"𝐂𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚."

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Izuku dejó al ceniza en el área de comidas de la "pequeña reunión", y caminó hacía la sala, donde su padre se había ido.

Buena primera impresión, papá. – le dió un cumplido a modo sarcástico, intentando no molestarse entre medio de todos sus conocidos.

¿Qué te sucede Izuku...? – preguntó tanto con molestia y decepción llenando su vaso. – Te apareces después de mucho tiempo con este hombre que odiabas, y ahora supuestamente es tu pareja.

Recién llagamos, ¿No pueden pasar ni cinco minutos, cuando ya empiezas una discusión? –pregunto irónico frunciendo en seño.

Porfavor.... – le dió un trago amargo mirándolo con desaprobación. – No pensaba que eras de las personas que subían de puesto de esta forma. – insinuó insultante para el pecoso.

Para que lo sepas, es uno de los más respetados en la empresa, y en el área editorial. – aclaró defendiendo la postura y el profesionalismo del escarlata junto a el suyo.

Es tu boleto y lo trajiste a conocer a tu madre. – dejó el licor sobre la mesa dando un fuerte golpe en esta.

No, Katsuki no es ningún boleto papá. Es mi prometido. – dijo sin pena alguna, es más, fué hasta un orgullo para el peliverde ver el rostro descolocado de su padre.

¿Qué...? – fué lo único que salió de sus labios mientras su rostro era un poema de confusión.

Ya me oíste; me voy a casar. – y con esas palabras, se fué a la sala de entretenimiento donde estaban sus familiares más cercanos.

.

Bakugou estaba paseando por el extenso primer piso, donde las paredes semiabiertas separaban las áreas, más estaba caminando en línea recta por el costado del piso observando el lugar solamente, cuando un pelirrojo se acercó.

¿Gusta un bocadillo? – ofreció una pequeña bandeja con bocadillos de pescado. Vestía una clásica camisa blanca de vestir, junto a un moño de tela color negro a juego con sus pantalones, indicando claramente su papel en aquel lugar.

Oh no, gracias. – se negó rápidamente. – No acostumbro a comer pescado.

Es una tradición. – insistió mostrando su peculiar sonrisa.

N-No, la textura me es desagradable. – intentó justificarse sin sonar grosero.

Solo es un poco. – tomó un bocadillo acercandolo al rostro del ceniza.

¡No, de verdad yo-! – fué interrumpido debido a que el contrario le metió el bocadillo a la boca.

¿Ves? Sencillo. – sonrió ampliamente conformado. – ¿Qué tal?

Katsuki se estaba forzando a comer aquello que para su persona era desagradable, asintiendo con la cabeza forzando una sonrisa.

Damas y caballero tengo un anuncio muy importante que hacer. – se escuchó con eco la voz reconocible del pecoso. – ¡Katsuki y yo nos vamos a casar! – y con eso dicho, lo que estaba masticando el nombrado, salió de su boca al casi ahogarse con ello por lo repentino que fue.

Disculpa... – se disculpó con el chico, debido a que literalmente le escupió en la cara, y se cubrió la boca recuperando el aire.

Descuida, yo nisiquiera la lavo. – sonrió algo incómodo y dolido.

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚. | • 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮 •Where stories live. Discover now