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--> ¡Hola! La linda y hermosa Saky D. que no me deja abandonar y me impulsa, y su servidora les traemos la continuación de esta historia esperando que la disfruten... Sin más los dejamos para que lean con calma <--



— Bueno Sanji, dime, ¿Cuántos meses tiene tu novia? — preguntaba confiadamente la preciosa chica pelando unas manzanas.

— Aaaaa, según nuestro medico, son... — interrumpió el rubio la preparación de la harina para el pay, entre la conversación el estómago de la joven gruñó, así como el propio, algo fuera de lo común; de ese modo él se ofreció a preparar comida. Así entretanto ellos conversaban, el padre de Vivi merodeaba la casa por las afueras sin descuidarse de su hija y su nieto, no es que el joven tuviera una finta peligrosa, simplemente la alerta de padre se mantenía activa; así mismo su bebé de 2 añitos dormía cómodamente en su cuna. — 18 semanas, si eso dijo. — completó Sanji su oración luego de ver todos esos mínimos aspectos que, para alguien como él no pasaban de largo.

— ¡Oh vaya! — expresó la joven contenta. — Están casi a la mitad del embarazo.

— ¿A la mitad?

— Si, las 20 semanas es la mitad, solo cuida mucho las amenazas de aborto y los dolores en la cadera, así mismo el sexo. — sonrió picara ante el sonrojo del rubio.

— ¡Vivi-Chan! — musitó sacando un pocky y colocándolo en los labios.

— Ay por favor, no me dirás que nuestros hijos son causa del espíritu del océano, ¿O si?

— Pues no pero...

— Bueno, solo para que lo tengas en cuenta, el semen es peligroso en las amenazas de aborto, deberías de preguntarle acerca de eso a tu médico.

— Lo haré Vivi-Chan.

— Muy bien, ¿Algo en particular que quieras saber?

— Pues son muchas cosas que no sé ni por donde empezar. — respondió el rubio retomando su labor, y terminando las preparaciones para el pay, todo delante de la vista de la joven, estaba embobada con verlo desfilarse en la cocina.

— Bueno, sí duele. — mencionó ella. — Es lo primero que me preguntan, "¿Te dolió cuando lo tuviste?" y si, la respuesta es si, duele peor que cuando te fracturas un hueso.

— Oh... — respondió recordando todas las peleas previas, el dolor en cada una de ellas, las lesiones que toleró y sonrió complacido de saber que si podría dar a luz sin tanto sufrir. Al menos eso pensaba.

— Los antojos, en algunas ocasiones son de lo más extraños Sanji, en serio...

— ¿Los antojos? — él no comprendía bien de que hablaba.

— Si, son peticiones extrañas de comida que quizás te parezcan grotescas, pero ella las amará. — le mencionaba; eso de inmediato le recordó a Zoro y su antojo por la zanahoria con chocolate.

— ¿Puede comer dulce aunque nunca antes lo haya echo? — preguntó curioso.

— ¡Si, y lo amará si al bebé le gusta!

— Eso no lo sabía, que curioso...

— ¡Lo curioso! — le interrumpió. — Es que te puede pasar, ya sabes, por ser el papá. A mi esposo le dieron y fue divertido verlo comer cosas picantes al grado de cambiar a color rojo, jajajajaja... — se reía abiertamente la joven.

— Bueno, solo me ha pedido zanahorias con chocolate. — respondió el rubio terminado con el pay y metiéndolo al horno.

— ¿Solo eso?

Candy Cotton BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora