Un Amor Eterno (Harco)

20 Reunión Pactada.

La noticia de la sangre pura. Es un honor para nosotros dar a conocer el hermoso compromiso entre dos grandes herederos.

El joven heredero, hijo único. El joven mago Edrick Damián Prince, heredero de la noble y ancestral casa Prince. Está comprometido con el joven mago, Draco Lucius Malfoy Black. Heredero de las nobles y ancestrales casas Malfoy y Black.

La comunidad mágica de sangre pura, afirma que el joven Edrick ha demostrado ser digno de confianza. Un joven prodigio y una gran persona. Luego de un atroz incidente, el joven Ronald B. Weasley, será un mago al servicio de la familia Prince-Malfoy. Después de un magnífico duelo de parte del joven heredero Prince.

El joven Weasley, intentó matar a Draco Malfoy novio y actualmente prometido del joven Edrick.

Señoras y señores, es momento de comenzar a ver al heredero Malfoy como el futuro Lord Prince. Bien, los sangre pura y los magos amigos de este hermoso compromiso, dentro de poco se hará una reunión, para dar conocimiento acerca del matrimonio, fecha próxima a matrimonio y los planes que ambos jóvenes tienen.

De momento es todo.

Rita Skeeter.

Ese día en la mañana El Profeta había dado la noticia del año. Si bien es normal que entre las familias de sangre pura se arreglen matrimonios o se enamoren entre sí, es una azaña conseguir algo así, dos jóvenes de primer año en compromiso y con la aceptación así.

Draco, despierta. -Edrick entró a la habitación de su prometido, donde lo vio perfectamente vestido y listo para dejarlo ciego con tanta hermosura. Agradeció con una sonrisa que su padre le curara la vista cuando tenía unos días después de haber llegado con él.- El príncipe Draco, aquel que ama dormir, ha despertado.

Edrick. -Draco le sonrió, mientras se ponía la pulsera que su novio le había dado el día anterior.-

Vamos, mi padre y el tuyo tienen que hablar con nosotros. Tu padre ha logrado contactar a Voldemort y según mis fuentes, intentará ingresar a Hogwarts. -Edrick abrazo a Draco.- No quiero hacerlo, pero...

-Al ver que Edrick dudaba en hablar, lo abrazó, sabiendo que a veces llora en silencio.- Dime, sabes que puedes contar conmigo.

Gracias. -Sonrió y siguió con su relato.- Dumbledore quiere... bueno sabes quien soy yo... ¿verdad?

Si, pero ese no eres tú. Tú eres Edrick Prince y nadie tiene porque saber tu otra identidad, además eras muy pequeño y tu cicatriz fue borrada gracias a las pociones de tu padre. No te preocupes, ni mis padres, ni yo diremos algo. Además contigo se han olvidado de ese niño. -Abrazo a Edrick.-

Si, pero Dumbledore quiere que haga efectiva la profecía, por suerte, no es obligación. Pero quiero dejar a salvo. Hablaré con Voldemort. Conmigo tendrá un aliado fuerte, siempre y cuando me haga el juramento. -Edrick abrazo a Draco.-

No te preocupes. Mi padre dice que podemos confiar en su palabra, pero también está dispuesto a traicionarlo, si eso garantiza nuestra salida. -Draco abrazó a su novio, sólo el puede derrotar a Dumbledore o a Voldemort.-

Si, no aceptaré la marca, pero puedo vivir con otra cosa. Gracias. -Abrazó mña Draco, mientras ambos bajaron al comedor, tomados de la mano.-

Mientras tanto en un lugar lejano a Londres, específicamente en Escocia, un fiel seguidor y su esposa, estaban con el lord tenebroso más grande de la historia de la magia, por ende, el juego comenzaba a tomar forma.

Mi señor, el novio de mi hijo, desea hablar con usted en persona. -Lucius estaba hincado frente al lord, quien aún se encontraba calmado, pero débil.-

Interesante, ¿que tan poderoso es? -Preguntó algo intrigado, pues si es novio del hijo de Lucius, entonces es el hijo de Severus.-

Es poderoso, pero aún es muy joven, quizá con el tiempo, mejore más. Aún es bastante emocional. -Narcissa respondió segura de su ahijado y futuro yerno.-

Interesante, traiganlo en tres días. Que venga acompañado por tu hijo y por su padre. -El lord los dejó ir.-

La profecía estaba modificando su curso y con ella, también el destino de varios magos.