Capitulo 23

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El más inteligente y astuto detective, se llevó las manos a la cabeza, desechando la idea de lo que le había dicho aquella mujer. Contado todo lo sucedido, le había entregado su teléfono para rastrear la llamada que habían tenido madre e hijo antes de verse.

-¡Pero Karen! ¿¡Sabes que debería arrestarle por cómplice verdad!? Diablos, diablos, no sé en qué pensaba usted.- Mike no paraba de dar vueltas por el salón principal, cansando a la pobre mujer.

-Lo sé señor detective, como madre deseo lo mejor para mi hijo, pero he sido una muy mala ¿Sabe? He descuidado a mi niño por un hombre, no me lo perdonará nunca.- La mujer se llevó ambas manos al rostro, sollozando. El mayor suspiró tratando de no dar algún golpe a la pared y asustar más a la mujer.

-Debemos encontrar a su hijo cuanto antes, ¿Quien sabe? Puede que aquel estúpido asesino le haya lavado el cerebro. Dígame, cuando se vió por última vez con Andy, ¿Qué logró ver a su alrededor?

Karen silenció por unos instantes.

-Escuche... Coopere por favor.

-Nos vimos... Es una planada con muchos árboles alrededor. También habían cabañas y puestos para caravanas. Ese lugar suelen frecuentarlo en verano.

-Espere... Es el parque Burnday. Su nombre es debido a un incendio que hubo hará unos cien años. Bien, tranquilícese y dígame, ¿Hacía donde se fue Andy? Con eso y el rastreo de la llamada, podemos ser capaces de aproximarnos a la ubicación.

-Se fue por el mismo camino con el que vino, dirección noroeste, yo que sé. -Suspiró acomodándose el cabello.

-Karen... Puede ir a ducharse y descansar, no la dejaré salir con esta lluvia, se resfriará. Yo trataré de seguir con la investigación.

La mencionada no puso resistencia, asintiendo con pesadez siguió las instrucciones del hombre. No le hacía gracia aceptar de aquella manera, y a solas con un hombre, pero a estas alturas ¿Qué más podía perder?

Una vez solo, Mike agarró un mapa de la ciudad que tenía en uno de los cajones del salón y se puso manos a la obra. Con un marcador rojo, buscó el lugar del encuentro.

Un presentimiento de esperanza recorría por todo su ser; con las pistas en su cabeza dió con una localización. Un motel.

Gracias a los asesinatos de Tiffany, (que Mike estaba convencido al 99% de que era ella) que ocurrían en el sentido contrario a donde se hayaba el asesino y el parque en donde fue Andy, estaba seguro; era allí.

Abandonado en el 1976 por una familia que no pudieron hacerse cargo de las deudas, allí se encontraba muy posiblemente la pareja que tanto buscaba. No perdía nada con mandar unos cuantos coches patrulla a revisar el lugar a primera hora de la mañana, ahora debía descansar.

[...]

El Sol empezaba a hacerse presencia entre las colinas de las montañas. En aquel motel no había si no ningún edificio en muchos kilómetros a la rotonda.

Andy despertó y se encontró solo. No vió al pelirrojo en ningún lado.

Se destapó la sábana dándose cuenta lo desnudo que estaba; de nuevo habían tenido otra noche de pasión y lujuria. A simple vista se podía ver los moretones y marcas que salían en cada rincón de su blanca piel, además del dolor trasero. Sentía pudor de admitirlo; le fascinaba que lo hiciera suyo, aún si con ello significaba aguantar aquellos ataques de frenesí que le daban al mayor.

No obstante no podía obviar todo lo demás.

¿Cómo es qué aceptó la muerte de Shane? Es decir, se había conformado con la explicación que le dió Chucky respecto a su muerte, protegerlo de aquellos que intentaran dañarlo. Sin embargo su charla en la cárcel le hicieron convencer que no volvería a hacerlo.

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora