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🫀🫀🫀
—M a v r a—

Habían pasado dos horas desde que había subido a la cubierta y todo lo que había hecho era mirar fijamente el mar, apoyando sus brazos sobre la barda de madera.

Todos los que le lanzaban miradas de curiosidad lograron ver la tristeza en sus ojos mientras el inmenso océano se reflejaba en ellos.

Soltó un suspiro al ver a los delfines nadar a la distancia en completa libertad.

-Hermoso, ¿no?-preguntó Devon sonriente, mordiendo una manzana. Mavra rodó los ojos y se alejó de él.-A veces me pregunto si el cuento del reino de las sirenas será real. De ser así, debe de ser genial allá abajo, ¿no crees? Una ciudad acuática.

Mavra lo miró con el ceño fruncido.

¿Cuento? Se preguntó mentalmente que sería aquello.

-¿Quieres una manzana?-preguntó el chico después de un incómodo silencio en el que Mavra solamente lo miró fijamente.

-Aléjate, pirata.-gruñó regresando su mirada al mar, el pelinegro se encogió de hombros y fue hasta un pequeño grupo de piratas que la miraron.

Todos habían estado mirándola desde que el capitán de los idiotas la llevo a la cubierta. Ella sola inventó el nombre.

La estudiaban, miraban fijamente los dibujos de su cuerpo que la camisa dejaba a la vista, los cortes y moretones que los acompañaban y se detenían mucho más mirando su rostro, los profundos rasguños de su mejilla y sus ojos.
No se había mirado a sí misma aún, así que desconocía que apariencia tendrían sus ojos...o su cara, o su cuerpo, no quería verse de esa forma.

Suspiró ligeramente al sentir una presencia a su lado, ni siquiera tuvo que girarse para reconocer a la persona. Al menos conservaba algo de su increíble audición, mejor que la del oído humano.

-Creí que necesitarías curar tus heridas.-murmuró la pelirroja, apoyando su espalda contra la borda despreocupada, sosteniendo una botella oscura en su mano.

-Sanarán solas.-respondió fríamente, sin apartar su mirada del frente.

-Sufre entonces.-se encogió de hombros.-Una chica bonita como tu debería estar preocupada de todas las cicatrices que dejarán esos cortes.

Mavra cerró los ojos e inspiró la brisa del mar.

-Las cicatrices son señal de fuerza y victoria.-respondió en voz baja aquella frase que escuchó miles de veces en su vida, cada vez que se ganaba una herida profunda en una pelea.

Rhys la miró fijamente durante unos segundos que parecieron eternos.

-Ehhh...claro...-murmuró con los ojos entrecerrados. Nunca había escuchado a nadie decir eso, y ella había ido a cientos de lugares.-¿De que reino dijiste que eres?

Mavra miró la forma en que el agua chocaba contra el barco.

-Lejos...-susurró, arrugando ligeramente su frente en gesto de tristeza.

Rhys suspiró, sentándose de un salto sobre la barda de madera, de espaldas al mar sin miedo a caer, le dió un trago a su cerveza y miró a Mavra.

-Estás asustada, lo entiendo...-susurró, apoyando sus codos sobre sus rodillas, Mavra arqueó una ceja.-Estas en un barco pirata rodeada de hombres...y yo.-rió ligeramente.-Pero lo entiendo. Solo quiero que sepas que ninguno de los piratas de este barco es tan malo como crees.

»La mayoría de nosotros fuimos esclavos desde que éramos niños, crecimos siendo golpeados, humillados, violados y un montón de cosas innombrables...Llyr nos dió el mejor regalo del mundo que ninguno de nosotros si quiera pudo imaginar.-suspiró mirando al cielo.-...Llyr nos obsequió la libertad y la mayor parte de nosotros le juramos lealtad, los que eligieron irse ahora pueden vivir la vida que ellos decidan, porque cuando eres un esclavo no tienes permitido pensar por ti mismo, solo sirves por y para tu amo.

Mavra la miraba curiosa, ya que no terminaba de comprender el concepto de esclavo , jamás había visto algo así en su vida, claro que sonaba terrible y no le sorprendía que los humanos fueran los únicos que practicaban algo tan cruel como privar de libertad y decisión a una persona, a un niño.

-Se qué tal vez piensas que es un desagradable y despiadado hombre, pero no lo es, solo le importa mantenernos a nosotros y a Melian a salvo.

La pelinegra la miró rápidamente ante la mención de ese nombre, lo había escuchado antes, cientos de veces, llamando a gritos a su humanito.

-Es un ladrón y asesino.-le recordó Mavra sería. Rhys asintió.

-Los piratas nos ganamos la vida robando y si de vez en cuando hay que matar a unos cuantos seres humanos deplorables a mi me parece genial, es un premio doble.-rió, esperando que Mavra al menos sonriera por su chiste.

Pero no. Solo se quedó en silencio con su semblante serio.

-No es lo único que matan los piratas.-gruñó obvia, apretando las muñecas, sintiendo como la cuerda se tensaba más contra sus muñecas.

Rhys la miró desconcertada durante unos segundos, hasta que pareció comprender lo que Mavra había inferido.

-¿Hablas de las sirenas? ¿Esas plagas desagradables?-preguntó, Mavra apretó los dientes furiosa.-¿Como puedes ponerte del lado de esas cosas tan horribles? Son unas sadicas.

-No hables conmigo, pirata.-gruñó, alejándose un paso de ella.

Rhys rodó los ojos.

-Me preguntó cómo alguien que fue castigada por asesinar a alguien y no mostrar interés puede defender la innecesaria existencia de esas criaturas que parecen ser un error de los Dioses.

-Las sirenas no le roban la libertad a otras sirenas.-respondió mordaz.-Ni a nadie más.-miró fijamente a la pelirroja.-¿Que clase de ser tan estúpido y subdesarrollado haría algo tan malo y cruel en contra de su propia especie? Solo los humanos son capaces de ello.

Rhys apretó los labios, inconscientemente rozó la enorme cicatriz de quemadura en su mejilla que fue causada al quemar el tatuaje que la convertía en propiedad de la familia Ryuulkig.

-Quienes son el verdadero error de los Dioses definitivamente no son las sirenas. Incluso n...les obsequiaron la juventud y belleza eterna.-corrigió rápidamente el 'nos' que estuvo a punto de escapársele.-En cambio a los humanos...no. Asesinan y encadenan a cualquier especie que se cruce en su camino. Sin mencionar esa absurda tendencia a matarse en masa entre ellos y la debilidad que tienen ante enfermedades diferentes a las que no sobreviven. Me parece que los Dioses quieren enmendar su error y deshacerse de los humanos.

Rhys miró pensativa y seria a Mavra y se alejó de ella sin decir ni una sola palabra más mientras bebía un trago de cerveza.

🫀🫀🫀

K opinan?

No se si me gustó xq parece de relleno 😩😩😩

The goddess' heart 🫀 beta versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora