Le llaman la mujer de ceniza.
Porque le quemaron el alma y le incineraron el corazon.
Pero supo levantarse por su amor propio y sonriendo enfrentó la vida.
Valorándose y respetándose ella misma, y así como el AVE FÉNIX se levantó desde el fuego para...
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El día de mi boda a llegado, se supone que cuando te vas a casar es porque estas muy seguro y muy enamorado también. En mi caso ninguna de las dos, por lo contrario me siento triste, yo quería dar este paso con Elizabeth y si a eso le sumamos que estoy solo, ya que en cuanto Ricardo y Juan se enteraron de lo que quería hacer me dijeron que no tenía ni su apoyo si su respaldo, en cambio Óscar si quería acompañarme pero no lo dejaron.
Terminó de colocarme el traje que doña eduvina encargo y sin siquiera verla ya me arrepiento de lo que hoy voy hacer. Tengo tantos sentimientos que me siento abrumado, el sonido del teléfono me sobresalta, me acerco para contestar.
Franco : ¿si? - contesto y durante unos segundos solo se escucha una respiración - oiga si no habla cortare la llamada - digo.
Elizabeth : Franco... - Dios esa voz.
Franco : por Dios Elizabeth dime ¿donde estas? - silencio - Dime algo - le digo ansioso por saber cualquier cosa de ella.
Pero solo obtengo silencio.
Elizabeth : me enteré que te vas a casar - me dice.
Demonios... ¿Como de enteró?
Franco : si, pero por ti lo dejó todo solo si me dices donde estas - doy vueltas sobre mi eje ansiando que me diga algo.
Elizabeth : cuando me fui te dije que me iba a vengar - hace una pausa - pero en estas semanas me di cuenta de algo, La venganza es para los débiles, lo fuertes ignoran pero no olvidan - otra vez silencio - Espero y seas muy feliz Franco - dice para depués dejarme escuchando el tan famoso como odioso pí....
Si antes no estaba seguro después de esta llamada menos, ¿que me quedria decir con esto?. Suspiro sintiendo que toda esta situación me sobre pasa. El chofer me lleva a la iglesia y lo que mas sorprende es no ver a nadie esperando la ceremonia, solo al médico de doña eduvina y dudo que este aquí por la boda.
Me colocó en el altar y es aquí cuando me doy cuenta del disparate que estoy haciendo. La música nupcial suena y eduvina camina con la cara desencajada por no ver a nadie, la ceremonia comienza y ya hasta el simple hecho de respirar me abruma.
