Capitulo 8

2.2K 249 5
                                    

—¡Deja de decir palabrotas Chucky!

[...]

—¿No lo ves Andy? Chucky es solo un juguete.

—Pero mamá, es verdad, tienes que creerme. Fue quien hizo daño a tia Maggie. Él dijo que era una zorra...

—¡Andy! No digas eso por dios.

[...]

—¡Me vengaré de ti Eddie! ¡Cueste lo que cueste!

[...]

—Necesita su cuerpo para transferir su alma al niño...

Su alma...
.
.
.

[...]

—¡Joder! —Desperté de nuevo con esos sueños que se me aparecían y se repetían una y otra vez. Diferentes rostros, pero mismos nombres.


Miré al idiota de Eddie que seguía durmiendo.

Necesitaba una ducha en este mismo instante para quitarme todo el sofoco y el sudor que llevaba encima. Eso hice, agarré mi ropa limpia de ese dia y salí de la habitación, encaminandome al cuarto de duchas masculino. Por suerte no había nadie.

Abrí la llave de agua caliente y me sumergí en el momento que me deshice de mi última prenda. Suspiré aliviado.

Siempre había un espejo en cada ducha. Me miré en éste el cabello, color cobrizo claro, mis ojos azules, unas cuantas pecas alrededor de la cara. ¿Qué cojones pasaba? Pues ni puta idea. Pero en ese sueño aparecía un muñeco asesino, que casualmente era clavado a mí. No entiendo la finalidad de esta mierda, tampoco entiendo la supuesta traición de mi amigo.

Si era cierto que nos hemos reencarnado, ¿Porque Eddie y Tiffany no tenían esos recuerdos? Únicamente, Andy y yo.

Me volví a mirar al espejo, pero esta vez me vi reflejado como aquel muñeco, riéndose como un desquiciado como yo lo hacia en mis asesinatos. Literalmente eramos el mismo.

—¡Mierda!

Reventé el espejo de un puñetazo provocando que unos cuantos cristales se me quedarán clavados en la mano, al instante chorros de sangre salían de las comisuras de las heridas. Esto poco me importaba ya, me estaba volviendo más loco de lo que ya estaba.

—Pero qué cojones está pasando—. Casi inmediatamente salí de allí y me fui vistiendo, sin antes ponerme un trapo en la mano, después me la miraría.

Aquel orfanato era una mierda, eran capaces de echarme a la calle por lo del espejo. Aunque podría asesinarlos a todos, eso es una muy buena idea, ya que son todos unos mierdas.

En mi habitación aún Eddie seguía durmiendo, al principio me lo quedé mirando, recordando aquel sueño extraño dónde él me abandonaba y me dejaba morir. Claro que esto hizo que me hirviera la sangre...

—¡Qué te jodan!

Tiré la venda al suelo y saqué uno de los cristales de mi mano para abalanzarme contra Caputo, éste despertó de inmediato sorprendido y sin entender nada empezó a defenderse.

—¡Joder Charles! ¿Qué diablos te pasa? ¡Aleja eso de mí!— Mis ojos se abrían y se me formaba una sonrisa abierta. Mi sangre caía sobre nuestras ropas, algo que al parecer notó.— ¡Tiffany!

Rato después noté unos brazos por mi espalda intentando apartarme de Eddie sin mucha fuerza, era Tiffany.

—¡Déjalo Chucky! —Me dijo Tiffany apartandome los brazos sin éxito, sin embargo sin mucho esfuerzo la empujé provocando que se cayera al suelo.

Aquello ocasionó que Eddie me empujara con todas sus fuerzas con el pie, consiguiendo que me alejara y me apartara de ellos. El desgraciado fue a ver cómo se encontraba Tiffany.

—¿Estás bien?

—Si... Eso creo.

Empecé a reír en alto ocasionando que aquellos dos me miraran extrañados, después empecé a quitarme los cristales en mi mano uno a uno. Y no, no sentía dolor por esta estupidez.

—Chucky... Vas a perder mucha sangre. Déjame ayudarte— Me dijo Tiff con suavidad.

—No... No te me acerques—. La amenacé con un tono de advertencia.

—Estas muy raro últimamente, ahora atacas a Eddie sin razón, y me empujas a mí...

¿Debería contar esta mierda a esos dos?

Noté como Tiff intentaba acercarse a mí lentamente y como Eddie intentaba pararla, sin fiarse.

Me lo pensé dos veces antes de asentir con la cabeza y dejar que ella me ayudara. Rápidamente se deshizo del agarre y vino hacia mí.

Me cogió de la mano y me llevó a un botiquín que teníamos en la habitación. Me hizo sentarme a su lado.

Por parte de Eddie bufaba molesto.

—Joder... Últimamente he tenido sueños muy extraños desde que conocí a ese mocoso, sobre vidas pasadas... Y tu me traicionabas Caputo.

—¿Yo? ¿Qué culpa tengo yo? Ya te avisé que debíamos acabar con ese mocoso, da igual todo lo demás, Charles.

—Eddie tiene razón. Creo que esta es nuestra vida, la de ahora. El pasado es historia—. Dijo Tiff enrollando mi mano con vendas.

—No joder, callaos la puta boca. No entiendo porqué vosotros no tenéis esos sueños.

