6 -. Enamorada

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Los días seguían pasando, mi relación con Boris seguía igual, el seguía con koktu, pero cada vez se le veía mas infeliz, yo por mi parte preferí alejarme, de ellos, de él, en realidad.

El no quería decirme la verdad y bueno, supongo que si se preocupa por ella es porque aún la quiere, así que no tengo absolutamente nada que hacer con él. Me limité a asumirlo.

Ya casi lo tengo asumido. Casi.

Todavía tengo en la cabeza la mala mirada que me lanzó Boris cuando quise mandar a la mierda todo contándole lo nuestro a koktu.

Esa noche Sam consiguió calmarla, que se olvidará completamente de aquella palabra y volviera a sentarse con nosotros en el salón a charlar tranquilamente, pero no pude con la presión y me pasé toda la noche callada. Ni una palabra salió de mi boca.

Aún tengo la imagen mental de Boris y ella de aquella noche, ella estaba feliz, pero el no, parecía que la besaba por obligación. Incluso el momento en el que Koktu cogió a Boris de la mano y lo arrastró a la habitación de Theo a hacer dios sabe qué.

Mi corazón crujía cada vez que el miraba a Theo pidiendo ayuda, pero su amigo no podía hacer nada por él.

Todas estas reflexiones inundaban mi cabeza, poco a poco y segundo a segundo, durante todo el día, era prácticamente imposible prestar atención a las clases, porque él estaba ahí, se metia en mi cabeza como si fuera una canción pegadiza, lo tenía en bucle.

Recordaba cómo me sonreía, el momento en el que me acarició la cara, el primer momento en el que hicimos contacto visual antes de besarnos.

Se me ponía cara de estúpida cada vez que pensaba en el, en su alborotado pelo azabache y en las pecas que adornaban sus mejillas, sus labios rosados a los cuales me muero por besar cada vez que se me cruza por delante.

–¿De quién estás enamorada? – una voz irrumpió en mis pensamientos, mientras sentía cómo una presencia se sentaba a mi lado. Yo no dije nada, hasta que me percaté quien era.

– Hola Sam, vaya pregunta – dije acompañado de una risa nerviosa, el me miró de forma sospechosa. – No estoy enamorada de nadie. – Atiné a decir, mientras volvía a por mi comida.

– No te hagas la tonta conmigo, se te nota – dijo el, yo me tensé al momento, ni siquiera sabía si realmente si estaba enamorada de Boris o no. Así que me quedé callada sin decir nada, esperando escuchar sus argumentos.

– Tienes ojeras, eso significa que pasas las noches sin dormir o duermes poco, ya no te juntas con nosotros, estás distraída y para una vez que te encuentro, estás sola sentada en una mesa fantaseando – el me señaló con el tenedor.

– Harry Styles, me tiene en vilo viendo entrevistas durante toda la noche – dije lo primero que se me ocurrió para salir del paso.

–¿Te puedo preguntar algo? – preguntó el acariciando mis manos

–¿Me prometes que no te vas a enfadar ni a incomodar? – mis nervios empezaron a fluir, odio que me digan cosas así. Asentí intentando mantener la compostura.

– Sólo si me dejas hacerte a ti una pregunta después – dije intentando parecer lo más calmada posible, el asintió.

–¿Te parece si nos saltamos las clases y nos escondemos y hablamos? – el cogió mi mano y me sacó del instituto, al fin y al cabo el ya es mayor de edad, así que, salimos fácilmente.

Me llevó a un parque donde no había nadie, compramos dos cafés y nos escondimos dentro de una caseta de madera para los niños que visitaban el parque.

Ładny - Boris Pavlikovsky Where stories live. Discover now