Capitulo 3. El apretón

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Jane Michaels

Los días se volvían monotonía, levantarme temprano para ir a la escuela, desayunar con Aron y sus amigos, regresar a clases, regresar a casa, hacer tarea, dirigirme al trabajo con Cassandra, regresar a casa, dormir y al día siguiente hacer lo mismo.
Algo tedioso pero... Solo llevaba una semana, muy estúpido de mi parte.

Se supone que hoy sábado es mi día libre, pero recibí una llamada de Cassandra, la chica que debía de tomar el turno de hoy tuvo un problema familiar por lo cual no podrá asistir a su turno.

Entre a la ducha para poder cambiarme.
Al salir encontré a mi madre en una mesa leyendo un papel con sus lentes para su visión cansada y la luz de la cocina encendida.

—¿A dónde vas Jane? —subió levemente la mirada al pasar frente a ella

—Voy a cubrir el turno de alguien en el bar, la chica tuvo un problema familiar y me preguntaron si podría ir a cubrirla —respondí con una mochila en el hombro

—¿No puede ir alguien más? Es tu día libre, en toda la semana no has podido parar —la mirada dejaba de lado al papel viéndome a los ojos.

—Yo acepté, mamá, además, me van a pagar extra —voltee mi mirada a la estufa.

Esa estufa llevaba demaciado en mi familia, pero por desgracia cuando tenía doce años dejaron de funcionar cuatro de seis hornillas, obviamente, necesitamos una nueva.
De mala gana mi madre me dejó ir a trabajar, me dió un fuerte abrazo y salí de casa.

Subiendo al autobús saque mis audífonos para dejar de lado el silencio a mi alrededor reemplazandolo por She looks so perfect de 5 Seconds of Summer.
Un frío se comenzaba a presentar en mi atmósfera, un frío húmedo que solo se siente a finales de año cuando las heladas se aproximan.
Al llegar a mi destino baje del autobús.
Cassandra como siempre en la entrada esperando a que entre la última camarera del lugar.

Por ser fin de semana por la noche esperaba que fuera una noche atareada, pero nunca espere que tanto. Apenas y me daba tiempo de llevar las órdenes a los Bar Tenders, y con la música retumbando en todos los rincones del lugar, no escuchaba los pedidos de varios clientes, lo cual hacia que me ganará varios regaños, insultos o reclamos con Cassandra, sin duda la jornada más dura de mi semana.

Lukas Murphy

Pensé que el trabajo en la oficina sería más complicado, pero creo que solo es por ser mi primera semana aquí.

Tiene sentido que mi trabajo por ahora no sea pesado.

Revisando unos papeles de los últimos dos meses en finanzas de Murphy's Inc. escuché que la señorita Montes llamaba tras el teléfono con línea directa a mi.

—Dígame, señorita Montes —tomé la llamada mientras seguía calculando los números en los papeles.

—Su padre lo busca, ¿Desea que lo deje pasar? —escuché tras la otra línea.

—Dile que pase —hablé sin titubear.

Tomaba la calculadora para entender el porque de los números daban una cifra tan incierta.

—¿Como va todo por acá? —exclamó mi padre entrando a mi oficina.

—Relativamente bien, papá

—¿Que tal te sientes aquí? —se sentó frente a mi

—Sí —levanté la vista para mirarlo —tiene una gran vista desde acá arriba —di una vuelta para admirar el paisaje detrás de mí.

—Tu madre dijo que te gustaría —guardamos silencio por unos momentos- escucha hijo —habló serio y voltee a mirarlo —sé que llevas poco en la empresa, pero un día moriré y tú te tendrás que hacer cargo de la empresa.

Con La Mirada En El Cielo ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن