12: Pequeños Problemas.

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Los rayos de la luz del sol comenzaron a escabullirse por la cortina la cual tapaba la ventana; Esta era de color melón, con una tela muy fina y ligera. Por eso no tardó en que toda la habitación estuviese iluminada por la radiante luz de un nuevo día.

Mis ojos se abrieron perezosamente y para mí sorpresa, ella aún seguía dormida...
Vaya, que raro.
Estirandome un poco con mucha discreción para no despertarla me acerque a ella para verificar que aún estuviera en los brazos de Morfeo, pero por mi mente no pude evitar pensar en su rara y fea manera de dormir.

Pensaran que duerme como un angelito recién nacido o como princesa de Disney.

Pues no señores...

Roncaba ligeramente, pero el acto causaba que un mechón de su cabello se levantará, tenía rastros de saliva por su mejilla y sin contar su rara pose de escultura de museo y que su boca estaba muy abierta como si se fuera a tragar la habitación.

Levante mis cejas un tanto sorprendido y guarde mis burlas para otro momento, había que poner manos a la obra.

Me levante con mucho cuidado de la cama y me acerque hacía el armario frente mío, viendo la cantidad de hojas y papeles de quien sabe que cosas estando muy arriba. Miré hacía todos lados y tomando un pequeño pero muy útil banco me subí arriba de este y comencé a tomar y revisar todas las hojas. Por lo visto eran pagos del agua, de luz, una... ¿manicura? ¿Qué es esa mierda?.
Bueno, en alguna de estas cosas inservibles tal vez encuentre el testamento, así que tome todas las hojas y documentos, y cuando digo que eran muchas. Eran muchas...

Sin querer mi pierna perdió el equilibrio y cuando me iba a bajar resbale como un total imbécil y sonó el golpe en seco, haciéndola despertar.
Genial...

¿La cague? Efectivamente.
¿Dignidad? Por los suelos.

—¿Q...Q-Qué!?
—se levantó rápidamente con los ojos medio adormilados.

—Maldición...

—J-JungKook, ¿estás bien!?.
—dijo una vez que su mirada se encontró con la mía— ¿¡Qué te paso!?.

Le iba a responder un
>Me caí, ¿que no ves?<
Pero creo que ayer todo fue un total desastre y ya la he cagado demasiado.

—Quería tomar unas cosas y me caí —dije quitándome una hoja de la cara.

Ella ni siquiera se inmutó, solo se levantó y acomodo las sábanas para luego irse hacía el baño y cerrar la puerta con fuerza, claro...
Sigue molesta.

—Tsk, como si me importará...
—murmure comenzando a buscar mi cometido entre todas las hojas ya hechas un desastre.

¿Quien se cree ella?. Sí sí está muy buena y todo pero no pienso rogarle, ¡Por supuesto que no me importa! ¡¡En cuanto me vaya de esta casa creo que ella hasta me lo va a agradecer!!.
¡Sí! ¡Así es!!.

Mientras buscaba la puerta del baño fue abierta nuevamente  y esta vez salió Susy, obviamente más arreglada a como dormía. ¿Y quieren saber que hizo?...
Pues siguió de largo y salió de la habitación, ¡Y sin mirarme!.
¿¡Y el buenos días amor!?.
¿¡Por qué no me sonrió de la manera tonta en la que siempre lo hace!? ¿¡Que en un matrimonio no se supone que tiene que DESBORDAR EL AMOR Y TODAS ESAS MARICONADAS!?

—Hija de... —solte aire con brusquedad claramente frustrado, como ya dije, ¡No me importa!!! ¡Y están muy equivocados sí piensan que le voy a rogar!.


°•☀️🏢•°

¡No conseguí nada!.
Recibos de luz, una compra por un sofá, un chicle viejo ¡y una puta araña!.
¡¡Ningún testamento!!.

Mi Hermano Mellizo °Jeongguk° Where stories live. Discover now