MÍO O DE NADIE

NOCHE ESTRESANTE

Era de noche, aproximadamente las 9:00 pm, el chico se encontraba leyendo un libro hasta que le dió sueño, decidió irse a dormir, asi que dejó su libro a un lado de la cama y apagó la luz, acostándose en su cama.

Al poco tiempo se quedó dormido y comenzó a roncar pero de la nada comenzó a hacer un aire muy fuerte que accidentalmente abrió la puerta de la casa y se azotó con gran fuerza, espantando al chico haciendo que se levantará rápidamente, de levantó y colocó un mueble dónde estaba la puerta, terminó por bostezar y acostarse de nuevo cuando vio una sombra enorme delante de el, se asustó que se subió a la cama para taparse hasta la cabeza con la sábana.

- ¿Q-Que es eso? ¡Ay Dios! - temblaba el chico- ¡Creo que el bigotudo tenía razón!

Se destapó y vio al pequeño hombre anaranjado haciendo un baile algo raro en la ventana de la casa, el chico se enojó tanto que salió de la casa, quería patearlo pero se controló así que tomó la manguera y continúo por mojar a la criatura para irse a dormir de nuevo.

- ¿Qué crees que haces?- dijo después de mojarlo - ¿No ves que estoy tratando de dormir?

- Te dije que te pasarían cosas malas Fideo- dijo en son de burla.

- ¿C-como me llamaste albóndiga peluda?- volvió a mojarlo.

- ¡Deja de hacerme eso Fideo!- se sacudía para secar el agua- Vete de este valle y te dejaré en paz.

- ¿Porque? ¿Porque tienes la obsesión de que me vaya? No te he hecho nada malo ni a ti ni a este hermoso bosque.

- Por ninguna razón, solo no me agradan los humanos, todos son malos.- dijo cruzando los brazos.

- ¿Malos? ¡No soy malo!- se extraño un poco - ¿Porque dices que los humanos son así?

- ¡Eso no te incumbe fideo, no te quiero ver aquí en la mañana!- dijo dándole la espalda.

- Pufff porfavor- se metió a su cama para dormir.

- Atente a las consecuencias fideo- se retiró de allí.

Paso el tiempo y el chico gracias al frío que sentía, despertó en el césped fuera de la casa.
-¿Q-Que? ¿Que hago aquí? ¡Demonios!- se levantó y se metió a su casa. - ¡Esa albóndiga!- azotó la puerta.

Amaneció y el chico estaba cansado, me dolía la espalda, le había faltado sueño, se levantó y se hizo de desayunar unos ricos panquekes y un jugo de naranja pero al voltearse de la cocina para volver a su cama, ahí estaba, esa criaturita rara pero tierna.

- ¡¿No puedes dejarme en paz?!- dijo Oncie ya arto.

- Fideo...¿Qué quieres en este valle?

- ¡Nada! Solo.....- cerró la boca de inmediato bajando la mirada.

- ¿Qué pasa?- se extrañó de su comportamiento.

- S-solo...- su voz comenzaba a temblar- quiero impresionar a mi familia, con algún negocio en especial, ellos no creen que yo puedo ser alguien en la vida, es más creo que me culpan de haber nacido y ya me concideran un fracaso- se sentó en la cama y se cubrió su rostro.

Oye.... tranquilo....yo solo....- puso una mano en la espalda del chico y le dio palmaditas para intentar calmarlo.
- ¿Qué buscas en este valle para impresionar a tu familia?

-N-Nada en especial, s-solo...- se limpió sus lágrimas con sus muñecas- me pareció el bosque más maravilloso que he visto nunca y quise quedarme, no he hecho nada malo, ¿Aún quieres que me vaya?

El lorax sintió culpa en ese momento, el chico solo quería quedarse porque le había gustado el valle, no quería hacer nada malo con los árboles, así que dejó que se quedará.

- Está bien Fideo, puedes quedarte, pero no quiero que dañes ningún árbol ni ningún animal o tendrás que irte.- lo dijo levantándose de la cama- Buen provecho niño.- terminó por salir.

- G-Gracias....- se seguía limpiando las lágrimas y la nariz- Espero lograr algo, debo de buscar un empleo en la ciudad- continúo por comer su desayuno.