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(Editado)

🫀🫀🫀
—L l y r—

Llevaban navegando un día entero, intentando encontrar lo que fuera que el cachorro hubiese encontrado, olfateado o escuchado, no paró, ni siquiera durante la noche, a pesar de que no se escuchaba absolutamente nada, ni siquiera el chocar de las olas, esa noche el mar había estado completamente calmado como rara vez ocurría.

Llyr durmió, o mejor dicho, intentó dormir junto a Melian, que roncaba en paz con unos ligeros rasguños en sus mejillas y brazos, juraría que el niño había sido el único que pudo dormir con ese nivel de paz.

También juraría que era el único que pudo dormir, pues el perro se la pasó ladrando hacia la nada, aullando hacia la luna y chillando hacia el oscuro mar toda la noche, sin parar. Ni.un.solo.minuto.

Estaba comenzando a considerar que el perro estaba defectuoso.

Durante la tarde, cuando el sol estaba cerca de ocultarse fue la hora de comer, mientras Deelhu y Zilhan servían los platos, algunos comían de pie mientras otros habían preferido sentarse sobre la borda o el suelo, se escuchaban conversaciones por todos lados, acompañadas del violín alegre de Kheriss y los cantos moderados de  otros dos hombres.

Melian estaba sentado sobre un bote de madera lleno, mientras Llyr lo miraba fijamente esperando a que terminara de comer. De una forma demasiado irónica, Melian no era un gran fan del pescado.

Incluso el cachorro se encontraba comiendo, movía su cola de un lado a otro alegre mientras engullía un plato lleno de sobras.

Se detuvo abruptamente, alzó las orejas y corrió hasta la borda ladrando.

-¡Ese estupido perro me tiene harto!-gritó alguien desde lejos, recibiendo varias respuestas coincidiendo con su comentario.

Llyr miró fijamente al perro, curioso por la forma tan desesperada en la que parecía querer trepar por la borda.

Caminó lentamente hasta él, mientras a sus espaldas Melian lanzaba discretamente su pescado de vuelta al mar con un gesto de desagrado.

A mitad del camino, escuchó el gritó de uno de sus tripulantes.

-¡Miren ahí, el perro no está idiota!-gritó, señalando un pequeño conjunto de rocas.

Todos llegaron a la borda en menos de treinta segundos, notaron un movimiento extraño que despertó la curiosidad de todos, entonces, unos pocos sacaron sus propios catalejos de sus bolsillos, Llyr le arrebató el catalejo al chico a su derecha sin siquiera mirarlo.

Posó su ojo en la lente y apuntó a las piedras, abrió la boca con sorpresa.

-¡Es una mujer!-gritó uno a la distancia.

-¡Direccionen el barco hacia ella!-ordenó Llyr en un grito.-¡No se acerquen demasiado...podría ser una trampa!

Los piratas no tardaron en moverse por la cubierta con rapidez, mientras Melian los mirada con su rosada boca abierta con admiración y Llyr se quitaba la gabardina de piel.

-¿Que crees qué haces?-preguntó Rhys seria, tomándolo del brazo.

-Iré a ayudarla.-respondió obvio, regalándole una pequeña sonrisa, mientras se quitaba el cinturón correspondiente a la funda de su espada y a la misma en cuestión.

The goddess' heart 🫀 beta versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora