"... 𝐊𝐚𝐜𝐜𝐡𝐚𝐧"

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Así que estabas... – dijo Izuku vagante mirando al techo.

¿Podrías cambiar de tema? – calló con una pregunta el ceniza antes de que dijiera otra palabra.

Como quieras. – suspiró leve, mirando a la dirección donde este se suponía que estaba.

El silencio abundó por unos segundos entre ambos, hasta que el ceniza hizo una pregunta al azar.

¿Qué sucede entre tu y tu padre? – preguntó inesperadamente para el de pecas.

Aaay, lo lamento, esa cuestión es algo... personal. – se lamentó con clara ironía.

Se supone que debemos saber todo sobre el otro. – insistió el escarlata.

No sobre eso. – calló Izuku esta vez.

Nos lo van a pregun-

¡No sobre eso Katsuki...! – calló nuevamente más levantando la voz, haciéndo que esta vez no haya réplica.

Izuku al igual que la noche anterior; descansaba su cuerpo en el suelo con una cama improvisada con colchas y mantas apiladas, mientras se cubría con dos de estas, donde a sus pies se encontraba la chimenea de madera quemando lentamente la corteza de esta con aquel clásico sonido característico.
Por parte de Katsuki; estaba acostado en su cama listo para dormir debido a que las cortinas esta vez desde el inicio estuvieron cerradas, más estaba con la mirada perdida en el techo en silencio.
Silencio compartido.

Ambos jóvenes no decían una palabra en sus respectivos lugares, mientras solo se podía oir en sonido de las chispas fogozas quemando los troncos dentro de la chimenea. Era bastante incómodo y acogedor al mismo tiempo si debíamos ser honestos, ninguno le había dirijo la palabra desde que Midoriya azotó la puerta del baño molesto, y Bakugou hundió su rostro en las sabanas frustrado, desde ahí nisiquiera quisieron mirarse, más no por vergüenza ajena, sino por mismo orgullo lo cual se les hacía más molesto para el dúo. Silencio que Katsuki rompió de un momento a otro.

Me gusta el canal de cocina. – habló de repente.

¿Qué...? – preguntó el esmeralda confundido por no saber de donde salió eso.

Y no por criticarlos o ser egocéntrico, en realidad, lo disfruto.... – admitió mientras jugaba con sus dedos. – Aprendí a bailar tango en sexto grado. – tragó saliva para continuar. – Mi primer concierto fué de "Los fundamentalistas del aire acondicionado". – río leve. – Es un nombre estúpido para una banda de rock.

Mientras Katsuki hablaba, Izuku miraba a un punto perdido escuchando atentamente lo que este decía de forma calmada, aquella leve risa denotó que estaba abriéndose y hablando de algo que le gustaba, cosa que nunca había escuchado en el ceniza.

No me gusta las flores en la casa por que me recuerdan a las despedidas. – suspiró leve. – Leo "Cumbres Borrascosas" cada navidad, es mi libro favorito.

Las manos de Bakugou dejaron de jugar entre sí ante su rojiza mirada, mordía su labio indesiso si saber si aquella plática unilateral había sido buena idea, pero ya la había comenzado. Se mordió el labio inseguro una vez más, y tomó una bocanada de aire para seguir.

Tampoco... he estado con alguien en año y medio... – su gusta se vio algo afligida. – Entré al baño y me sentí realmente herido cuando Monoma me llamó "Pomerania con rabia".– admitió por más que le costara. – Y sobre el tatuaje... es un dragón al estilo chino. – levantó la vista al techo algo más seguro. – Es pequeño, con toques rojos y naranjas, más... me gusta bastante. – tragó saliva. – Cumplí diecisies cuando mis padres me dejaron a mi suerte, es tonto... – río un poco.

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚. | • 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮 •Where stories live. Discover now