Capitulo 9: She said it's her first time

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Jane Michaels

Después de una cena hecha por Lukas, o bueno, eso fue lo que él me dijo, pasé por una agradable noche.

—Sólo pruébalo —motivó Lukas, mientras sostenía un pequeño palillo con un insecto bañado en chocolate.

—¡Pero es un insecto! —negué, rotundamente con mi cabeza

—¡Con chocolate! —siguió motivando

Con un pequeño silencio me fulminó con la mirada, se levantó de la silla en mi dirección, con el postre en sus manos.

—¿Qué estás haciendo, Lukas? —seguí al chico con mis ojos.

—No te muevas —sonrió maliciosamente

—No acerques eso a mí —ordené. El chico hizo caso omiso —Lukas, ¡No! —grité —¡No!...

Su mano libre paso a mi boca, pasando su dedo pulgar en mi mejilla izquierda con sus demás dedos en mi otra mejilla con presión en mi cara.

Su mano con el postre se acercaba más a mi boca.
Retrocedía sentada en la silla, lo que hacía que Lukas se acercará más a mí, hasta llegar a caer en el suelo.

Un pequeño dolor invadió mi espalda, Lukas pudo mantenerse en pie sonriendo, mientras miraba en mi dirección.

—¿Estás bien? —preguntó el chico tratando de contener una risa burlona.

Solté un pequeño gemido levantando mi cabeza para mirar al chico.

—¿Tengo cara de estar bien? —me quejé

—Ven —caminó en mi dirección —dame tu mano —inquirió —te ayudo a ponerte de pie.

Tomé su mano, ayudándome a ponerme frente al chico.
Al estar frente a Lukas miré sus ojos, su mano derecha seguía tomándome de la mano izquierda, sentí su mano izquierda tomarme de la cintura.

Quise volver a sentarme y pretender que este momento nunca pasó, sin embargo, una fuerza no dejaba que mis piernas se movieran.

Sus ojos se tornaron de un color más claro, sin dejar de mirar mis ojos.

—Lu-Lukas —tartamudee —yo... —el chico me interrumpió dándome un beso en los labios de manera dulce.

Mis manos subieron al cuello del chico, mientras el tacto cálido de Lukas subió mi pequeña blusa tocando mi cintura sin despegar mi boca de la suya.

La sensación de sus labios era suave, combinado con el sabor del chocolate, el cual (además del beso) disfrutaba dentro de mi boca.
Su lengua entró de manera salvaje a la mía devorando cada parte de ella; poco a poco el chico bajó a mi altura, sus manos pasaron a mis muslos.

De un brinco me enrosqué en la cintura del chico, mis manos subieron poco a poco a sus mejillas, sintiendo el vello de su barba recién rasurado, el castaño-rubio comenzó a caminar en dirección a las escaleras de la gran casa, llegando a una habitación pintada en color gris.

Con cuidado de no lastimarme, me dejó en la cama, sus dedos tomaron mi blusa, parando el beso para poder dejándome en sostén.

Me recosté con el chico sobre mi, en un abrir y cerrar de ojos el chico me quitó el pantalón que tenía puesto, escuché una pequeña risa.

—¿Hello Kitty? —preguntó

—Yo no esperaba este momento —subí la mirada al techo sonriendo —si no quieres —subí el torso de la cama —me levanto y me v...

—Tú no te vas a ningún lado —volvió a dejarme acostada.

Sus manos tomaron las mías con fuerza, volviendo a besar mis labios. Bajo cientos de besos mojados a mis clavículas llegando a mi abdomen, sus manos tocaron cada extensión de mi piel pasando de mis manos a mis ante brazos y los costados de mi tórax hasta llegar a mi ropa interior.

La pequeña prenda abandonó mi cuerpo quedando semidesnuda frente al chico.

Por unos momentos deje de sentir el tacto del chico, levanté la cabeza, Lukas estaba abriendo un preservativo, cerré los ojos esperando a que comenzara.

—¿Lista? —preguntó, asentí sin mirarlo a los ojos

Ay, Dios mío, ¿Pues, que me va a hacer?

Más tiempo tarde formulando la pregunta que en sentir el miembro del chico en mi cuerpo.
Cerré los ojos en la primer embestida sintiendo un pequeño dolor seguido de un gemido.

—¿Estás bien? —el chico sonó preocupado

—Sí, es sólo que... —suspiré —es mi primera vez

—¿Quieres que continúe? —abrí los ojos notando su dulce mirada en mi rostro.

Subí mis manos a sus mejillas, acerque mi cabeza y le dí un beso dándole a entender que sí, quería que siguiera.

Poco a poco volvió a dar embestidas, mis piernas apretaron las caderas del chico. Comencé a sentir un calor en mi sangre que recorría cada parte de mi cuerpo, mi oído lograba escuchar los pequeños gemidos del chico.

Sentía que mi cuerpo podía explotar en cualquier momento, para sacar algo de lo que sentía abracé al chico, encajando mis uñas en su espalda.

Sus besos volvieron a tornarse húmedos bajando a mi feminidad, un beso en mi piel sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, la lengua del chico comenzó a jugar, haciéndome sentir placer y curvando mi espalda, mis manos tomaron las sábanas con fuerza.

Cada uno de mis gemidos escapaba de mi boca haciendo eco en toda la habitación.

Sus manos tomaban la parte externa de mis muslos. A los pocos segundos sentí como un líquido salía de mi cuerpo, el cual el chico tomó.
Con una sonrisa besó la parte interna de mis piernas, se acostó a un lado mío mirando al techo.

Sin decir ni una palabra, abracé al chico, acostándome de lado. La respiración agitada de Lukas comenzaba a normalizarse y sus dedos hacían un cafuné digno de admirar.

[...]

La luz de la mañana entrando por la ventana comenzó a despertarme.
Abrí los ojos notando que Lukas no estaba a un lado mío, sintiéndome algo decepcionada porque siempre pensé que mi primera vez sería como en las películas de romance estadounidenses, muy estúpido de mi parte.

La puerta de la habitación se abrió dejándome ver a Lukas con una tabla y el desayuno en ella.

—Buenos días —saludó con una sonrisa

—Buenos días —respondí a su saludo, el chico se sentó en la orilla de la cama.

—Desayuna —motivó el chico

—Ya no tiene insectos, ¿O si? —reí, el chico compartió mi sentimiento.

—Llamó tu mamá...

Con La Mirada En El Cielo ©Where stories live. Discover now