𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚. | • 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮 •

"𝐒𝐢𝐦𝐩𝐚𝐭𝐢𝐜𝐨."

Las montañas lejanas y el mar era lo que se podía apreciar desde la pequeña ventana del avión donde viajaba el peliverde, acompañado de un mal sabor de boca causado por los nervios que ahora lo estaban atacando.
Su familia, vecinos, amigos, y cierta persona en específico verían al su jefe, más no obstante; sería presentado como su prometido.
Pero no era ese el problema, su verdadera preocupación no era presentar a un hombre como prometido, o que sea su jefe mismo, sino el echo de que todo aquello era una mentira montado por el mismo escarlata, donde se sometió a un acuerdo hablado donde les mentiría completamente frente a ellos, y honestamente; no lo tenía bien pensado hasta que vió a su hermano y su madre en la pista de aterrizaje esperándolo detrás de la valla.

– Si, mi hogar... – habló al aire de forma monótona, más internamente estaba recién a este punto arrepintiendose de sus elecciones de vida.

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El primero en salir fué el peliverde, el cual alzó una. mano a modo de saludó al ver el cartel que sostenía su madre. "Bienvenido a cada Izuku", agarró el equipaje que le dió uno de los trabajadores, y se encaminó a ambas personas.
Mientras que el ceniza venía con el seño molesto debido a las malas horas que pasó en aquel vuelo estrecho e incómodo, de mala gana agarró sus maletas (debido a que habían varias), y siguió al más bajo.

– ¡Izuku! – entre risas fué recibido por el pelinegro más alto el cual lo abrazo. – Te extrañamos mucho. – palpo su espalda varias veces mientras el pecoso reía.

– ¡Shindou basta! – pidió la peliverde y arrebató al recién llegado de los brazos del otro, para ahora abrazarlo ella. – Hijo , no te vayas por tanto tiempo y ven más seguido. – pidió casi en regaño mientras Midoriya reía nervioso.

– ¿Y papá donde está? – preguntó dudoso el peliverde al tan solo ver a dos integrantes de su familia.

– Está trabajando, ya lo conoces. – respondió su hermano mayor.

– ¡Oh, olvidate de él! Quiero verla, ¿Donde está la chica? – deshizo el abrazo, y buscó con la mirada a quien sea.

– ¡Katsuki...! – llamó al contrario con una sonrisa forzada el cual se había perdido en la gente. – Está por allá. – señalo la dirección donde se encontraba el más alto.

Bakugou suspiró, odiaba viajar tanto tiempo, y para empeorar la situación había perdido al chico de vista apenas desender, pero ahora; estaba caminando hacia su familia, e intentaba parecer lo más amable posible.

– Creo que "chica" no es muy apropiado... – sonrió algo incómoda al notar a quién se refería su hijo, no sólo por el género erróneo, sino que esperaba a alguien más joven.

– ¡Hola...! – saludó sonriente Shindou abriendo los brazos para un abrazo, más incómodamente Bakugou lo tomó de la mano terminando en un simple apretón. – Bienvenido. – agregó algo incómodo por la acción.

– ¡Hola Bakugou! – saludó la pequeña peliverde está vez saludando con la mano antes de equivocarse como su hijo formalmente con su apellido.

– Es un placer. – sonrió algo forzado, más intentaba no ser grosero realmente.

– Este es mi hermano mayor Shindou, y mi madre Inko. – presentó amablemente el pecoso entre ambas personas

– ¡Un gusto, Hola! – saludó amablemente la señora Midoriya.– Oye, ¿Prefieres que te llamemos "Bakugou" o "Bakahatsu"? – dijo, descolocando al cenizo, siendo este un juego de palabras con una connotación negativa. – Hemos escuchado mucha cosas de ti.