—Bueno, si que es verdad que es muy extraño todo. Solo tú y ese Andy os pasa lo mismo— Dijo Tiff.

—Veo que soy el único con sentido común aquí. Olvídate de todo eso y sigue viviendo tu vida, la realidad es esta Charles.

Eddie se puso enfrente mío desafiante, yo hice lo mismo y le miré seriamente.

—Ya veremos quien vive aquí...—Dije para después irme de la habitación.

.
.
.

[...]

Aquel mismo día en la escuela aproveché para dirigirme a la biblioteca, no es que me gustara ese rollo, solo quería usar el ordenador.

Busqué todo lo que pude sobre lo que me pasaba.

También pensé en comunicarme junto al mocoso para encontrar respuestas, pero era demasiado complicado, Damballah raramente hablaba en nuestro idioma además de que la comunicación era a base de acertijos, cosa que no estoy en condiciones de perder el tiempo.

Aunque si no tengo otra opción, así será. El problema es que el mocoso ya no quiere verse involucrado, aún si esto va para él también.

Me froté la cara frustrado, maldeciendo absolutamente todo.

En ese momento un par de chicas me miraban y cotilleaban entre ellas sonriendo, algo sonrojadas y al parecer queriendo ligar conmigo.

Las saludé y les guiñé el ojo, provocando que estas se fueran más avergonzadas. Me daban mucha pereza está clase de niñatas.

Dirigí mi vista de nuevo a la pantalla, sin embargo algo llamó mi atención enseguida.

Estaba el mocoso a un par de mesas enfrente mío, dejando sus cosas para sentarse a un ordenador. Una mueca es lo que puse al ver al rubio asqueroso que ahora siempre estaba junto a Andy, desde hace un par de semanas.

Al parecer si que estaba haciendo bien lo de ocultar nuestro secreto.

Derrepente Andy me vió, pude notar como se sorprendía al verme aquí en la biblioteca, y no le culpo.

La voz de la directora nos distrajo, anunciando que tenía que decirnos algo muy importante. Yo bufé aburrido, ¿Qué quería aquella zorra ahora?

Me sorprendí aún más cuando dijo mi nombre completo.

—....Y en especial el señorito Charles Lee Ray, no falte porfavor.

Las miraditas sobre mí no tardaron en aparecer, a pesar de ello me levanté y me dirigí al mocoso, me debía unas cuantas jodidas explicaciones.

—Andy.

—Chucky... Ahora no.

—No es una jodida broma joder. —Su estúpido amigo me apartó del enano.

—Él ya no quiere verte...no le molestes.

Andy me miró a la cara, porque ya me conocía demasiado bien.

—¡No! No... Será solo un momento Nico.

Se levantó y empezó a caminar para que lo siguiera, no sin antes burlarme del rubio pijo.

—Así que Nico, ¿eh?

—No, ni se te ocurra hacerle nada o, o...

—¿O qué, Andy?— Sonreí burlesco.

—....¿Qué quieres?—Suspiró— Dijimos de no hablarnos más...

—Ya habrás oído a la directora, espero oír una respuesta clara o le vuelo los sesos a tu amigo—. Dije bien claro.

—No, por favor Chucky, te prometo que yo no dije nada sobre aquello.—Dijo suplicandome.

Me lo pensé un par de veces, no se me ocurría otra razón por la que me podían citar. De todas maneras Andy ya sabe que si me miente lo averiguaré.

—Como sea, hay otra cosa... Esos estúpidos sueños han ido a más, hasta el punto de que casi acabo con el idiota de Caputo—. Dije mientras íbamos a un sitio sin casi gente—. ¿Tu cómo lo llevas?

Pareció pensarselo un rato hasta que habló.

—Los sigo teniendo, cada cual más raro que el anterior—Andy suspiró—. Me he estado negando a comunicarme contigo y a pensar en... ti. Pero no puedo, quiero saber que pasa, aún si Eddie se entera.

Perfecto, accederá más fácil a ayudarme.

—Caputo no te hará nada, no te preocupes por aquella supuesta amenaza. Y escúchame, cuando nos conocimos dijiste que podía ser una reencarnación, pues bien, contactaré con Damballah. Y tu vas a estar.

Andy detuvo su paso y yo hice lo mismo.

—Parece surrealista todo esto, no puedo hacer mi vida sin que tu estes y que me la hagas peligrar.. aunque supongo que esto también me ayudará a mi.

—Hey... Te tengo que proteger de todas formas idiota. Nunca me he encontrado en esta situación al igual que tú.

El mocoso pareció avergonzarse por mis palabras.

—Pero si te ayudo... Prométeme que luego no me matarás, y a Nico tampoco.

—....Trato hecho. Y procura tener cerrada esa boquita y no se enteren de lo de ese Brad.

Andy asintió convencido y nos estrechemos las manos.

—Por cierto, si no es incordio... ¿Qué te ha pasado en la mano?

Me miré la mano y arrimé los hombros.

—Es parte de lo de Caputo. Deja de preocuparte por mi mocoso.

—¿Qué? ¡Yo no...!

Volví a sonreír divertido por su reacción.

Cuanto antes averigüemos lo que está pasando, antes podremos seguir con nuestras vidas.

.
.
.
.

[...]

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Where stories live. Discover now