Capítulo 4

2.6K 286 75
                                    

Chucky

Habían pasado varios días desde aquello y no he vuelto a hablar con el idiota de Barclay.

Que le den, aunque esos sentimientos extraños y esos sueños no desaparecen.
Cada vez que ocurre eso me da una rabia y un deseo de matar, que tengo que hacer algo para tranquilizarme.

Me veo al espejo de aquel baño una vez más, mi cabello que siempre estaba hacia un lado tapaba uno de mis ojos sin emoción. Aquella noche fui de cacería, a una persona en concreto.

De fondo se podía oír los llantos y la desesperación de una señora mal criada, atada y amordazada a un váter.

—¡Callate estúpida zorra!—Me giré para verla y maldecir al momento en que no se callaba ni un maldito segundo.— ¿Te acuerdas de mi acaso?

Una vez me acerqué a ella amenazante, me agaché de rodillas agarrando su cabello entre mis dedos, obligando a que me viera a la cara. Ésta negaba ante mi pregunta mientras que una toalla impedía su oportunidad de hablar.

Me eché a reír como un desquiciado, si que era divertido esto.

—¿Ah no? Creo que tendré que hacerte recordar...

Empujé su cabeza hacía el agua sucia del váter, obligándola a sumergirse en ella y sacarla segundos después.

—¡Esta humillación es lo que vivía yo día tras día! Y creo que como docente debió haber hecho algo, maldita puta.

Sonreí de oreja a oreja, este era el momento que estaba esperando hace 9 años. Observé cómo abría los ojos de par en par sorprendida gritando y maldiciendo con desesperación, con la esperanza de que le perdone su miserable vida.

—Oh, ¿Cómo dice?¿Qué ya sabe quien soy? Lamento decirle que es demasiado tarde—. Por última vez inundé su cabeza para no volverla a sacar jamás, yo mientras reía y disfrutaba de aquel sentimiento de poder y venganza, del cual éste era el quinto asesinato.

Ya sé que haré la próxima vez, y este será muy especial, pienso encargarme de ese tal Brad, y quiero que Andy esté presenciando todo en primera fila.

Una vez que dejó de forzajear solté de mis manos al cuerpo ahora sin vida. Me lavé bien con jabón y procurando no dejar mis huellas en ninguna parte, sé que los idiotas de la policía lo investigan absolutamente todo, siempre he sido precavido con eso y nunca han sido capaces de pillarme, ni siquiera ese detective que me tiene tantas ganas.

Me había adentrado en la escuela infantil por la noche, fue pan comido escabullirme de esos guardias.

Después de todo aquello regresé al orfanato como si nada hubiera pasado. Hoy no pude mancharme de sangre, con lo que me gustaba, pero no debía correr riesgos.

[...]
.
.
.

Al llegar a la habitación no estaba Caputo, pero en su lugar se hayaba Tiffany en la cama donde yo dormía, algo ligera de ropa para el frio que hacía. Supuse a lo que venía.

—Chucky... Has estado muy distante últimamente, te vendría muy bien algo de relax. —Ella se me acercó con claras intenciones, en cierto modo era cierto, y simplemente no podía dejar pasar esta oportunidad. Tiff se había enamorado de mí claramente y aunque no sienta lo mismo, ella sabe que estaré aquí para satisfacer nuestros encuentros sexuales.

No era lo que ella quería, pero yo sí estaba satisfecho de esta forma.

Ella pasó sus delgadas y delicadas manos por el contorno de mi pecho, delineandolo con sus dedos y subiendo hasta terminar en la parte trasera de mi cabello. Observé sus ojos verdes y maquillados, un poco entristecidos.

—¿Sabes como se quitan esas penas, Tiff? — Ella asintió y sonreí.

Después de aquello todo fue a más, de besos fogosos hasta estar completamente desnudos en mi cama.

[...]

.
.
.
.
.

Andy

Aburrido es la palabra que me definiría ahora mismo.

Estar sentado en un banco un Viernes por la tarde intentando como derribar unas botellas de cristal con un par de piedras, no sería la mejor opción, a no ser que no tengas a nadie con quien pasar el rato.

Mi madre quiso que saliera a relacionarme un poco... Ya que esta preocupada por mí, y bueno aquí estoy.

No he vuelto a hablar con Chucky desde que supe lo suyo, y eso me molesta.

Según él me considera su amigo, ¡Pero es un psicópata!

—El único que me ha ayudado con los matones de la escuela, ¡Agh! ¡Te odio! —Lancé otra piedra más hasta derrumbar una de las botellas de cristal. Es confuso cuando tienes 16 años y no saber realmente que es lo bueno y lo malo para ti, y menos cuando se trata de un chico que te pone nervioso con tal solo su presencia.

—Así que... Descargando toda tu ira contra esas botellas, ¿Eh? Menudo suplicio...

Di un bote del susto y me giré para averiguar quién me hablaba en este momento.

—¿Eddie? Ah, yo... Es mi forma de entretenerme.

Desvié la mirada, no me interesaba realmente mantener una conversación con Eddie, por alguna razón no me inspiraba confianza.

Justo cuando iba a tirar la siguiente piedra del suelo, éste me la paró con la mano.

—Estas causando muchos estragos, Andy. Deberías dejarnos en paz, es un aviso. Si Charles no puede encargarse de ti, lo haré yo mismo—. Éste se me acercó con un aire amenazante.

Ese tono no me estaba gustando nada. Me atreví a responderle con algo que posiblemente era cierto.

—Sinceramente, Eddie, no creo que le guste mucho la idea...

—No eres el centro del universo,¿Qué pasaría si desaparecieras de un dia a otro?

Eso no me lo esperé. Le di la ventaja que él tanto quería, pues era de esperarse, estaba en parte molesto por lo sucedido con Chucky, no se extrañaría nada que el cobarde mocoso hubiese huido por sus propias patas.

—Lo suponía... —Continuó él después de mi largo silencio. Tengo que admitirlo, era un auténtico imbécil que juega sucio.—Olvidanos, no nos interesa más amistades. Ya tuviste tu momento el primer día de escuela.

Seguidamente vi como se alejaba con una sonrisa y haciéndome señas con los dedos, significando que me controlaría.

Bufé de rabia.

Todo me salía mal.

Ahora tenía una amenaza de muerte si no les dejaba en paz, ¿Tengo que comentar de esto a Chucky?

Tan solo le diré que ya no podemos ser "amigos". Supongo que él ya lo habrá notado.

Me dirigí a mi departamento y entré saludando a mi madre de mala gana. Ella me preguntó como me había ido. Tuve que engañarla, obviamente no le diría nada sobre Eddie.

.
.
.
.
.
[...]

Eddie

Ese niño se cree que puede interponerse en nuestro camino.

Debía alejarlo de Chucky lo antes posible, esto no pintaba nada bien. Nuestro "lider" era muy estricto a todo lo que tenga que ver con Damballah.

Y era la primera vez que ordenaba no asesinar a cierta persona en concreto.

Y a mi eso no me interesa, sé que si Charles se llegará a enterar de la muerte de ese mocoso me rebanaria el cuello, o el de Tiff, sin importar nuestros años de amistad. Y no soportaría tal cosa.

Será mejor que no se interponga en nuestro camino.

....

Y Tiffany... La amo con locura. ¿Qué debo hacer para que me ame solo a mí?

Debí soportar aquellos gritos desde fuera de mi habitación.

Algún día todo eso cambiará.

.
.
.
.
.

[...]

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora