El sueño de la familia Acar siempre fué mudarse a Las Vegas, en especial, la hija, Ariann, nuestra protagonista, la cual se da cuenta al llegar que las cosas no salieron tal y cómo las había planificado.
Ahí conoce a Theo y Boris, una pareja de ami...
Nos montamos en el autobús para dirigirnos hacia el centro de las vegas,
- estoy deseando ver la cuidad, los edificios, los casinos, las ferias, los hoteles, las calles, el ambient...- expliqué emocionada, pero Boris me interrumpió.
- Los clubs de striptease - le mandé una mala mirada y el soltó una carcajada
- Es broma - me abrazó e hizo que pusiera mi cabeza su hombro - me encanta cabrearte.
- Me gustaría que me contaras cómo llegaste a este acuerdo con mi padre, y no me digas que me quede con lo que sé - el chico miró hacia el frente con una camisa.
- Tu lo has querido - acariciaba mi brazo con cariño, yo solamente escuchaba - al principio me amenazó para que no te hiciera daño, porque el te quiere, eres su niña y yo lo entiendo perfectamente...pero cuando me dijo lo que me iba a hacer si soltabas una lágrima por mi culpa le expliqué mi problema, para que luego no hayan malos entendidos.
-¿Lo entendió? - el asintió mientras me sonreía.
- El pagó todo esto, para que estuvieramos un tiempo juntos y solos y que nadie nos viera, así no tenemos que escondernos, durante dos días, pasaremos la noche juntos y volveremos mañana.
- Mi padre es lo mejor - dije mientras acariciaba su cuerpo.
- Ojalá yo tener un padre como el tuyo - dijo de forma triste - el mío se fué hace días y ni siquiera tengo agua potable en mi maldita casa.
- Bueno, tendrás al suegrito, cuando dejes a koktu - bromeé mientras besaba su mejilla.
– Ya tengo a tu padre camelado, aunque me mire mal.
–¿Tu crees?
– Lo sé. Tu madre me adora y tu padre también.
- Eso espero - suspiré mientras seguíamos abrazados admirando las vistas del desierto de nevada.
El viaje fué tranquilo, íbamos tranquilamente hablando de tonterías, nuestros sueños, gustos, aficiones, música...
Me contó anecdotas de sus viajes en Ucrania, Nueva Zelanda y más lugares. Era muy interesante escucharle. Ha vivido bastante más que yo con casi la misma edad.
- ya llegamos - dije emocionada mientras le daba toquecitos - ¡Mira el cartel!
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Minutos después bajamos de la guagua y tras caminar un poco llegamos al hotel, nos deshicimos nuestras pertenencias y corrimos hacia la cuidad de las vegas.
Nos pasamos el día admirando todo lo que la ciudad nos ofrecía.
- Si mi padre estuviera aquí - me dije mientras admiraba toda la avenida de strip - algun día viviremos aquí.
- Algún día, bonita - dijo mientras besaba mi frente - necesito ir a ver todos los hoteles temáticos - me dijo mientras cogía mi mano y me arrastró para verlo todo.
