Capítulo 34: Trauma familiar

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*Diana Pov.*

Tanta ternura, tanto romance... me daba diabetes. Kara y Lena eran un caso extremo. Aunque debo decir que verlas era inspirador. Me había acostumbrado a estar sola luego de estos años, cerrándome a querer y ver a Kara luchar contra sus sentimientos al estar separada de Lena me había hecho recapacitar que había estado equivocada. Más aún cuando conocí a Alura. Había una conexión entre las dos que no me podía explicar. Luego de salir de casa de Sam, iniciamos nuestro camino de regreso al apartamento. Cuando llegamos a la zona de los edificios decidimos ir caminando y Alura tomó mi mano al ver a una pareja que iba así. Y era mientras íbamos caminando que no podía evitar observar cómo sonreía mirando la ciudad.

—Esto se siente muy bien. —Me dijo y sonreí—. Aún no sé qué haré en este planeta pero se siente bien estar con mi hija, saber que seré abuela y esa niña es hermosa. Y además, te tengo a ti.

La detuve un momento, dejando de caminar y la tomé en mis brazos para mirarla de cerca. Intercambiamos miradas mientras no podía evitar sonreír al notar lo hermosa que se veía a la luz de la luna en plena ciudad. Nuestras manos seguían unidas mientras mi mano libre fue a acomodar su pelo. Sus ojos brillaron ante mi gesto y mi piel se erizó ante su cercanía. No fueron necesarias las palabras, el momento lo decía todo. Me acerqué a ella lentamente, mirando cada detalle de su rostro mientras ella simplemente esperaba. Cerré mis ojos y en medio del viento nocturno, mis labios tocaron los suyos y jamás me sentí tan débil en mi vida como en ese momento. Podía acercarse un camión y golpearme, podía aparecer Doomsday y no importarme nada pues solo estaba ella. Mis ojos estaban cerrados, sus labios tocaban los míos y todo era perfecto. El intercambio de nuestras caricias resonaba en el momento que se escuchaban los pasos de las personas pasando a nuestro alrededor junto con el interminable sonido de ciudad.

Antes de Alura, habría huido presa del miedo de volver a sentirme vulnerable ante mis sentimientos, en especial luego de Steve. Pero con ella no era así, solo quería sostenerla en mis brazos, protegerla y estar con ella. Solo la necesitaba a ella.

—Wow... —Dijo cortando el beso para mirarme a los ojos—. Nunca me había sentido así en un beso.

—¿Así cómo? —Le dije finalmente.

Estiró sus manos hasta mi rostro y lo tomó con delicadeza.

—Como si no necesitara el sol para sentirme fuerte... solo te necesito a ti.

—Creo que ya sé de dónde heredó Kara esa dulzura. —Dije y sonrió avergonzada—. Nunca creí que podría llegar a gustarme el romance.

—Yo nunca creí que sería feliz otra vez.

—Tú también me haces feliz.

Le di un beso más y continuamos nuestro camino hasta el apartamento. La vi sacar las llaves para abrirlo. Observé su cuello, mostrándose libre porque estaba inclinando su cabeza para sacar las llaves, ocasionando que su cabello cayera detrás de sus hombros. Le seguí el movimiento al abrir la puerta y entrar. Cerré la puerta detrás de mí y me quedé quieta observando cómo se quitaba el saco y dejaba las cosas. Dejé el mío a un lado y mientras lo colgaba en el perchero sentí sus brazos tomar mi cintura y abrazarme desde mi espalda. Me quedé quieta donde estaba, sintiendo su rostro recostarse en mi espalda. Sus manos envolvían mi vientre y le dieron una caricia por lo que envolví sus brazos con los míos.

—Escucho tu corazón latir en tanta calma... —Dijo y sonreí escuchándola decir eso, causando que cerrara los ojos—. Me gusta cómo se escuchan.

—Puedes escuchar mis latidos el tiempo que quieras. Son tuyos, Alura.

No sé de dónde salió la dulzura en mis palabras. Estaba culpando a Kara y Lena en su momento romántico de esta noche. Suspiré y me giré, soltando el agarre de sus brazos solo para tomar su cintura y besarla una vez más. Sus brazos fueron automáticamente a mi cuello para abrazarme mientras su boca devoraba la mía en un beso intenso. Sus labios me acariciaban con más intensidad que antes y un toque de los sentimientos que tanto me hacía sentir estaba en sus besos. Nos quedamos en esa posición mientras me hacía consciente que jamás creí que ella sería la que tocaría mi corazón de esta manera, sacarme del escondite en el que he estado desde que perdí a Steve, añorando volver a ver a mi madre, a mi familia... las amazonas, a quienes no he vuelto a ver. Y en los brazos de Alura me sentía en casa, sentía que todo podía estar bien. Y en esa sensación fue que la arrastré hasta la cama lentamente, paso a paso, caricia a caricia. Primero su cintura y luego su espalda. La arrastré hasta la suavidad del colchón, donde la dejé descansar para quedarme de lado, entrelazada a sus piernas mientras nuestros besos se tornaban apasionados, involucrando nuestras lenguas.

Soulmates - Supercorp AUWhere stories live. Discover now