MÍO O DE NADIE

BUEN DÍA

Un chico había llegado a un bosque hermoso lleno de árboles de trúfula, todo era maravilloso, estaba lleno de animales lindos como osos pequeños, pájaros, patos y demás, el chico no tardó en desarmar su casa de campaña con una bomba de luz incluida, al salir para relajarse comenzó a tocar su guitarra para bailar y cantar junto con sus amigos animales, les comenzó a dar un poco de comida chatarra, malvadiscos, cuando escuchó una voz acercandose.

- ¡Hey Tú!- un hombrecillo peludo y anaranjado salió de repente asustando al chico haciendolo caer al suelo. - ¿Cómo te atreves a darles de tu comida a estas criaturitas?

- No tiene nada de malo Señor.....- se quedó callado al no saber su nombre.

- ¡Lorax, guardián del bosque que habla por los árboles!- dijo enfadado.

- Ammm....solo te llamaré Lorax, como te decía, no tiene nada de malo que les de malvadiscos, son deliciosos, por cierto ¿Quieres uno?, ¡Ahí va el trenecito! Yumi Yumi Yumi......- se lo quería dar en su boca a la criatura de bigote.

- ¿Cómo te atreves a ofrecerme eso? ¡Dame eso! Voy a comerlo pero me ofende muchísimo- comió el malvadisco- ¡Tienes que irte de este valle!

- ¿Qué? ¿Porque? ¡Acabo de llegar bigotudo! - lo dijo enfadado.

- Precisamente por eso debes marcharte ahora mismo.

- ¡Ni hablar! - entró a su casa - ¡No iré a ninguna parte!- cerró la puerta.

- No me dejas más remedio- dijo en lorax asustado al chico.- Si en la mañana no te has hido de este valle te pasarán cosas muy malas y no terminarán hasta el fin de tus días, ya estás advertido muchacho.- terminó por salir de su casa.

- ¡Si claro! ¡No soy supersticioso! Cómo dije no me moveré de aquí.

Y así lo hizo el chico terminó de desempacar sus cosas hasta que llegó la noche.