|Capitulo 10: Iruya y Cariló|

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Me levanté, me metí al baño e hice mi rutina. Escuché la voz de Christopher, en cuanto salí del baño, Chris entraba a la habitación con una cara de preocupación.

–Mi amor, que bueno que estás bien. –dijo, se acercó y me abrazó. –¿Cómo lograste salir de ahí?

–Me escapé como tú me dijiste. –lo miré. –Además yo recién iba llegando a la casa y ví algo raro, así que me preparé.

–Ví por las cámaras que ellos entraron. –Dijo, besó mi frente y soltó un suspiro. –¿Quieres ir al pueblo?

Por las dudas, Chris tenía otro depósito para "trabajar" en el pueblo de Cariló, también tenía otro depósito en otro pueblo llamado Iruya.

Iruya quedaba súper lejos pero Chris iba a veces a ver qué tal. Los dos pueblos eran hermosos, con gente super amable.
Chris era conocido en todo el pueblo porque pues él era el que le daba trabajos y dinero a la gente, son gente de clase baja a media.

–Pues estaría mejor que quedarnos aquí. –le dije.

–¿No te gusta la casa? –me miró Chris y se rió.

–No, hace mucho frío y es oscura. –le dije.

–Tienes razón, igual íbamos a ir al pueblo.

–¿Cariló?

–Sí mi amor. –dejo un beso en mis labios. –Vamonos ya mismo, tengo muchísimas cosas que hacer y menos mal que no perdí nada de mercancía, anoche la entregué toda.

–Menos mal, y me dí cuenta que no perdiste nada porque estás muy dulce.

–Estoy feliz de que son imbéciles. –dijo él, me reí, tomé mis cosas y salimos de allí.

Salí al patio, me subí al auto y esperé a Christopher.

–¿Qué tal señorita? Me alegro de verla. –dijo Vara, estaba sentado en el asiento del acompañante.

–Hola Vara. –le sonreí.

Vara era un hombre ya grande, le doy unos cuarenta años. Se portaba bien, era muy amable y fiel a Christopher.
Lo único que sé es que él tiene dos hijas, una más o menos de mi edad y la otra muy pequeña, unos seis años quizá.
Christopher tiene la ubicación de la familia de él, sabe todo, y sí Vara lo traiciona, Christopher mata a su familia y así con todos los hombres que trabajan para él.

–Bien, ya vamos. –dijo Christopher subiendo al auto.

–Cariño, ¿podemos ir a comer algo?

–Sí, en cuanto lleguemos a Cariló.

[semanas después]

–Ya amor, ya. –dije riendo, Chris estaba haciéndome cosquillas.

–Ya, pero levántate. –dijo él. –Ve a darte un baño y baja a almorzar.

–Sí, ya voy, tengo pereza. –le dije.

–Cochina, anoche no te bañaste.

–Pues estaba cansada. –me puse de pie y me metí en el baño.

–Apurate que luego debemos ir a la fiesta del pueblo, mi amor. –gritó.

–¡Bueno!

Joel|

Estuve pensando muchísimo en _____, quería verla, abrazarla, besarla... En éste momento estaba pensando en ella, tomé mi celular y le escribí.

"Hola, ¿dónde siempre?"

Esperé su mensaje, estaba nervioso. Amber estaba en casa de su madre que vive en Chicago, se fue por una semana.

Esperé y esperé la respuesta de _____ hasta la noche, allí me respondió: "Sí, mañana por la mañana."

Fue fácil, tal vez tenía muchas cosas que decirme o tal vez ella me extrañaba como yo a ella.

Me recosté y le respondí unos mensajes a Amber, ella ya estaba por irse a dormir también.
Dejé mi celular a un lado y me dormí rápido.

[…]

Me vestí, desayuné y fuí a la cabaña. Al llegar, ella estaba allí, estaba hermosa, su cabello estaba más largo, más oscuro y su piel estaba un poco más morenita.

–Hola. –sonreí de lado.

–Hola, demoraste mucho. –dijo ella.

–Lo siento, no me haz dicho la hora exacta. –le dije. –¿Cómo estás?

–Bien, ¿por qué querías verme? ¿O para qué?

–Te extrañaba. –le dije.

_____|Rayita.

Pensé durante todo el día, no sabía si aceptar verlo o no. Lo extrañaba, y mucho.
Hasta que acepté, sólo quería verlo una vez más.

Me aseguré de que Christopher tome mucho y se duerma súper tarde. No quería que él vuelva a sospechar, no ahora que se estaba comportando demasiado bien conmigo.

Sinceramente sigo con Christopher porque yo sóla no podría sobrevivir, ya estaría encerrada en una celda. Y bueno... ahora se empezó a comportar como antes, así que tal vez sume más puntos.

En cuanto ví a Joel se me hizo un nudo en el estómago y me puse muy nerviosa. Se veía lindo.

–¿Me extrañabas? –lo miré.

–Sí, ¿tú no? –preguntó, se acercó a mí y de los nervios bajé mi cabeza. –¿No vas a responder mi pregunta?

–No.

–Entonces es un sí. –dijo. –Te he extrañado muchísimo, _____, por eso te escribí.

–Y pues tú eras el que me terminó, era tu deber escribirme a mí. –alcé un poco mi vista para verlo, estaba demasiado cerca.

–Pues sí, me arrepiento de haberte terminado, no te he dejado de pensar. –me dijo.

–Siempre se arrepienten. –le dije, él soltó una risita, se acercó un poco más a mí y lo besé.

Lo siento pero no podía soportar tenerlo a tres centímetros de mi rostro y no besarlo.

[…]

–¿Quieres conocer mi departamento? –me preguntó, acariciaba mi cabello mientras yo estaba recostada en su pecho.

No hemos hecho nada, simplemente nos besamos, entramos y comenzamos a hablar sobre lo que ha pasado en éstas semanas.

–¿Amber no está?

–No tonta, lo dije recién. No me ponías atención, ¿verdad? –me dió un golpecito en la cabeza y me reí.

–Se me ha cruzado un pensamiento justo en ése momento. Entonces vamos.

Lucifer || Christopher Vélez, Joel Pimentel.Where stories live. Discover now