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Taehyung apretaba la mano del alfa con nerviosismo.

Estaban fuera del consultorio de SeokJin, llevaban casi diez minutos en la puerta. Los cachorros tenían escuela, así que Taehyung le pidió el favor a JiSoo de recogerlos mientras ellos asisten a su cita.

— Mi amor — susurró el alfa.

— Es psicológico, YoonGi, lo sé — lloriqueo — no quiero estar aquí, vámonos.

El alfa asintió e indicó que esperara un momento en lo que le avisaba a SeokJin.

Entró al consultorio después de besar al castañito. SeokJin elevo las cejas al verlo solo.

— ¿Tae?

— No quiere entrar — murmuró sentándose en la silla frente al escritorio del mayor — Todo... ¿Está bien? ¿Verdad?

El omega suspiro y asintió.

— Está en cinta.

YoonGi dejó ir todo el aire que sus pulmones estaba conteniendo y se negaban a dejar ir.

— En perfecto estado — frunció los labios — la ecografía salió bien, el resto de exámenes también.

— ¿Por qué no tiene síntomas? — cuestiono golpeando el escritorio con sus dedos impacientes.

— Se presentan de distintas maneras, quizás si los ha tenido, pero con toda la situación de rebeldía de Jun no se dieron cuenta — el alfa lo miro.

— Su lobo...

SeokJin suspiró pensativo.

— Puede estar deprimido por la misma razón, YeonJun, el sentirse rechazado por uno de sus cachorros no es nada bueno y es normal su reacción — el alfa asintió mirándolo — no puedo hacer mucho en ese caso.

El silencio tomó lugar un par de minutos, YoonGi miraba el techo con inquietud en su pecho y Seok esperaba la oportunidad para hablar.

El alfa suspiro dándose cuenta.

— Dilo.

— Será un embarazo difícil para Tae — YoonGi soltó un jadeo, la voz del omega tembló — no puedo decir mucho, lo sabré a medida que pasen los meses.

— Pero, estará bien, ¿cierto? — su voz tembló y sus dedos apretaban con fuerza el mueble.

— No lo sé, Yoon — murmuró.

Cuando el pelinegro iba a hablar, la puerta fue tocada.

SeokJin dio el pase, la puerta fue abierta y enseguida Taehyung se mostró.

Tenía la mirada baja y se podían ver aún las lágrimas pintar sus mejillas. No entró, solo se mantuvo ahí parado. YoonGi se acercó con rapidez y lo atrajo a su pecho en un abrazo.

— Te demoraste — susurro bajito Taehyung, el alfa beso su mejilla como disculpa.

— Tae — habló el omega mayor levantándose y acercándose a la pareja, el menor levantó un poco la cabeza mirándolo, SeokJin sonrió cuando vio el puchero en los labios del castaño.

— Psicológico, ya lo sé — murmuró.

El omega mayor negó.

— Si lo sigues diciendo te lo vas a creer — soltó una risita.

— ¿Existe? — susurró separándose del alfa, YoonGi sonrió asintiendo.

Taehyung de inmediato sonrió dando pequeños saltitos y lanzándose a los brazos de su alfa.

— Existe, Hyung, tendremos otro cachorro — canturreo con lágrimas bañando sus mejillas regordetas, esta vez el llanto era de felicidad.

— Así es bebé — murmuró abrazándolo con fuerza y acariciando sus cabellos.

YoonGi estaba feliz, le emocionaba la idea de otro bebé para la familia, además, ver a su castañito feliz lo hacía feliz. Solo que no dejaba de preocuparse por lo que SeokJin mencionó.

No podía soportar la idea de que algo malo le pasará a su menor. No estaba dispuesto ni siquiera a pensarlo.

Después de unos minutos, SeokJin les pidió a ambos que se sentarán. El menor lo miraba expectante con una bonita sonrisa en su rostro y una de sus manos en su vientre.

Poco a poco su sonrisa perdía fuerza y sus ojos se acumulaban en lágrimas de nuevo. SeokJin le había dicho que sería un embarazo delicado y no podría hacer mucho, le había pedido asistir regularmente a su consultorio.

Bromeó un poco diciendo que por ser su cuñado le daría prioridad, aunque de no ser así, se la seguiría dando, después de todo, Namjoon y él se conocieron por Taehyung, pero esa es otra historia.

Logró hacerlo sonreír un poco. Al final les dio algunas indicaciones para su cuidado, también hablaron de los últimos detalles que faltaban para la cena que se haría ese fin de semana.

Las familias se iban a reunir para celebrar el cumpleaños de DaHyun.

En el camino a casa, YoonGi no se alejó ni un poco del omega, su mano siempre en su cintura y parte de su vientre. Lo llevó a comer y lo consintió con algunas de sus golosinas favoritas.

Al llegar a casa tendrían que darle la noticia a sus cinco cachorros.

Al llegar a casa tendrían que darle la noticia a sus cinco cachorros

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those crazy are my family  - YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora