"HOLA DE NUEVO"

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   ¿Ahora que debía de hacer Oncie?
Estaba en la cárcel por quemar todo un valle de árboles de trúfula, un paraíso, bueno lo que quedaba de el, ya que Greedler ya había destruido algunos pero Oncie lo hizo por una buena acción, al final tendría que salvar su vida y el lorax le confío lo más importante que tenía, la última semilla de trúfula, la plantaría y el chico pasaría a ser el nuevo cuidador de los árboles.

Al llegar a la prisión lo encerraron en un cuarto con las manos esposadas, lo sentaron en un banco donde fue entrevistado.
- ¿Cuántos años tienes?- preguntó el oficial.
- Veintitrés años- contestó el menor.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Once-ler.
- ¿Eres de aquí?
-No, vengo de un lugar muy lejano de aquí señor. Una granja para ser exacto.
- ¿Tienes algún número telefónico de algún familiar?
- S-si pero ¿Para que lo nesesita?- se puso nervioso.
- Un familiar tuyo debe de venir a firmar unos papeles y a decirte adiós por un largo tiempo si es que no pagan una fianza.
- P-Pero.....ellos están muy lejos, no creo que vengan por algo así.
- Dame el número telefónico.

Oncie no tuvó opción y le dio el número de su mamá, tan pronto en oficial salió del cuarto Oncie empezó a temblar. ¿Qué pensaría su madre?
¿Otra vez le fallé? ¿Qué debería decirle? Mamá me querían violar y un amigo mío se fue volando y me confío que quemará todo el valle para que la persona mala no pudiera ocupar los árboles y me ordenó que platara la semilla, la última semilla. ¡Claro que no! - No se que le voy a decir- pasaron tres días y Oncie no había sabido nada del oficial con el que habló y le había dado el número de su madre, al poco tiempo escuchó su nombre.

- ¡Once-ler! - era el oficial, se acercó para abrir el cuarto en donde estaba el chico - Alguien quiere verte- el menor se le comenzaron a cristalizar los ojos, sabía que era su madre, Ya tenía esa mirada en su mente, la mirada que le lanzaba siempre.

- Hola Oncie- dijo Isabella con una sonrisa aunque por dentro estaba furiosa.
- ¿M-mamá?- preguntó Oncie- Y-yo P-Puedo.... explicarte....* Fue interrumpido por el oficial*
- Siéntate aquí, yo le explicaré a tu madre- lo sentó en la esquina del cuarto mientras los dos mayores hablaban en medio del lugar en un escritorio.
El oficial comenzó a contarle todo lo que pasó y lo que había hecho el chico, lo grave que era hacer eso, el fuego pudo a ver llegado a la ciudad de aun lado del valle y pudo a ver acabado muy mal.

- Cuando lo arrestamos el parecía asustado ¿Lo entiende madam?
- Claro lo entiendo, gracias- no le quitaba la mirada a su hijo.

Oncie solo la miraba con lágrimas en sus ojos, sabía que lo regañaría de una forma no muy grata, hasta pensaba que lo golpearía de lo enojada que la veía.

- Debería de hablar con el, los dejaré solos.- el oficial se levantó y salió de la habitación.
-Mamá...... y-yo....
- Cierra la boca Oncie.- el chico obedeció de inmediato bajando la mirada.
- Te lo dije, te dije que no lograrás nada, eres igual que tú padre, un cobarde, ¿Porque quemarias todo un valle sin ninguna razón?
- Mamá S-si la hay......
- ¡Calla!- acercó su rostro al de su hijo mientras Oncie la veía justamente a los ojos.
- P-Pero mamá...d-dejame...- recibió una bofetada dejándole roja la mejilla.
- ¡Guarda silencio cuando se te pide!- Once-ler solo bajó la cabeza con lágrimas en los ojos, le ardía la mejilla. - solo te dejaré aquí por tu bien, para que aprendas la lección.

- ¡¿D-Dejarme aquí?!- ya estaba llorando- ¡Mamá no puedes dejarme!

- Lo siento hijo, son las consecuencias de tus actos.

- P-Porfavor.... mamá....no te vayas, tengo que irme de este lugar lo antes posible o el me encontrará.

- ¿El? ¿De quien diablos hablas Once-ler?- su madre no entendía nada de lo que su hijo intentaba explicarle pero por la bocina del cuarto se escuchó una voz grave - Señora creo que el habla de mi.- Oncie al escuchar esto se quedó congelado y solo miró a su madre como si fuera un niño asustado.
- Mamá, P-Porfavor tenemos que irnos.- suplicaba que pagará la fianza pero ¿Como? su madre no tenía esa cantidad de dinero.
¿Qué debía de hacer Once-ler?
Greedler ya lo había encontrado.

- Hola de nuevo Oncie- dijo el mayor entrando a la habitación dejando al chico temblando.


Este capítulo me encantó esperó les parezca igual de bueno.

MÍO O DE NADIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora