PRIMER DÍA

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Se levantó temprano para ir a su primer día de trabajo, estaba nervioso, debía admitirlo, ese jefe suyo le ponía la piel de gallina, esperaba al menos estar lejos de el en el trabajo, cuando llegó a la fábrica, entró y se encontró de nuevo con la mujer de cabello rubio.
- Oh ya llegaste, Ven te están esperando.
- ¿Quién?
- El jefe.
Lo acompaño una vez más a la oficina del mayor.
Cuando pasó a la oficina del millonario lo encontró mirando la ventana con las manos cruzadas hacia atrás.
- Buenos días Señor.- dijo Oncie nervioso.- ¿Qué debo de hacer el día de hoy?- el millonario camino directo hacia el haciendo que Oncie retrocediera hasta tocar la puerta con la espalda- S-Señor....- cerró sus ojos pero únicamente escuchó un susurró en su oído - Trabajarás aquí conmigo- abrió sus ojos para mirar a su jefe pero este ya no estaba frente suyo, iba camino hacia su escritorio - Ven aquí- le señaló el escritorio que estaba a un lado del suyo.

Oncie obedeció y se sentó - Dime Once-ler, sabes.....fumar?- lo miró prendiendo un cigarrillo- N-No Señor- comenzó a fumar y la cara del menor reflejaba desagrado- Qué lástima tendrás que acostumbrarte al olor- saco el humo de su boca hacia la cara de Oncie, haciendo que tosiera un poco - ¡Que rayos Greedler!- en ese momento recordó lo que la chica le había dicho, que únicamente lo llamará Señor o Señor Greedler o habría problemas.
- ¿Cómo me llamaste?- preguntó el jefe.
- Y-yo....lo siento s-solo me exalté un poco Señor Greedler- bajó la mirada.
- Tu primer día y ya empezaste a fallar.- el menor solo miro el rostro del mayor, esa palabra "fallar" le dio un escalofrío, pues su familia siempre dijo que sería un fracaso- N-No lo siento, no ocurrira de nuevo- sus ojos se tornaron cristalinos pero se volteó para que no lo mirará el mayor en ese estado.
- ¿Estás llorando Once-ler?
- N-No.....
- ¡No puede ser!- comenzó a reír.- Es enserio, estás llorando- le dolió el estómago de tanto reír.
- Señor...basta....t-tengo problemas.- se limpiaba las lágrimas.- pero eso....no importa, s-solo dígame qué hago.
- Bien. - se limpiaba la lagrimita del ojo de tanta risa- Vas a checar si todos estos documentos ya están firmados por mi- se retiró a su escritorio.
- ¿Solo eso?- miró el chico extrañado, era un trabajo demasiado fácil.
- Si, para ti es suficiente- contestó si ni siquiera mirarlo.
- ¿Para mí? Pero soy inteligente señor, puedo hacer más....mucho más, solo deme la oportunidad.... porfavor.

El mayor se levantó de su silla y camino hacia el- ¡Cierra esa boca niño!- apretó sus labios para cerrarlos.- Harás lo que se te ordene y si no te gusta ahí está la puerta.- señaló la salida.
- N-No lo siento señor...
- ¡No más disculpas, solo trabaja!
- S-si....- comenzó a checar los documentos toda la tarde.

El reloj marcó las 7:00 pm, ya había terminado el día de trabajo al menos para Oncie- Listo, he terminado señor- se levantó de su escritorio- aquí está todo lo que me pidió- le entregó los documentos en su escritorio del mayor, estaba apunto de retirarse- Espera- escucho la voz del mayor caminado hacia el-  ¿Si? ¿Qué se le ofrece? - estaba nervioso aunque no quería que lo notará.

- Awww Oncie- le tocaba el cabello- eres tan adorable.
- ¿P-Perdón?
- Tierno también- recorría su mano hasta su mentón.
- ¡Basta! ¡No me toque!- quitó la mano de su rostro.
- Acaso ¿Escuché un no me toque?- se acercó a la boca del menor.
- S-Señor.....caminaba hacia atrás- Déjeme porfavor....- se volteó para abrir la puerta rápidamente pero no sé espero un jalón en su cabellera negra para continuar a taparle la boca  con la mano derecha mientras que con la izquierda bajaba su pantalón.

Oncie al ver esto se sobresalto en intento safarse de su agarre.
- Créeme Oncie, he tenido muchas mujeres con las que he tenido sexo pero nunca un hombre, te convierte en el primero, te daré un premio por eso.- metió su mano en la ropa interior del menor.
- Mmmmm- se movía cada vez más.
- ¿Que pasa no te gusta esto? - movía su mano para masturbarlo.- Vamos disfrútalo- siguió y siguió hasta que el menor  se vino en la mano del millonario y continúo por soltarlo haciendo que cayera al suelo.

- ¿Q-Qué acaba de hacerme?- estaba avergonzado.
- Tu qué crees Oncie.- lamía su mano llena del semen de Once-ler.
- P-Pero ¿P-Porque?- tenía lágrimas en los ojos.
- Te dije que haría una excepción contigo.- se agachó para quedar a la altura del menor.
- Déjeme... P-Porfavor....
- Escúchame muchacho, nadie debe enterarse de esto, sabré si hablas y habrá consecuencias graves.
- Y....Y S-si ¿renunció?
- No puedes.....
-¿Porque no?
- Porque yo lo digo, ¡Yo muevo todo niño! ¡Ahora lárgate! Mañana habrá cosas mejores que está.

Oncie corrió como pudo aún sin subirse completamente el pantalón y no miro hacia atrás, solo lloró todo el caminó hasta su hogar.

¿En qué lío me acabo de meter?

MÍO O DE NADIEKde žijí příběhy. Začni objevovat