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— No parece coreana — murmuró — no, ni asiática.

La chica sonrió y se sentó frente a YeonJun.

— Que observador, tienes razón — afirmó — soy estadounidense.

— Ya, entonces... ¿Sabe inglés?

Asintió.

—Si, también sé hablar español, Japonés, Italiano y algo de Francés.

El menor abrió sus ojos sorprendido.

— ¿Como?

— Dedique todo mi vida a estudiar, aun estudio.

— ¿Cuántos años tiene, señora?

— Oye, señorita, no estoy casada — YeonJun soltó una risa — tengo treinta y cuatro.

— Es menor que mis padres, ¿Su nombre?

La chica suspiró y frunció el ceño girando su cabeza y señalando la placa en el escritorio donde claramente se veía su nombre.

— Rebecca Marie Gómez — leyó Jun, arrugó la nariz — que raro, señora Gómez.

— Señorita, YeonJun, señorita, pero dime solo Marie.

YeonJun asintió y tarareo mirando sus manos. La chica bajita, beta y morena suspiro.

— Pareces cómodo — el alfa asintió — ¿Has visitado un psicólogo antes?

— Es la primera vez, no pensé que me iban a traer alguna vez.

— ¿Voluntario?

— Sip, HoSeok Hyung la recomendó.

La beta bufó y dejó el cuadernillo a un lado del sofá, se recostó de completo en el espaldar y cerró los ojos.

— Beta inútil.

YeonJun rió divertido.

— ¿De dónde se conocen?

— Como a los diecinueve, en un evento de música y baile, él se había presentado y lo hizo genial, es más, no pensé que sería director en una escuela, tal vez su propia academia — se encogió de hombros— amigamos y nos hablamos desde ese día, es una buena persona. Pero un inútil, tonto, tonto HoSeok.

YeonJun rió de nuevo y la miró curioso.

La beta lo noto y suspiro.

— En mi cumpleaños veintidós le declare mis sentimientos porque sabia que estaba libre — bufo y frunció el ceño — me rechazo y en su lugar me conto como se había enamorado de un omega que ya tenia alfa y un hijo, tuve que consolarlo cuando empezó a llorar, aun siendo a mi a quien acababan de rechazar y en mi propio cumpleaños, un idiota, se disculpo después pero no mencione nada del tema de nuevo.

La beta se sorprendió cuando Jun gruño, le miró interrogante.

— El omega era mi papá, ya me lo contó.

— Que chiquito es el mundo.

Y entonces el pequeño y acogedor consultorio quedó en silencio.

YeonJun se distrajo con un cojín mientras que la beta revisaba su teléfono.

— Cielos, esto era una consulta — recordó Marie enderezándose en su sitio y tomando de nuevo el cuadernillo — doy asco.

El alfa rió con diversión pero respondió a todas y cada una de las preguntas que le hacía la mayor. Agradeció que la chica fuera bastante relajada, no se llegó a sentir incómodo o atacado en ninguna ocasión, es más, Marie compartió algunos caramelos y tuvo que llamar a sus padres avisándoles que la consulta tardaría un poco más.

those crazy are my family  - YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora