|capitulo 7: Celos, segunda vez|

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Pasaron dos meses, la última vez que ví a Joel lo noté muy raro. Fue ayer, nos vimos un rato y luego tuvo que volver a su casa.

Juro que estaba súper raro, como que tenía algo que decirme pero no lo ha dicho.

–¿Dónde estabas ayer? –preguntó Christopher entrando al baño, yo estaba con un camisón blanco, estaba recién abriendo las llaves del agua para darme una ducha.

–En la plaza, ¿qué quieres?

–¿A quién esperabas? Me dijo Vara que te subiste a un auto, estuviste allí una hora y luego bajaste. –dijo Christopher.

–No estaba con nadie, ¿me espías ahora?

–¿Con quién estabas? –se acercó a mí, me tomó del cabello, me miraba fijamente. –¿¡Con quién me estás engañando!?

–¡Con nadie! –exclamé. –Sueltame.

–Tengo el número de la patente del auto, ya lo mandé a buscar a ése desgraciado. –dijo él, mis piernas comenzaron a temblar del miedo.

–Amor, te juro que... –ni me dejó hablar, me dió un puñetazo en la boca.

–Eres una puta. –me empujó con fuerza hacia la ducha, caí allí y el agua me mojó rápido. –¿Cuánto tiempo llevas engañandome? –lo miré con miedo.

Ni me lo esperé, me dió una patada en el estómago la cual me dejó sin aire, el agua corriendo por mi rostro tampoco me dejaba respirar bien.

Narrador|

Él estaba hecho furia, además había tomado un poco. Él no permitiría que ella lo engañe con otra persona, ella era de él y de nadie más.

Sin darse cuenta le estaba dando una fuerte paliza a _____, ella no podía respirar, estaba quedándose sin aire y él no se daba cuenta.

–¿Por qué me haces hacer ésto? –lloró él. –Tú eres sólo mía, _____, no eres de nadie más, yo soy tu dueño, me haces hacerte éstas cosas.

–Christopher. –dijo ella, estiró su mano y cerró las llaves del agua.

–Christopher nada, mira lo que me haces hacerte, cariño, yo no quiero hacete éstas cosas pero tú te portas muy mal. –dijo él mirándola.

Una vez más comenzó a patear su vientre con odio, algunas patadas fueron a parar en el rostro de ella.

_____ sólo deseaba que el tiempo pase rápido, ella no podía hacer nada, tenía su rostro y su cuerpo palpitando del dolor. Ella gritó y pidió ayuda, pero nadie se acercó a ayudarla, pues todos estaban del lado de Christopher, el jefe de la casa.

–¡Christopher ya detente! –lloró _____ del dolor. –¡Por favor! –suplicó.

–¡Christopher! –exclamó Lucinda, la señora que cocinaba en la casa. Christopher estaba cegado por la rabia, no escuchaba nada. –¡Ayuda, Vara, separalo, va a matarla! –gritó Lucinda.

Vara, el guardaespaldas de Christopher se metió, lo separó pero ya era demasiado tarde. _____ se había desmayado y había un sangrado entre sus piernas.

–Oh dios, llama a un doctor. –dijo Lucinda mirando a _____. –Rapido.

Llamaron al doctor de confianza de Christopher, la recostaron en la cama y una hora después llegó el doctor.

Christopher se había ido a dar una vuelta, se lo llevaron a la fuerza.

_____|Rayita.

Me desperté, estaba en mi habitación, con un suero en mi brazo y sentía fuertes cólicos.

Lucinda estaba en el sofá, estaba leyendo algo.

–Luci. –le dije, ella me miró y se acercó.

–Ay mi niña. –dijo ella. –Lo siento tanto por no llegar antes, estaba muy dormida.

–¿Dónde está Christopher? –pregunté.

Lo último que recuerdo era ver llegar a Luci y ya.

–No lo sé, no ha venido. –dijo ella y tomó mi mano. –¿Cómo te sientes?

–Pues mal. –le dije, se me hizo un nudo en la garganta. Tenía miedo por Joel, tenía muchísimo miedo. –¿Me haces un favor?

–Dime mi niña. –dijo ella.

–Fijate si Christopher está en la casa y si no está... –tomé mi celular. –Anota el último número que tengo ahí en tu celular y llama, pregunta por Joel, pregúntale si está bien y dile que tenga mucho cuidado, Christopher está queriendo rastrear su auto. Por favor Luci.

–Voy a ver si está Christopher, ¿sí? Ahorita vengo. –dijo ella, salió de la habitación y un rato después volvió.

Tomó mi celular, anotó y llamó.
Escuché que habló con él, escuchar la voz de Joel y saber que estaba bien me tranquilizó muchísimo.

–Listo. –dijo ella. –Me dijo que él está bien, que no te preocupes.

–Gracias Luci, muchas gracias por meterte anoche. –le dije.

–Perdóname por llegar tarde, si llegaba un poco más tarde tal vez él te hubiera matado. –dijo ella. –Y... el doctor dijo que cuando termine ése suero ya estarás bien, me dijo que... estabas embarazada.

–Lo sé. –le dije. –Estaba, ¿verdad? ¿Lo perdí?

–Sí, ¿lo sabías?

–Apenas me enteré ayer. –sollocé. –No quería tenerlo, no quiero traer un bebé a éste mundo sólo para que sufra, Christopher no sé si sería un buen padre, el niño o niña tendrá que vivir escondido y tal vez su propio padre mate a su madre. –dije entre sollozos.

–Tal vez tengas razón pero quizá un bebé hace cambiar a Christopher, él es un buen muchacho, lo conozco hace tiempo y él no era así antes. –dijo ella. –¿Recuerdas cuándo recién llegaste? Él era súper bonito, muy amoroso.

–Sí, lo recuerdo y que pena que haya cambiado así. Quiero irme de aquí, no quiero terminar muerta.

–Dale un hijo a Christopher, él cambiará por completo y si no lo hace yo hablaré con él.

Luci era como la madre de Christopher, ella vivió años con él, lo vió crecer y ella es la mujer a la que más caso le hace después de la madre de él.

Y yo no sé de quién era ése bebé, si de Christopher o de Joel. Apenas tenía cuatro semanas.

–Luci. –dijo Christopher entrando, sentí miedo pero a la vez tranquilidad porque lo ví muy calmado.

–Dime. –dijo Luci.

–¿Es cierto lo que dijo el doctor? –preguntó Christopher, se acercó y me miró.

–Sí, lo siento mucho. –dijo ella. –Con permiso, iré a cocinar algo.

Christopher se quedó mirándola hasta que salió de la habitación, tal vez yo merecía esa paliza, sus sospechas eran ciertas. Hace meses lo estoy engañando.

Lucifer || Christopher Vélez, Joel Pimentel.Where stories live. Discover now