|Capitulo 2: Reencuentro|

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Chiara lo esperó en la habitación muy tranquila o bueno, un poco nerviosa. Ya sabía por donde se iba a ir, tenía todo organizado.

Lo esperó unos veinte minutos hasta que éste entró por la puerta agitado y apurado.

-Tú... ¡Tú me mandaste a la policía! ¿No es así? -preguntó Rafael poniéndose sus zapatos. -Maldita puta mentirosa.

-¿Ah? No he hecho nada yo. -dijo Chiara, él sacó su pistola y le apuntó, un escándalo se escuchó en la sala. Él se apuró, le disparó a Chiara para luego salir corriendo.

-¡Agh! ¡No! -exclamó Chiara, ella se tiró al suelo por el dolor, la bala paró en su pierna. Se quejó del dolor e intentó escapar por el balcón pero estaba rodeada.

"No debí de haber venido", se decía Chiara. Igual ella confiaba plenamente en Christopher, sabía que él iba a pasar por ella.

Aún estando rodeada, subió al techo y comenzó a correr. Estaba coja pero corrió para salvar su vida, para no terminar dentro de una cárcel por el resto de su vida.

-¡Alto ahí! ¡Manos arriba! -exclamó una voz masculina detrás de ella. -¡Alto o disparo!

Ella se detuvo, su pierna sangraba mucho. Se volteó con las manos arriba y se miró con el policía.

Otros policías se acercaron a ella, la tiraron al suelo y la esposaron.
Lo intentó.

La llevaron a interrogar. Primero le curaron su pierna, luego la tuvieron en sala de interrogación por más de seis horas, ella no decía una palabra.

-Está bien, si no quieres hablar, está bien. Estarás aquí hasta que hables. -le dijo un oficial.

Ella soltó una risita.

-Okey, espero entonces. -dijo ella mientras miraba fijamente al oficial.

-Yo me encargo de que hables. -dijo ése oficial poniéndose enfrente de ella. -Hablas o...

-¿Qué me harás? ¿Mhm? Cuenta... -Chiara no terminó de hablar y él oficial le dió un puñetazo en la boca.

-Señor. -dijo uno de los policías que estaba allí.

-Vete. -le dijo el oficial golpeando otra vez a Chiara.

-Señor va a llegar el agente Pimentel en cualquier momento. -le dijo el policía.

-Cuando esté aquí me avisas. -le dijo el oficial. -¿Y vas a hablar?

Chiara sentía su sangre hervir.
Su labio sangraba y se hinchaba poco a poco.

-Ya te dije que no, ésto es abuso de poder. -le dijo ella y él la volvió a golpear.

-¿Qué tal si probamos otra cosa? -dijo el oficial tomandola del cabello y haciendo que ella se levante. -Oiga, Martínez, tráigame un café bien calentito. -el policía Martínez obedecía las órdenes de él, era su jefe.

-No me jodas, ¿qué quieres que diga?

-¿Dónde está Rafael? ¿Desde cuándo trabajas con él? -preguntó.

Chiara al escuchar éso comenzó a reírse.

-No mames, yo que voy a saber, ¿no ves que él me disparó en la pierna? Muy amigos no somos. -dijo ella.

Él oficial la volvió a sentar en la silla y salió de la sala dejándola sola por unos momentos.

Entonces entró el agente Joel Pimentel. Él se sorprendió al verla tan golpeada pero guardó su compostura, ella al verlo quedó paralizada.

-¿Joel? -preguntó ella mirándolo de arriba abajo muy sorprendida, ella no podía creer que al fin Joel cumplió su sueño, él ser policía. Muy en el fondo estaba súper feliz y orgullosa de él.

-Joel Pimentel. -se presentó él, cerró la puerta tras él. Nadie más estaba en ésa sala.

-No lo puedo creer, que cool que hayas logrado ésto, Joel. -le dijo Chiara con una sonrisa.

-Gracias, yo estuve investigando tu caso y no te esperaba aquí muy pronto. -dijo Joel sentándose enfrente de ella.

-No pues tampoco me imaginé aquí. -dijo ella.

-¿Puedo hacerte unas preguntas?

-No, estoy cansada, me golpearon, no me dieron de comer, tengo sed. -dijo ella.

-¿Te golpearon aquí? -Joel la miró y ordenó que traigan algo de comida.

-Sí, ¿qué ha sido de tu vida? -le preguntó ella, no le interesaba simplemente quería hacer tiempo.

-No debería hablarte de mí, mejor tu hablame de tí. -dijo Joel. -No voy a mezclar las cosas, tú y yo somos muy diferentes.

-¿Qué quieres que te diga de mí? No somos tan diferentes.

-¿Cómo es que entraste a ésto? -la miró. -Somos muy diferentes, tú eres una criminal y yo soy un policía.

-Hay policías criminales, por ejemplo el que me golpeó, yo que sepa eso es un delito. -dijo ella. -Pues un día Lucifer me dijo que quería que lo ayude en algo y ahí entré.

-¿Lucifer? ¿Christopher Vélez? -preguntó Joel.

-Me he ido de mi casa para irme con Lucifer y ahora me dedico a ésto, es mi trabajo. Es la primera vez en dos años que me atrapan. -dijo ella.

-¿No tienes contacto con tu familia? -le preguntó Joel.

-No.

-¿Hace cuánto? -la miró fijamente.

-No lo sé.

-Tu mamá me ha dicho otra cosa, querida Chiara. -dijo él. -Me ha dicho que apareces cada seis meses a llevarle dinero.

-¿La has visto? -preguntó ella. -¿Cómo está?

-Bien, vive bastante bien. -dijo Joel.

-¿Y mi hermano? -preguntó ella.

Tenía meses sin verlos, los extrañaba más que a nada pero ella no podía acercarse o los pondría en riesgo.

-Tu hermano también está bastante bien, está estudiando aún. -dijo Joel. -¿No has pensado en terminar con todo ésto? Ellos te extrañan, tu madre me dijo que está todo el tiempo angustiada pensando en tí, tú no eras así Chiara.

-Las personas cambian y no he pensado en terminar con nada.

-¿Dónde se quedó esa chica que yo conocí? ¿Dónde está la Chiara que en vez de matar quería salvar vidas? -Joel la miraba fijamente y ella sintió una extraña sensación dentro de ella. -Tú no eres la chica de la cual me enamoré.

-No, no lo soy. No me interesa volver a lo que era antes, ya es muy tarde.

-Pero, ¿te gustaría?

-No lo sé, a veces sí, a veces no.

-No es tan tarde, Chiara, sí tú hablas puede que el juez te dé años de rebaja de condena. -dijo Joel intentado convencerla.

-No puedo, Joel, amo a Christopher y no le haría nada que le haga daño. -dijo ella con lágrimas en sus ojos.

-¿A Christopher? Ése tipo te trata como una basura.

Lucifer || Christopher Vélez, Joel Pimentel.Where stories live. Discover now