33 Sentimientos Del Pasado.

4.1K 460 22
                                    

Ya había pasado un mes desde que se anunciaron los cambios en el mundo mágico, por lo que las clases en Hogwarts se habían restaurado, alumnos mestizos y de sangre pura se habían instaurado de forma adecuada. Sin embargo, Edrick, quien ahora era más conocido que antes, estaba molesto en su habitación, pues su padre le había dicho que ahora debía dormir alejado de Draco por unos días. 

No entiendo esto. —dijo molesto, mientras aventaba su libro. Pues tenía una semana que había regresado a clases.- 

Hijo… —Severus entró a la habitación de su hijo. Preocupado pues apenas hoy por la mañana, Tom le había comentado sobre la decisión que tomó. Y uno de los docentes le había dicho que su hijo había estado distraído durante la clase.-

Mamá… —Edrick, en éste momento parecía un pequeño con la voz que uso y con la actitud que tomó, pues su habitación estaba hecha un desastre.- 

Ven, hablemos arriba. —Suspiró y movió su varita, para ordenar la habitación de su hijo.- 

Ambos caminaron, y Severus notó la mente dispersa de su hijo, pues a decir verdad a pesar de no ser tan evidente, cuando "responde" no pasa de un ajá o un claro. Eso es un patrón que su hijo toma cuando está perdido. Aún dice eso a pesar de no recibir ninguna pregunta. 

Tu padre está preocupado, Draco tuvo un problema con su magia y tú lo desestabilizas más, por eso no ha entrado a clases. —Explicó después de recibir una mirada suplicante de su hijo.- 

Ahora que lo pienso, no he visto a Draco desde el mes pasado. Y siempre parece débil y cansado. —Reflexionó mientras cerraba los puños.- Prepararé algunos medicamentos para reforzar su magia y su cuerpo. —Habló firme mientras buscaba en su ágil memoria las mejores pociones para ayudar a su novio.-

Eso ayudará mucho, Draco se niega a que yo o alguien más lo ayude. Quizá el hechizo que usó Granger fue más fuerte de lo que pensamos. —Severus se sentía frustrado, pues sólo había aliviado el dolor de Draco, pero nada más, incluso Tom intentó usar su habilidad y no, nada funcionó.- Incluso tu padre lo intentó. 

Creo que le debo una disculpa a mi padre… —Dijo mientras recordaba un poco de lo que le dijo a su padre, quien lo había cuidado a pesar de no llevar su sangre. Pero le pedirá perdón.- Mamá.. 

Dime —Severus se sorprendió, pues Edrick regularmente habla con calma y autoridad, aunque está vez su tono fue más, bajo y temeroso.-

¿Tu quieres a padre? —Preguntó preocupado, sabe los sentimientos que una vez su madre tuvo por James Potter, a decir verdad sólo él y Lucius lo saben, pero es mejor dejarlo así por ahora.-

Le he tomado cariño… no me arrepiento de ser su pareja, pero a decir verdad es mejor padre de lo que alguien podría imaginar. ¿Porque preguntas, Edrick? —preguntó mientras veía a los ojos de su hijo.-

Porque, porque no quiero que salgas herido. —Dudó un poco en responder, pero lo hizo.-

—Exhaló negando.- No te preocupes, Tom es… —Dudó un poco, pues no encontraba una palabra adecuada.- Digamos que es una persona de confianza, es caballeroso, pero también es cruel y no duda en hacer pagar a quien le haga daño. Decir que lo amo, por el momento es algo duro, pero si lo quiero y le tengo respeto. ¿Y tú? 

Es un gran padre y un gran maestro, pero efectivamente, da un poco de miedo. —Dijo mientras tomaba el té que tenía en su taza.-

Eso no dijiste cuando lo enfrentaste la primera vez. —Dijo Severus mientras abrazaba a su hijo.-

Lo sé, pero en ese momento no era mi padre y menos era una persona importante para mí. —Dijo Edrick mientras veía a su madre, quien lo abrazaba.-

Ambos platicaron por un rato más, jugaron un poco de ajedrez mágico y después ambos se despidieron, Severus debía buscar más maestros eficientes y cambiar algunos detalles que aún guarda Hogwarts, pero lo mejor era que Dumbledore se había ido, aún lo buscan, pero estaba lejos de Hogwarts. Por otro lado, Edrick fue a su habitación para buscar algunas recetas de pociones y con eso ayudar a su amado. 

Mientras tanto en un frío bosque de Irlanda, Dumbledore estaba con sus fieles perros, estaba listo para comenzar una guerra mágica. Se había escapado con ayuda de un elfo doméstico que había servido a su madre.

Paz, ilusos, ahora los tengo donde quiero —pensó Dumbledore mientras hablaba con sus perros.-

La Paz del mundo mágico estaba aún en peligro, lo que no sabía Dumbledore es que Tom Gaunt tampoco estaba sólo y menos ahora. 

Un Amor Eterno (Harco)Where stories live. Discover now