|Capitulo 8: Arrepentimiento|

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–Cariño... –dijo Christopher. –Perdóname.

–No me dejaste ni explicarte lo del auto. –le dije con un nudo en la garganta. –Quería hacerte una sorpresa, justo ayer me enteré del embarazo.

–¿En serio? –me miró.

–Sí, quería que sea algo bonito, estaba organizando y tú malinterpretaste todo, Christopher. –le dije. –Mira lo que me hiciste, mírame como estoy, me duele todo el cuerpo, me duele el alma porque jamás me imaginé que me fueras a llegar a golpear así.

–Perdóname mi amor, perdón, estaba furioso, no sé porque últimamente me dan ésos ataques de furia, lo peor es que ni recuerdo el momento en que empecé a golpearte así. –dijo él mirándome.

–Sólo pones excusas, ya no sé que hacer, me da mucho miedo de que malinterpretes otra cosa y llegues a matarme. –dije entre lágrimas.

–No son excusas, te juro que no recuerdo cuando me puse así, perdóname, no volverá a pasar, lo prometo, iré a un psicólogo, mi amor, voy a cambiar por tí.

–¿Y el bebé que esperábamos qué? ¿Quién me lo devuelve? –lo miré. –Da igual, no sé en qué pensé en ése momento, no es un lugar agradable para un niño aquí. Quizá ni querías ser padre.

–Sí quería... perdóname, bebé, haré todo lo que me pidas para que me perdones. –dijo él, tomó mi mano y la besó.

–Ahora quiero que te vayas y me dejes en paz un rato, Christopher. ¿Vienes a rematarme o qué?

–No, lo siento. Venía a pedirte perdón, lo siento mucho, ya me voy. –dijo él caminando a la puerta.

Narrador|

Christopher estaba arrepentido, más al enterarse de que mató a su propio hijo.

Él pensó en que estaría bien sí _____ lo deja, él lo merecía, merecía éso y muchas más cosas desagradables.

Christopher se dirigió al patio, donde estaba Vara su guardaespaldas y le dió un golpe.

–Cuando escuches que le estoy gritando a mi mujer, vas y me quitas de ahí, imbécil. Haz bien tu trabajo. –le dijo Christopher.

–Lo siento mucho señor, creí que era mejor no meterme. –le dijo Vara.

–Pues cuando escuches que le estoy gritando, vas y me sacas de ahí. ¿Entiendes?

–Sí señor.

–Y si no entiendo, me golpeas. –le dijo Christopher. –Vamos, golpea aquí. –se abofeteo dos veces y puso su rostro frente a Vara.

–¿Está...

–¡Golpea cabrón! –le gritó Christopher.

Vara lo golpeó pero Christopher le dijo que no se detenga. Cuando Vara por fin se detuvo, Christopher estaba en el suelo, con el labio roto y su ojo hinchado.

–Bien, me golpeas hasta que me dejes en el suelo sin fuerzas. –le dijo Christopher poniéndose de pie. –Por ésto eres mi favorito, haces bien tu trabajo cuando te lo pido.

–Eres un imbécil. –le dijo _____ mirándolo, ella estaba en el ventanal que daba al patio.

–Es para practicar.

–No puedo creer que no tengas autocontrol. –le dijo ella mirándolo. –Sí ésto va a volver a pasar, mejor yo me voy y pues así nos ahorramos que pase todo.

–No, no, no, no, no te vayas, te prometo que no volverá a pasar, _____ no me dejes. –le dijo Christopher desesperado.

Él se desesperó, no estaba preparado para que la pelinegra lo deje, claro que no.

–Era un chiste. –le dijo _____ y soltó una risita, ella sabía que ahora Christopher estaba a sus pies, como la última vez que él la golpeó.

Tal vez así podía conseguir dinero para darle a Joel y que él viva en una casa más bonita.

Ella volvió a entrar, por suerte la golpiza no fue tan grave a el punto de sufrir alguna fractura grave. Simplemente Christopher con sus patadas no le atinó a ningún hueso.

[…]

_____ seguía en recuperación, los moretones ya se notaban menos y Christopher estaba muy dulce con ella.
Ella lo disfrutaba cuando él pasaba tiempo con ella.

–Oye, estaba buena la película. –dijo Chris mientras comía palomitas.

–Sí, me encantó el actor, tiene una voz muy linda. –dijo ella.

–Sí, a mí me encantó la actriz esa, es hermosa.

–Oye. –le dijo _____ con un tono de regaño hacia Chris.

–Tú también eres hermosa, te amo. –dijo él y le dió un besito en su hombro. –¿Ya te sientes bien?

–Sí, ya no me duele casi nada.

–Al fin, perdóname, ¿uhm? Te amo muchísimo y no quiero perderte. –le dijo él, la abrazó contra su pecho y besó su coronilla.

Ella estaba feliz de tener otra vez a su Chris amoroso, esa parte de él la enamoró y la seguía enamorando cada vez que él se comportaba así.

–Yo también te amo.

–¿Quieres irte a dormir ya?

–Sí, ya iré a descansar, mañana tengo cosas que hacer. –dijo ella. –¿No vas a dormir aún?

–No princesa, debo terminar de hacer cosas del "trabajo". –le dijo él poniéndose de pie.

–Anda, éstos días ni has dormido conmigo abrazándome.

–Prometo que termino de hacer éso y vengo aquí a acostarme contigo, ¿va?

–Bueno, está bien. –dijo ella, se puso de pie y se tiró a la cama.

–Ahorita vengo, duerme que no sé si llegaré temprano. Te amo. –salió de la habitación.

–Okey... –dijo ella, miró su celular, tal vez tenía algún mensaje de Joel pero no fue así, era muy raro.

Ella le escribió: "Holaa, ¿mañana dónde siempre y a la misma hora?"

Enseguida le llegó la respuesta: "Sí, a la misma hora donde siempre, tenemos que hablar.".

Ella estaba feliz de que vería a Joel. Borró los mensajes, apagó todas las luces, se recostó de lado y se durmió pensando en como sería su vida con Joel si jamás se hubiesen separado.

Lucifer || Christopher Vélez, Joel Pimentel.Where stories live. Discover now