Capítulo 10 "Defensores del Ala"

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Al principio, esto será como una especie de mezcla de algunos capítulos pasados, pero se centrará evidentemente más al que menciono en el título; espero lo disfruten.

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POV. Normal

La rubia caminaba distraídamente por la orilla mientras analizaba las cosas que habían estado ocurriendo desde hacía tiempo entre Hipo y ella.

Empezando por el hecho de que Heather había reaparecido, además de acceder a vivir con ellos en la orilla y que después de tener una plática en particular con esta días atrás, su cabeza no le dejaba de dar vueltas; no podía estar tranquila con el tema que tocaron.

- ¿Cómo va lo de Hipo? -preguntó Heather mirándola divertida.

- ¿Qué tiene?

Recordó haberle respondido con las mejillas sonrojadas.

-Astrid... la vida es muy corta, tienes que expresar tus sentimientos; deja de perder el tiempo. Los dos son perfectos...

La rubia lo sabía muy bien, sabía que la vida era demasiado corta, es decir, tiempo atrás casi perecía por culpa de la enfermedad del azote de Odín y, desde entonces procuraba valorar más las cosas, pero por más que lo deseara, no podía avanzar en nada con respecto a Hipo; más tomando en cuenta todo lo que había pasado desde la llegada de Heather.

Hipo por su parte estaba en las mismas. Ha pasado por tanto estrés que, apenas ha tenido cabeza para analizar la situación que tiene con Astrid. El asunto de la aparición de Heather nuevamente y del mejorado Dagur, le habían traído loco los primeros días y, cuando las cosas parecían calmarse en ese sentido, Viggo y Ryker hacían nuevas jugadas contra ellos.

Aun recordada como tontamente había terminado atrapado en una pelea clandestina de dragones organizada por los hermanos Grimborn. Más que nada, se molestaba por recordar la impotencia de saber que había muchos dragones a los que podían estar sometiendo a un trato fatal justo ahora, y que no pudiera hacer nada por estos.

Al menos aquella ocasión, pudo salvar a Chimuelo y a unos cuantos dragones más, aunque, jamás lo hubiera hecho sin su equipo y, sobre todo sin Astrid. Estaba orgulloso de ella; perfectamente podía dirigir a los jinetes sin él, sin duda era un apoyo extraordinario.

Y sin resistirse, sonrió al recordar como ella lo encontró y liberó mientras la pelea clandestina se llevaba a cabo. Su corazón latió con fuerza en cuanto ella corrió a abrazarlo mientras agradecía a Thor porque estuviera a salvo.

También recordó con cariño la vez fueron a una de las subastas de dragones organizada por los cazadores, cuando al estar entre la espada y la pared y sin sus dragones, el pequeño pero significativo apoyo que le dio la rubia lo hizo poner sus ideas en claro para conseguir la victoria.

Aquel día, la rubia se había acercado a su líder para ponerle una mano delicadamente en el hombro en el instante en que se estaban llevando al Furia Nocturna mientras que a ellos los dejaban encerrados.

-Encontraremos la solución, ya verás- le susurró cerca del oído.

El castaño tomó su mano con cariño tras escucharla. La acarició como al pétalo de una rosa antes de responderle.

-Lo sé, gracias por reconfortarme- musitó dándole una pequeña sonrisa.

-Siempre vas a contar con mi apoyo y ayuda hasta el final...

Y vaya que no mentía, pues en el momento en que se vio en problemas intentando recuperar el oro de Berk que había robado Viggo después del desastre en la subasta de los dragones, estando sumergido en el océano, sabía que el peso del cofre sería mucho y que no podría llegar a la superficie por sí mismo.

¿Siempre? SiempreWhere stories live. Discover now