Capitulo 8: C'est Murphy qui l'a dit

11 3 0
                                    

Jane Michaels

¿Por qué este hombre es tan terco?

Se suponía que solo le iba a devolver la ropa a Eduard y termine en un auto con ellos dos... Otra vez.

El silencio era el rey del momento, hasta que alguno de estos dos hombres encendió el equipo de sonido del coche

Everything is going well,
No obligation,
Thought I'd make getaway,
On a chill out day

¿En qué momento me espiaron para poder hacerme una canción?

One time, never giving up
Two times, for all the love I got
Three for you, Where are you?
One time, for the hips I got
Two times, shaken to the top
Three for you, I miss you too

—¿Cómo se llama la canción?— pregunté a los hombres

—La loi de Murphy— respondió Lukas

—Es algo egoísta que pongas una canción con tu apellido ¿Sabías?— exclamó Ed sonriendo

—¿Se apellida Murphy?— volví a preguntar, está vez a Lukas

¿Por qué le hablas de usted a alguien que tiene casi tú misma edad, Jane?

El chico asintió a mi pregunta

Su apellido respondería fácilmente el porque siempre me pasa algo cuando estoy cerca de él, llámenme supersticiosa pero ese apellido tiene algo contra mi.

C'est Murphy qui l'a dit
C'est Murphy qui l'a dit — continuo la canción

Eso confirma lo que pienso con el apellido Murphy, por eso siempre me pasan cosas cuando estoy cerca de él.

Me perdí en las notas del final a la canción, mostrando una mirada perdida a cualquiera que me viera.

—¿Jane?— Lukas paso su mano al frente de mis ojos

—¿Ah?— Moví mi cabeza regresando a la realidad

—Lukas te preguntó si tienes hambre— habló Eduard

—Emm... No, comí antes de ir a la casa del jóven Warren— respondí

— ¿Cómo me llamaste? — Eduard el entrecejo

— ¿Jóven Warren? — respondí Algo incómoda

— Siento que me está hablando mi secretaria cuando me dicen jóven ¿Tú no, Lukas?

— Totalmente

— Tanto a Lukas y a mi dinos por nuestro nombre, no por el apellido

—Volviendo al tema ¿Quien no tiene hambre? La comida es la mejor manera de pensar, de relajarse, conocerse... Mejor dicho, la comida es la solución para casi todo— dijo el chico

—Disimula tantito tu gusto por la comida

—¿Cómo puedo odiar a la mejor dicha del mundo?— suspiró— Vamos a comer

— Yo tampoco tengo hambre, Lukas

— No era pregunta, vamos a comer — interrumpió Lukas a Eduard — los hice venir hasta acá, me salvaron la vida

— Está bien ¿A dónde vamos? — Acepto Eduard

— ¿A dónde quieres ir, Jane? — Lukas se acordó de mi

— Lukas, de verdad muchas gracias por la invitación pero no tengo hambre — sonreí a boca cerrada

— Te ves desnutrida, te hace falta una hamburguesa, vamos a Burguer King — Eduard emprendió camino hacia una plaza comercial más cercana

Al abrir la boca para volver a decir que no, Lukas me interrumpió

— Y no acepto un no por respuesta, Jane

Termine aceptando ir al lugar con ellos.

Al dejar el coche en el estacionamiento, caminamos al restaurante.
Llegamos al mostrador y buscamos entre todo el menú algo que pudiéramos ordenar.

— Bienvenidos a Burger King ¿Qué va a orden...? — la chica dejo la palabra sin completar al verme — ¿Jane?

Yo la trataba de reconocer a la chica pero no sabía quién era

— Olivia, la amiga de Aron — explico y se quitó la gorra

— Ah... ¡Hola, Olivia! — saludé a la chica con un beso en la mejilla

— Jane ¿Ya pedist...? — se acercó Lukas dejando la pregunta al aire al verme hablando con Olivia

¿Por qué el silencio en cualquier lugar?

— Em... — trate de alejar el silencio — Olivia él es Lukas, Lukas ella es Olivia una amiga de la carrera — los presente

— Mucho gusto, señorita Olivia — Lukas sonrió estirando la mano a Olivia

— Lo mismo digo — la mujer lo miro coqueta

Ordenamos la comida y esperamos a que llegara la comida a la mesa.
De camino a esta Lukas hizo algo que no había hecho desde que lo conozco... Preguntar sobre mi

— ¿De dónde la conoces? — sonrió cabizbajo

— Es la amiga de un amigo de la carrera, por eso la conozco — trate de hablar neutro

— ¿De la carrera? — asentí — ¿Sigues estudiando la carrera?

— Ya voy a terminar pero sí

— Y... ¿Que estudias?

— Psicología

— Eso explica muchas cosas... — silencio

Supongo que se refiere a lo que pasó en el estacionamiento de la empresa ¿No?

O ¿Por qué lo dirá?

[...]

Unos meses después

Uno pensaría que solamente pasó eso en el restaurante y ya no volví a hablar con ellos, sin embargo, no... Lukas y Eduard se volvieron grandes amigos, en especial Lukas.

Se suponía que el apellido Murphy es de mala suerte, pero parecía ser una ley de atracción.

En este punto de la carrera Lukas y Aron se volvieron en mis mejores amigos, nunca habían estado los dos en el mismo lugar pero sería bueno que se conozcan.

El miércoles Lukas me invitó a cenar a su casa el sábado en la noche.

— ¿A dónde vas, Jane? — pregunto mi madre mientras hacía un crucigrama en la mesa

— Voy a cenar con un amigo

— ¿Lukas o Aron?

Creo que últimamente he estado demasiado con ellos dos

— Lukas — sonreí

— Bueno, está bien... Pero te quiero aquí temprano — asentí

Tome un taxi camino a casa de Lukas, solamente he estado una vez aquí, más que nada porque siento que sus padres no me aceptarían por mi manera de ser.

— Busca al jóven Lukas ¿Cierto? — dijo el mayordomo de la casa, asentí — Pase, señorita

Okay, nunca había entrado bien a este lugar, solo había pasado a la sala principal pero al momento de voltear la mirada a todos lados parecía estar bañado completamente todo en oro, ni siquiera quería tocar las sillas por temor a romperlas.

— En un momento llega el jóven Lukas — anuncio el mayordomo

— Muchas gracias — agradecí

Con La Mirada En El Cielo ©Where stories live. Discover now