¿GREED-LER?

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Once-ler se confundía cada vez más, la actitud delGreedler era totalmente diferente a la que conoció su primer día de trabajo, ahora era amable, cariñoso pero sinceramente aún le daba miedo, podría ser una trampa para tocarme y.....violarme?

Oncie se encontraba en la habitación del mayor aún esposado, ¿Porque? No lo sé, ¿Porque todavía no me había quitado las esposas? - T-tengo miedo- quería llorar pero se contenía, estaba completamente solo, sin su madre, sin su familia, sin su amigo el Lorax y sin su mejor amigo Melvin

- ¿Q-Qué debo hacer? - se agachó hasta tocar la cama con la frente estaba totalmente nervioso pero después de una horas le dió hambre y aún no había llegado el millonario, eran las 6:00 pm y Oncie aún no comía, es más ni siquiera había desayunado ya que estaba en la prisión asi que fue a la cocina escabullendose para que nadie lo viera y se percató que había malvaviscos en la alacena, los tomó y regreso de igual manera a la habitación.

Los abrió como pudo ya que estaba esposado y comió toda la bolsa, se deciso de ella en el bote de basura y después de una hora, llegó Greedler a la habitación asustando al menor. - Hola pequeño- saludo a Oncie pero este solo le dedico una sonrisa forzada- ¿Cómo te sientes? ¿Ya mejor?- preguntó el millonario- S-si S- Señor- respondió temeroso - Debes tener hambre- pidió servicio al cuarto sin dejar responder al menor.

- Uhm...Señor....- trato de llamar la atención del mayor- Dime- lo miró sentandose frente a el- ¿Podría quitarme esto- señaló las esposas? - el mayor solo ríos moviendo la cabeza.
- No, aún no pequeño Oncie- movía su dedo haciéndole entender que la respuesta era "No" - P-Pero....- obviamente ahora estaba más nervioso que antes, en eso llegó la comida, pero había un problema, deberían de haber traído el postre con toda la mesa de platillos pero no estaban lo que molesto al millonario.

-¡¿Dónde están los malvaviscos?!- el menor escucho esto y se puso tembloroso- No lo se señor deberían estar aqui- dijo el sirviente que les había llevado la comida al cuarto.

- Oncie- dijo en tono coqueto- ¿Qué hace la bolsa de malvaviscos en la basura del cuarto?- señaló la basura.

- Uhm.... S-Señor y-yo los comí- el millonario sonrió- tenia hambre y...- cerró la puerta y le colocó llave- lo siento mucho enserio- bajó la cabeza.

El millonario se acercó para tomar su barbilla obligándolo a verle a los ojos verdes- Nadie jamás se había atrevido a tocar mis cosas- el menor bajó la mirada- L-lo siento Señor.... n-no volverá a ocurrir- el millonario sonrió dejando ver sus dientes.

- No, no hay problema, te daré todos los malvaviscos que quieras Oncie te lo prometo- terminó por darle un beso haciendo sentir a Oncie incómodo, cuando terminó se levantó y se dirigió al armario, se quitaría el traje para colocarse algo las cómodo.
- S-Señor....- dijo Oncie- M-me duelen mis manos- dijo para que le quitará las esposas- P-Porfavor quiteme esto.

- No lo haré, porque jugaremos a algo y las vas a neseistar- esto asustó al menor. - N-No porfavor....no me haga daño- el millonario río- Te soy sincero pensaba en darte toda esta comida y disfrutar viendo una película con los malvaviscos pero pues decidiste comertelos sin mi, ahora tengo que darte una lección de no tomar mis cosas- se quitó la ropa hasta quedar en boxers.

Esto hizo que el menor se sonrojara notoriamente - P-Porfavor n-no volverá a pasar, n-no sabía que eran tuyos, solo tenía hambre y.....- fue interrumpido por el mayor- Tomaste algo que no era tuyo. - el menor bajó la cabeza comenzando a llorar.

- Tranquilo te prometo que seré amable- el menor solo asintió, ¿Qué otra le quedaba? No podía huir de Greedler. - ¿L-Lo prometes?- quería estar seguro. - Lo prometo.- el chico se quedó seguro por unos minutos hasta que el mayor comenzó dando unos besos bruscos que Oncie no podía seguir, el jamás había sido tocado por nadie- no sabía que hacer.

- Dime Oncie- bajaba por el cuello abriendo los botones del chaleco- ¿Eres virgen cierto?- el menor solo asintió con la cabeza y cerrando los ojos- Bien. ¿Al menos te has tocado algunas veces?- el chico abrió los ojos- N-No n-nunca lo he hecho- el mayor se extraño- Debería hacerlo todo mundo lo hace en algún momento de su vida- el menor solo tragó saliva.

-Bien. Comencemos- dijo en mayor sacando una bolsa de malvaviscos de un cajón- ¿Quieres mi amor?- el menor asintió con la cabeza pero no estaba seguro de su respuesta- Abre la boca- el menor no quería hacerlo pero sabía que si no lo hacía le podría ir peor así que obedeció comiendo un malvavisco.
- Buen chico. ¿Otro?- el chico ya no quería pero debía aceptar- S-si porfavor.- siguió comiendo hasta que quedaron únicamente diez en la bolsa.

Siguió gozando del cuerpo del menor hasta que llegó el momento de meter su miembro en la entrada del menor, se encontraban totalmente desnudos.

El menor se encontraba sobre sus brazos y sus rodillas, estaba muy nervioso ya que sintió un movimiento brusco de parte del mayor.

- G-Greed dijiste que serías a-amable...
- ¿Cómo he sido hasta ahora?
- B-Bien..... p-pero....
- Entonces ¿Porque sigues teniendo miedo?
- Lo...lo siento Greed....no estoy acostumbrado a esto.....

- Bien. Quédate tranquilo. - sacó un malvavisco y el pequeño creyó que se lo daría en su boca pero no fue así, comenzó a rozar el malvavisco con la piel del menor hasta llegar a su entrada
- G-Greed que...¿Qué estás haciendo?- entró en pánico- te dije que te daría todos los malvaviscos.- estaba haciendo presión en su entrada con el dulce
- N-No porfavor G-Greed...- ahora Oncie lloraba pero no por dolor si no de humillación- Para porfavor para...- solo se movía.

- Bien. Pararé pero no quiero que toques mis cosas de nuevo ¿Escúchaste bien?

- S-si G-Greed....- el millonario jaló a Oncie y comenzaron a tener sexo toda la noche hasta que terminaron.

Cuando al fin estaban cansados y acostados en la cama, el mayor abrazo al menor, era verdad que le había dado la lección de no ser un niño malo asustandolo un poco pero en verdad sentía algo por el chico.

- G-Greed ¿S-si lo hubieras hecho?- preguntó nervioso.

- ¿Hacer qué?- no entendía de que hablaba el menor.

- Meter el malvavisco en mi....-bajaba la mirada.

- Claro que si pero no lo hice porque en verdad te amo- al escuchar eso el menor sonrió lentamente- ¿Enserio me amas? - nunca había sido amado.

- Claro, eres mío de ahora en adelante, ahora me perteneces, te cuidaré y te protegeré para siempre.

El menor solo abrazo al mayor del brazo mientras que Greedler terminó por subirlo un poco a su pecho y besó su frente. - Perdoname por haberte asustado pequeño- Oncie levantó la cabeza para mirarlo- Te perdono Greed- le besó la nariz al mayor.

Y ambos sonrieron para quedarse dormidos abrazados.

- Te amo Oncie.
- Te amo Greedler.

MÍO O DE NADIEWhere stories live. Discover now