Un asesino enamorado (Andy x Chucky)

Capítulo 19

Algo estaba pasando.

Y no entendía el porqué.

Nico era un chico astuto, de ello no cabía ninguna duda, pero las mil y una vueltas que daba de un lado a otro de su habitación, daba a entender que algo había hecho mal con Andy.

¿Pero qué? Estaba enamorado del muchacho, no había ninguna duda; Hizo todo lo que pudo por él y más, no obstante, en el fondo, él sabía que no llegarían a más. Ahora, se encontraba pensando, ¿Andy no era lo que aparentaba ser? En ese momento sintió que todos los momentos divertidos, todas las risas, incluso preocupaciones de uno que hacían que el otro le ayudase en todo,... no hubieran servido para nada. Lo único que le ayudaba a estar bien, es que todo hubiese sido un malentendido y en pensar que Andy correrá junto a él y que todo volverá a a la normalidad.

Pero se hayaba divagando en sus posibilidades y todas eran negativas.

Se agarró los mechones rubios entre sus dedos y pateó una silla que se encontraba más próxima a él, haciéndose daño en el proceso. No se daría el gusto de darle importancia, pues no tenía tiempo para ello. Cuando oyó la voz de su madre desde la cocina, se dispuso a salir y bajó hasta donde estaba. Seguro que le pediría ayuda para hacer la comida, ya que casi era la hora de cenar. Eso le agradaba, y además le ayudaba a despejarse.

Y así era, intentó aparentar lo más neutral posible, pero no podía. Era un chico abierto a emociones, y no hacía más que darle vueltas a como estaría su mejor amigo ahora mismo, encerrado en una celda y solo, más asustado como nunca antes.

Suspiraba y suspiraba hasta que su madre, se atrevió a hablar.

—Nico, ¿Qué ocurre? Se nota que te pasa algo hijo.— La buena mujer paró de cortar unas verduras y dedicó toda la atención a su hijo.

Claro que no lo contaría todo, pero nunca le mintió a su madre como lo haría ahora. Como que casi muere en un callejón, o que su mejor amigo ha sido arrestado por "asesinato". Su madre sabía que su hijo estaba enamorado de aquel chico, y como hablaba tan bien de él y de las aventuras que tenían día a día. Era realmente triste como había cambiado todo de un día para otro, y como posiblemente perdería a Andy.

—¡Nada mamá! Mucho estrés, ya sabes... La escuela, deberes, compañeros que molestan,... Tengo la mente algo colapsada.— Y aquello último mentira no era, no obstante no quería preocuparla.

—Supongo que a tu edad es complicado cariño... Solo piensa en lo que te haga más feliz, y concéntrate en ello. Todo saldrá bien.— Le dedicó la sonrisa más tierna que una madre podría dar. Se agachó mientras abrazaba al rubio, quien estaba al borde de las lágrimas por las palabras que había usado su madre para tratar de ayudarlo. Su familia le hacía feliz, pero no estaba completo de esa forma.— Y aunque algunas cosas puedan salir mal, ten valor, eso te hará más fuerte. ¿De acuerdo?

—Gracias... Um...— No supo que decir, diablos, lo último que quería era entristecerla.— Te quiero mucho mamá, ¿Si?

Inevitablemente, recordó toda la situación que Andy le había contado sobre su familia. El idiota de Shane, como su madre ignoraba sus preocupaciones,... Odiaba que no pudiera hacer mucho por él.

—Y yo a ti cariño.— Se incorporó y suspiró agradecida.— Venga campeón, sé cuánto te gusta cocinar conmigo, apuesto a que esta vez consigues superarme.— Sonrió más animada, pasándole más ingredientes con los que seguir preparando.

Nico suspiró.

—Quizas algún día tengas que suplicarme por mis comidas, mamá.— Un poco más calmado, el rubio supo como despejarse de todo por hoy. Sus palabras siempre lo ayudaban a seguir adelante.