente enamorada de él, su imagen se había presentado en sus sueños desde que tenía memoria, al igual que momentos al azar de su vida...así fue como Eykhe se enamoró de un príncipe que jamás podría amarla a ella.

🫀🫀🫀

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The goddess' heart 🫀 beta versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora